Como en los graves accidentes aéreos, desde los años ’90, las fallas han sido humanas. Si en minutos o a veces fracción de minuto un piloto de aviación puede decidir la vida de los pasajeros, en el caso del Perú hay una serie de sentimientos humanos no generosos, planificados que destruyen el camino de unión de un país y la vida de muchos peruanos y peruanas.
La Ley Nº 30230 emanada el 12 de julio de 2014 establece «medidas tributarias, simplificación de procedimientos y permisos para la promoción y dinamización de la inversión en el país». Fue aprobada sin haber sido discutida, sin haber ido al pleno del Congreso, un procedimiento carente de transparencia. Establece una serie de cambios normativos en tema ambiental, tributarios, de saneamiento físico legal de predios, y modifica las competencias de los gobiernos municipales y regionales. La sociedad civil está ofreciendo capacitación para evitar acciones que puedan atentar contra las comunidades campesinas que tienen un título de propiedad no inscrito en los Registros público y pueden ser sujetos del Titulo III «Procedimientos especiales de saneamiento físico legal de predios de proyectos de inversión y otras disposiciones para propiciar la eficiencia en la administración de predios del Estado y facilitar las ejecución de obras de infraestructura vial» en su art. 36 dispone«creáse procedimientos especiales para el saneamiento físico legal de predios involucrados en el desarrollo de proyectos de inversión pública y privada».
Sostiene Rocío Silva Santisteban, Secretaria Ejecutiva de la CNDH “La Ley 30230 es la ley del embudo, donde la parte más estrecha es para las comunidades y la más ancha para el empresariado. No nos oponemos a la promoción de inversión, pero se ha estructurado un aparato legal para pasar por encima los derechos de los más vulnerables. Sí queremos inversión, pero que sea amigable con el medio ambiente y las comunidades del país”.
Desde los años ’90 en el Perú se habla de grandes inversiones, se han abierto a concurso grandes licitaciones, se estableció el «aporte voluntario» por parte de las inversiones mineras a las comunidades campesinas aledañas.
Si, el Perú ha suscrito el Convenio 169, éste no ha sido aplicado operativamente para las inversiones mineras sólo ha sido aplicado en el caso de inversiones amazónicas. Esta situación genera división en un país donde la minería, carece de debate público, carece de opinión formada, donde predomina la ideología, la manipulación, y carece de una única memoria histórica, hay una virreinal y una de las comunidades campesinas. Esto nos lleva a pensar que Perú no tiene consenso minero, la memoria del peruano indígena es de despojo y de explotación, de utilización de tierras y de agua. Inversores ricos, funcionarios disponibles y gente pobre. tarea del Estado y de la sociedad entera cambiar esta percepcion que lamentablemente encuentra base real.

Sin embargo, no todas las inversiones mineras mineras tienen conflictos con las comunidades, tenemos el caso exitoso de Tintaya, cuya relación se basa en la constitución de espacios de concertación entre empresa, Estado, comunidades y representantes de la sociedad civil; Antamina que ha debido procesar lecciones y mejorar su relación con las Comunidades; las Bambas, que personalmente he visitado cuando estaba bajo la gestión de la suiza Xtrata, estaba instalada la Mesa de Diálogo, se observaba una participación de la gente lugareña y cursos propuestos por la Empresa Xtrata para la recuperación de actividades de tejido y teñido con colores naturales, preparación de quesos, sin significar el gran cambio. Y no puede significar el gran cambio porque a la empresa minera no le corresponde la tarea de educar y asegurar la salud de la población, esa es tarea que le corresponde al Estado, muchas veces ausente que prefiere establecer relaciones con la inversión minera y no con la población aledaña, esto desde siempre, como hemos visto desde la llegada de los conquistadores hasta la fecha esa población esta fuera de la atención estatal.
En el caso de Las Bambas, quien representaba a la empresa era un profesional cuzqueño quien dialogaba con las comunidades las cuales fueron en su momento desplazadas de su sede historica y la empresa las estaba relocalizándolas con título de propiedad. Tareas inconcebibles en un Estado de derecho con la fuerte institucionalidad que se requiere cuando invitas a extranjeros a explotar tu territorio.

Es imprescindible que se genere confianza de parte del peruano hacia el otro peruano que creemos tan diferente por un tema racial. Para cada país su gente es su principal recurso y hay ver las acciones políticas con visión de futuro teniendo presente que nadie es eterno. El actuar en silencio, disponer medidas sin comunicar a la población nativa que desde siempre ha vivido en los territorios abandonados por el Estado no ayuda a generar la cohesión social, no los hacen sentir parte del país, excluyéndolos y obligándolos a soportar decisiones tomadas, más aun, con empresas extranjeras las cuales se instalarán en su territorio por muchos años, la Southern se encuentra desde hace mas de cincuenta años, ¿quién gana con estas actitudes?.
La consulta es previa, previa a la licitación de territorios, previa a todo, eso es cohesión, construir juntos un programa de desarrollo, no posterior utilizando el convencimiento técnico racional y la fuerza física.
Si es cierto que el cambio económico se ha dado sumamente rápido y no ha sido acompañado de normas legales adecuadas ni participación ciudadana, no se construyó confianza. Esta situación hace perder a todos: a las empresas mineras que no pueden trabajar; a los pobladores que viven en continua agitación; la aparición de aventureros políticos incapaces de gobernar el país; el Estado, como institución, que recibe rechazo popular y los Gobiernos que pasarán a la historia por anti-peruanos.
Hay ejemplos lamentables como la mina Santa Ana que tiene una pausa de cuatro años, Conga la misma situación cuatro años. Es tarea de todos los peruanos, informarse, contribuir a crear un programa posible y concreto, de otro modo corremos el riesgo de haber hecho un hueco en el agua.
Un nuevo elemento, muchos peruanos, incentivados por los anuncios estatales sobre las grandes inversiones, sobre la riqueza que produce la minería, se han improvisado mineros creando muchos daños ecológicos dando lugar a la minería ilegal.








