Carta abierta al Presidente G. Petro y al pueblo colombiano

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Carta abierta al nuevo Presidente elegido G. Petro y, por su conducto, al pueblo colombiano

Señoras y señores, Estimados amigos

Colombia es un país de notable inspiración creativa, artística, musical y literaria. Es un estado de una fe viva y exuberante, algo que queda refrendado por su historia. Una nación con una sólida tradición de democracia basada en el Estado de Derecho y elecciones. Los colombianos históricamente han demostrado una gran valentía y una voluntad política relativamente fuerte para abordar los desafíos, para lograr progreso y asumir los retos del mundo moderno.  Se trata de un país al que los ciudadanos de otros continentes miran con esperanza. Así ha sido y así lo sigue siendo. Somos un pueblo muy privilegiado.

Pero Colombia también se enfrenta a enormes problemas, desde peligrosos experimentos antidemocráticos hasta el extremismo radical que se arriman a la dictadura comunista de Castro en Cuba y Maduro en Venezuela, y rechazan los conceptos occidentales de libertad y democracia, lo que se ha visto reforzado con la elección de Gustavo Petro a la presidencia del país. Es una apuesta absurda y nos hace temer lo peor, si lo peor no se ha instalado ya. No aceptar las lecciones que la historia latinoamericana reciente nos ha enseñado negando los hechos significa correr el riesgo de revivirlos, significa asestar un golpe mortal a un Estado frágil y emergente. Esta es una de las situaciones más difíciles en las que nos hemos visto metidos, porque va en el sentido contrario de lo que queremos lograr, y por encima de todo un grave error político.

 Hemos llegado a un punto en el que tiene que quedar muy claro que ningunas elecciones democráticas pueden legitimar el terrorismo, el comunismo, el uso de la violencia o plantear una amenaza directa a las tradicionales estructuras políticas, económicas y sociales, y que ningunas elecciones pueden legitimar un “movimiento” político que hace surgir odio e incita a la gente hacia la violencia, porque las descalificaciones, los maniqueísmos o pretensiones de monopolizar el sentimiento o la razón, de cualquier signo y en cualquier país, contradice todos los valores en los que creemos y el modelo de sociedad que Colombia debe defender, y esto debe quedar patente en la persona de su nuevo Presidente. Ciertamente, el extremismo y el fanatismo no se va a detener con argumentos razonables expuestos por personas cultas e inteligentes. Este debate interesa, sin duda, a los ciudadanos, que esperan una «Colombia como solución» y no una «Colombia como problema».

La situación de Colombia se está haciendo cada vez más tensa, nos enfrentamos a un grado de inestabilidad potencial y vulnerabilidad en la política interna y muy probablemente conduciría a un agravamiento de la ya de por sí frágil situación económica y no puede excluirse un rápido deterioro de la situación en materia de seguridad.

Cualquiera que sea la apreciación que la presidencia Petro (y su futuro gobierno) nos merezca a cada uno de nosotros, el discurso de investidura de su Presidencia debe ser una gran ocasión para que se conozcan las grandes orientaciones del trabajo que quieren hacer, para conocer las capacidades personales y políticas de los hombres y mujeres que la componen; para conocer lo que los grupos políticos reclaman de ese órgano que es el motor del gobierno nacional (el ejecutivo). Hemos leído en alguna prensa que la tarea y las responsabilidades del próximo presidente de la República y su programa político estratégico es una mera formalidad. Para algunos, el resultado está ya descontado y se trata de un proceso meramente formal, sin valor añadido político. Ustedes saben que no es así. Tienen que demostrarlo. Hay muchos planes políticos difíciles en marcha: por ejemplo, los argumentos con respecto a la inseguridad y otras a las circunstancias sociales que rodean el empleo, a las amenazas terroristas o a la pobreza y a la inmigración que produce, a los que siembran las semillas del caos, el desorden y las violentas protestas, ¿Qué dirá, qué propondrá la presidencia Petro sobre estos aspectos que todavía tenemos sobre la mesa? Es algo sobre lo que tendremos que discutir. ¿Qué dirá sobre la reforma de la Constitución que persigue posibilitar la reelección del presidente y también sobre la excesiva burocracia y centralización, falta de transparencia en la gestión ? ¿Cómo quiere la presidencia Petro hacer de Colombia una potencia de referencia en el terreno del medio ambiente, del desarrollo sostenible y de las relaciones internacionales? Asimismo queremos saber cuánto va a costar todo esto y si se trata o no de dinero nuevo. ¿Qué dirá sobre los medios de comunicación? ¿Cómo ve la relación de Colombia con los otros gobiernos populistas, pero también sobre la libertad y la democracia en todo el mundo comunista?¿Cómo pretende hacer frente a este problema? Hemos de reconocer que esto tendrá importantes implicaciones en nuestra seguridad regional y para la sociedad en su conjunto. Por ello le pido que resuelva estos problemas y no se limite a dejarlos de lado. ¿Cómo quiere impulsar las relaciones latinoamericanas? ¿Cómo pretende revitalizar el renqueante proceso de Paz? ¿Cuál será su relación con el congreso y la oposición? ¿Cómo ve, en esta fase transitoria, sus relaciones con los regímenes de Cuba, Rusia, China, Nicaragua y Venezuela?  Considero que este aspecto es muy importante y no se debe pasarlo por alto. Se trata de la cuestión de la estabilización de la democracia, del Estado de derecho y de la paz en Colombia. La presidencia tiene que encarar este debate lejos de reflexiones inopinadas o de ideas preconcebidas, situándolo en una perspectiva estratégica y un horizonte a medio plazo. Ha de responder a la voluntad y a las expectativas de nosotros los votantes.

