La Comisión anunció el 10 de febrero su intención de desarrollar la capacidad de la UE para prestar ayuda humanitaria internamente, y las conclusiones del Consejo Europeo de 19 de febrero apoyaron esa intención. Tomando como base la experiencia de la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la UE, la ayuda humanitaria se destinaría a cubrir las grandes necesidades humanitarias de los refugiados y migrantes en los Estados miembros de la UE.
Hasta ahora, una serie de instrumentos de la UE, como el Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI), el Fondo de Seguridad Interior (FSI) o el Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FAEPMD), ya han venido proporcionando recursos financieros importantes para la ayuda dentro de Europa en respuesta a la crisis de los refugiados. Estos instrumentos han demostrado su utilidad, pero no están concebidos para abordar necesidades humanitarias a gran escala.
El Mecanismo de Protección Civil de la UE (MPCUE) se ha utilizado para movilizar apoyo material como alojamiento, material higiénico y suministros médicos, así como asesoramiento técnico para ayudar a Hungría, Grecia, Eslovenia, Croacia y Serbia a afrontar el creciente número de llegadas. Este mecanismo de solidaridad, sin embargo, fue concebido para situaciones en las que es un Estado miembro el que se encuentra en situación de necesidad. No ofrece financiación y depende de lo que ofrecen voluntariamente unos Estados miembros cuyas capacidades de de ayuda pueden estar saturadas en estos momentos.
Esta iniciativa se inscribe en el contexto de la crisis de los refugiados, que alcanza unas proporciones sin precedentes, con la consiguiente necesidad de prestar ayuda de emergencia inmediata en varios Estados miembros que acogen a grandes cantidades de refugiados en sus territorios.
Desde el principio, la Comisión ha estado comprometida con el apoyo a sus Estados miembros por todos los medios posibles y la propuesta es consecuencia directa del Consejo Europeo celebrado los días 18 y 19 de febrero, cuando los gobiernos instaron a la Comisión a desarrollar la capacidad para prestar ayuda de emergencia a nivel interno.
El comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, ha afirmado: «Con la presente propuesta, seremos capaces de prestar ayuda de emergencia en caso de crisis con mucha más celeridad que antes, dentro de la Unión Europea. En estos momentos, no hay duda de que resultará especialmente necesario para ayudar a los refugiados. No se puede perder tiempo en el despliegue de todos los medios posibles para evitar el sufrimiento humanitario dentro de nuestras fronteras. La propuesta de hoy aportará 700 millones EUR de ayuda donde más se necesita. Ahora insto a los gobiernos europeos y al Parlamento Europeo a apoyar la propuesta con rapidez.»
La ayuda de emergencia se prestaría en estrecha coordinación con los Estados miembros y organizaciones tales como las agencias de las Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales y organizaciones internacionales, e incluiría la cobertura de necesidades básicas, como alimentos, alojamiento y medicamentos para la gran cantidad de niños, mujeres y hombres que están llegando actualmente a los países de la UE.
La Comisión va a proponer con urgencia al Parlamento Europeo y al Consejo, que son las autoridades presupuestarias, un presupuesto rectificativo para 2016 con el fin de crear la línea presupuestaria para el instrumento. Las necesidades estimadas para 2016 son de €300 millones; para 2017 y 2018 se emplearían otros €200 millones cada año.
Por tanto, no se vería afectada la financiación de los actuales programas de ayuda humanitaria exterior que se llevan a cabo fuera de la UE. La UE mantiene su compromiso de seguir liderando la respuesta humanitaria internacional a la crisis de Siria, entre otras emergencias mundiales en las que la ayuda humanitaria de la UE salva vidas.