Draghi en la Accademia dei Lincei «prevalece el sabor del futuro»

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El presidente Mario Draghi recibió de la Accademia dei Lincei el prestigioso premio Feltrinelli. Agradeció por la importancia que representa esta institución a la cual han hecho parte economistas de renombre como Federico Caffè, Sergio Steve, Franco Modigliani, premio Nobel de Economía, Robert Solow, también Nobel.
Recorrió el ultimo periodo de la pandemia, augurando estar llegando a su final sin embargo, siendo realista, señaló, «La pandemia no ha terminado. Incluso cuando lo sea, tendremos que lidiar con sus consecuencias durante mucho tiempo. Uno de ellos es la deuda, el tema de mi lección de hoy».

Una deuda decidida conscientemente por los gobiernos para evitar «una propagación catastrófica del virus……. No teníamos alternativas…….la política sanitaria debe tener prioridad».

La única opción que se presentaba era elegir entre una recesión y una depresión, «el costo de elegir tener una recesión en lugar de una depresión fue la deuda», una accion deliberada ante la pandemia que es un desastre natural.
Las formas fueron subsidios y garantías de préstamos bancarios en favor de las empresas, otorgaron garantías por 208 000 millones de euros y apoyaron casi 100 000 millones de euros a las empresas, «Las subvenciones han provocado un aumento de la deuda pública. Los préstamos bancarios garantizados han provocado un aumento de la deuda privada». Para finales de este año, la relación entre la deuda pública y el producto interior bruto en Europa habrá crecido unos 15 puntos porcentuales en comparación con finales de 2019 y en Italia, «según las estimaciones de la Comisión Europea, la deuda pública pasará del 135% del PIB al 160%. Este es un incremento mayor que el de la Gran Crisis Financiera».
Frente a una pandemia que aún no ha terminado, es probable que la deuda podría aumentar. La ayuda que el gobierno italiano brindó a la reintegración de los trabajadores, según el Banco Central Europeo, sin apoyo público, las familias habrían perdido, en promedio, casi una cuarta parte de sus ingresos laborales, sin embargo, y gracias a la intervención estatal, esta pérdida fue del 7%.

La post-pandemia no ofrece aún un panorama claro de las empresas que sobrevivirán o menos, por lo que «es inevitable que parte de esta deuda implícita cristalice y luego pase a incrementar la deuda pública». De ahí que mantener una política fiscal expansiva contribuye al crecimiento. El presidente Draghi considera que la «economía italiana ha operado por debajo de su potencial durante la mayor parte de la última década. Por tanto, hay mucho margen para utilizar políticas fiscales expansivas antes de crear presiones inflacionarias. Ya lo hemos hecho en estos dos años: en 2020, el déficit italiano alcanzó el 9,5% del PIB, y este año, según la Comisión, alcanzaremos el 11,7%».

La Comisión señala un aumento del PIB italiano y de la UE del 4,2%, «creo que estas estimaciones se revisarán al alza, incluso de manera significativa. Vuelve la confianza de los consumidores y las empresas», el sentimiento económico se está reforzando «los hogares y las empresas están más dispuestos a pedir prestado e invertir cuando el futuro es más seguro». Pero también señala que «esta recuperación no es suficiente para reparar el daño causado por la crisis sanitaria».

El objetivo es crecer, para ayudar a quienes perdieron el trabajo, para mejorar competencias en quienes perdieron el trabajo y también en quienes corren el riesgo de perderlo. Crecer para «contener el aumento de la deuda».
Un claro objetivo son las inversiones «que permitan una reactivación de la demanda y una mejora de la oferta».
El Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia, contienen inversiones para superar las brechas en infraestructuras, físicas y digitales. por ello, señaló, «Italia no dudó en hacer pleno uso de todos los fondos puestos a disposición por la Unión, tanto subvenciones como préstamos».

Este Plan, incluye reformas como son las simplificaciones administrativas como son la ya iniciada reforma de la administración pública y la contratación del sector público. la reforma del Ministerio de Medio Ambiente, otorgándole nuevas e importantes facultades y transformándolo en Ministerio de Transición Ecológica. La creación del Ministerio de Innovación Tecnológica y Transición Digital. A lo que se agrega la reforma de la justicia civil, la competencia y la contratación.
La intención es «ayudar a recrear un clima de confianza entre el Estado y los empresarios, de modo que los particulares elijan invertir en Italia más de lo que lo han hecho en los últimos años».

Además, agregó, «necesitamos mejorar la participación en el mercado laboral de jóvenes y mujeres….. porque si es cierto que la cohesión social no se puede lograr sin crecimiento, también es cierto que el crecimiento no se puede lograr sin cohesión social».

Los jóvenes deben beneficiarse de la enseñanza de las asignaturas denominadas «STEM» – ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas – «para que más jóvenes elijan caminos científicos para sus carreras profesionales». Se deberán dotar de más guarderías e instalaciones para el cuidado de personas mayores para facilitar el ingreso en el mercado laboral de las mujeres y contribuir en el desarrollo de su carrera profesional.

Se refirió a la «deuda buena» y la «deuda incobrable» que depende del destino de la misma. La honestidad en el gasto de la deuda es determinante para lograr la prosperidad y la confianza dentro de la Unión europea.

En realidad, para Italia, «este es un momento favorable», por la acción comunitaria de creer en un futuro común, invirtiendo en la recuperación económica con «abundancia de medios financieros públicos y privados» unidos a la combinación de «eficiencia con equidad, crecimiento con sostenibilidad, tecnología con empleo». Lo que denominó «un momento en el que prevalece el sabor del futuro. Vivámoslo plenamente, con determinación y solidaridad».