Debemos obligar a la presidencia a enseñar sus cartas que tiene boca abajo y ponerse manos a la obra, puesto que nosotros los votantes deseamos vivir en libertad y democracia, contribuir al orden público y a la defensa de la Constitución, nada menos. Las instituciones políticas viven y mueren según el respeto de que se hacen acreedoras. No tenemos ninguna necesidad por tanto de emitir opinión al respecto. Pero sería inconcebible que estuviésemos callados sobre unos temas que, al final del camino, por largo que este sea, no podrá decidirse sin el derecho del pueblo a un Estado soberano, seguro, democrático, viable y pacífico. Y lo importante de los caminos no es cuán largos sean, sino adónde llevan. Porque hemos de ser conscientes, y estoy seguro de que lo somos, de que el reto más importante que tiene planteada la Colombia del futuro es la relación con el mundo comunista y esa relación pasa por Venezuela, Nicaragua y Cuba. Y no hemos de perder de vista una cosa, concretamente la necesidad de que las acciones de Colombia se basen en afirmaciones y promesas fiables hechas en la escena internacional. Y Usted debe asegurar que esto sea así. Pero también se basa en una nueva política de vecindad, en el partenariado latinoamericano, y en la integración de la emigración en nuestras ciudades. Un elemento clave de su política con respecto a este país es el apoyo a la sociedad civil y al proceso de democratización. ¿Cree Usted presidente elegido Petro que la fuerza legítima por parte del Estado es la respuesta necesaria para restaurar el orden público en los territorios y el legítimo ejercicio del poder democrático y constitucional?.

Cuando la nueva presidencia esté investida, parece que su principal tarea debería ser la de reforzar la democracia, la gobernanza y el Estado de Derecho incluso desarrollar políticas y actividades que deberían traducirse en una mejora de las condiciones de vida y el acceso a servicios de mayor calidad para las comunidades más desfavorecidas, además de facilitar la integración de la economía colombiana en la economía mundial. Esto es también algo que no debemos perder de vista. Debemos comprender el razonamiento que subyace a este enfoque. Por lo tanto, nuestra pregunta es qué hará la presidencia para mejorar la capacidad competitiva de las empresas nacionales. La capacidad competitiva de Colombia, no es algo abstracto que tenga que ver con los negocios; tiene que ver con que los trabajadores tengan puestos de trabajo y con que las empresas no se vayan a otras partes del mundo, de forma que se pierdan puestos de trabajo en Colombia. Pienso también en el problema cada vez más preocupante del calentamiento climático. Considero que esta presidencia debe elaborar un informe sobre la adhesión de Colombia al acuerdo de Escazú antes de su ratificación por el Congreso teniendo muy claras las consecuencias de una u otra decisión, las implicaciones que tendría para la Colombia la adhesión, y las consecuencias que supondría su rechazo, en lugar del foro declamatorio de ilusiones en que se ha convertido en los últimos años. También, antes de fin de año, tendrá que pronunciarse sobre las perspectivas financieras y dar respuesta a las expectativas que la reforma tributaria y las propuestas presupuestarias ha generado en muchos ciudadanos y tener en cuenta las inquietudes que ha despertado en otros. No es solo un presupuesto. Es el marco de referencia de toda una serie de propuestas legislativas. Ocasión excelente para demostrar que esto no es una caja de grillos que cantan a al luna, sino un colectivo de personas que toman decisiones sobre temas muy concretos y muy transcendentales. Será, en definitiva, una ocasión única para esta presidencia de hacer valer sus prioridades políticas. A Usted presidente le esperan tiempos difíciles y turbulentos. Esto implica a su vez dificultades para las empresas y tiempos difíciles para los trabajadores y para la sociedad en su conjunto.

Tendremos, obviamente, que analizar el papel que nuestra Colombia juega en el mundo y, en particular, dedicar atención a sus relaciones con la OTAN que tienen especial importancia. Creo que la principal tarea que le espera a Usted como Presidente es tener respeto y consideración los unos por los otros, así como por nuestras procedencias y tendencias ideológicas y personales, aunque siendo conscientes de que, al fin y al cabo, somos ciudadanos y ciudadanas que intentan trabajar juntos para reforzar este país. También debe haber respeto por los Miembros de la oposición en el desempeño de su labor y por su forma de trabajar. Me dirijo a usted, para pedirle que encabece el esfuerzo por asegurar que el respeto y la dignidad de esta Colombia estén protegidos en todo momento.

Señor Presidente Petro, que tenga mucho éxito en su trabajo, y esperamos que sea un buen Presidente para todos nosotros, al margen de dónde vengamos y al margen de lo que pensemos, es el ideal de respeto de la dignidad de la diferencia. Existen aspectos que nos hacen diferentes, pero no tienen por qué dividirnos si mostramos tolerancia, respeto y comprensión hacia ellos. Si defiende usted Colombia como una comunidad de responsabilidades e intereses, protege el territorio de la nación, la sacralización de sus fronteras, tiene respeto y gratitud por el pueblo y la patria de nuestros antepasados y sus esperanzas de un futuro mejor, siempre estaremos de su lado. Si no es así, podemos convertirnos en los sus más acérrimos opositores, al igual que sus oponentes más firmes. No todos los políticos tienen la oportunidad que se le ha dado a Usted. Demuestre que realmente se merece este trabajo tan importante desde el punto de vista histórico y que es Usted un Presidente para todos nosotros. La presidencia no se puede permitir una excelencia superflua, como una vez afirmó Benjamín Franklin sobre la Vicepresidencia de los Estados Unidos, puesto que Usted será nuestra voz; hablará por nosotros en el mundo; será la voluntad del Congreso: será nuestra resolución. Cada uno de nosotros tiene la tarea de construir la legitimidad democrática, y con ella la democracia y la labor que desempeña, pero ninguno más que Usted. Sin duda, en los próximos cuatro años, creemos que el reto más importante para este Presidente es superar tanto el escepticismo de nuestros ciudadanos como nuestras diferencias políticas. Paralelamente, producir mejores leyes y demostrar en la práctica que es posible hacer que la democracia funcione y que la gente vea que funciona, y ha de hacer las veces de ojos de la comunidad internacional en cuestiones donde no hay lugar para la hipocresía o la doble moral, como en la protección de los derechos humanos y las decisiones sobre la paz. Es una cuestión política real que Usted ha de plantear personalmente. Creemos que su papel como Presidente es absolutamente crucial también para que se haga justicia.

Señoras y señores, en Colombia ha sonado la hora de los ciudadanos. Quisiera, con todos ustedes, movilizar a nuestro pueblo, algo que creo que hemos conseguido y dinamizar a nuestra sociedades para hacer realidad ese potencial democrático y de esperanza. Tenemos una imposición moral de impulsar y defender la democracia y la libertad, cueste lo que cueste, y la primacía del Estado de Derecho. Somos fruto de un pueblo con muchos valores que han hecho grande a nuestra patria, de una generación que se niega a claudicar, a abandonar la independencia, la soberanía nacional, la democracia. Es un mismo pueblo soberano e indivisible y, si existe la voluntad, también existe el camino para conseguirlo.

Muchas Gracias y que Dios bendiga a Colombia

Martín Botero
Estudioso y profesor, Abogado europeo y Jurista internacional

 

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Martín Eduardo Botero, colombiano de nacimiento. Abogado Europeo inscrito en el Conseil des Barreaux Europèens Brussels. Titular de Botero & Asociados, Bufete Legal Europeo e Internacional con sede en Italia, España y México. Letrado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Presidente y fundador de European Center for Transitional justice y vicepresidente en la Unión Europea de la Organización Mundial de Abogados. Graduado en Jurisprudencia por la Universidad de Siena (Italia) con Beca de Honor del Ministerio de los Asuntos Exteriores italiano.  PhD en Derecho Constitucional Europeo por la Universidad de Bolonia con Beca de estudio del Ministerio de los Asuntos Exteriores italiano y la Unión Europea.  Su último libro lleva por titulo “Manual para la Lucha contra la Corrupción: Estrategia Global: Ejemplos y Buenas prácticas”.