El diseño nace en Italia, precisamente en el Renacimiento y se desarrolla gracias a la influencia recíproca entre las escuelas de diseño industrial y las corrientes artísticas, siguiendo vías innovadoras y diversificadas vinculadas al territorio y el hacer empresa.
Italia se ha destacadao en el mundo por su inspiración y su cultura las cuales se reflejan en sus diseños, por ello el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia ha elegido el diseño como uno de los principales ejes de la promoción de Italia en el mundo, de aquí nace la frase «vivere all’italiana» y debe ser festejado, gracias a sus caracteristicas únicas e intrínsecas, si Italia factura €100 billones, la industria italiana es responsable de más de una tercera parte.
Una acción conjunta ha sido puesta en marcha por el Ministerio de Relaciones exteriores y la Cooperación italiana y tantos otras instituciones, entes, empresas, más de 100 sedes en el mundo, 100 «Embajadores» de la cultura italiana contarán un proyecto de excelencia.
En reconocimiento a la craetividad italiana reproponemos este artículo publicado el Lunes 16 de junio de 2008 en el Diario Oficial El Peruano del título ¿cuántas Ferrari pueden crearse en América Latina?
SÍMBOLO DE ÉXITO PARA ITALIA. ¿CUÁL HA SIDO SU FÓRMULA?, LA AUTORA AFIRMA QUE ESTE PRODUCTO ES UN FENÓMENO QUE LOGRÓ QUE LOS ITALIANOS SE SIENTAN IDENTIFICADOS Y ORGULLOSOS DE ESTA FÁBRICA. UN MODELO QUE PUEDE IMITARSE EN EL PERÚ CON NUESTRA GASTRONOMÍA, TEXTILES, ARTESANÍAS Y PRODUCTOS NATURALES. A TOMARLO EN CUENTA.
Los recursos naturales son una bendición para un país, pero el ingenio de las personas es un valor que no tiene confines en el tiempo. Basta una idea, creer en ella y convertirla en una pasión para completar la vocación de una vida, que puede convertirse en un producto símbolo o símbolo de un país. Esto es la Ferrari. Muchas cosas se han escrito sobre este ícono y mirándolo desde nuestro ángulo nos preguntamos: ¿cuántas Ferrari pueden crearse en América Latina? Entiéndase bien que no se habla del producto en sí, sino cuanto de intrínseco se encuentra tras este producto: pasión, identidad, continua innovación y tanto trabajo artesanal.
Si Italia tiene un símbolo éste es la Ferrari, que ha superado el tiempo y a su inventor. Constituye un modelo de éxito que ha hecho grande este país en el mundo y puede constituir un estímulo creer en una pasión, hacerla realidad y convertirla en importante no solamente para su creador sino más bien para los trabajadores que se sienten identificados y orgullosos de trabajar para esta marca. Para Italia, la Ferrari es un fenómeno de unidad territorial, casi como el futbol, pero a esto se agrega una clase que confirma a este país como la mejor sastrería del mundo.
LOS ORÍGENES
La Ferrari nace en Modena, por Enzo Ferrari (fallecido en 1988), quien en 1929 funda la escudería para que sus socios participen en las competiciones automovilísticas con vehículos Alfa Romeo y en 1938 se convierte en el director de Alfa Carreras. En 1939 se separa de Alfa Romeo y funda, en la vieja sede de la escudería, el Auto Avio Costruzioni Ferrari que trabajó para la Compañía Nacional Aeronáutica de Roma, la Piaggio y la RIV. Su empresa realizó un vehículo deportivo, la Spider 8 cilindros 1500 cm3 (o la 815), la cual participó en las Mille Miglie de 1940. La Segunda Guerra Mundial puso fin a cualquier actividad deportiva. Después del fin del conflicto se proyectó y se construyó el primer vehículo Ferrari, la 125 sport que debutó en el Circuito de Piacenza en 1947 y dos semanas después ganó el Gran Premio de Roma, es el inicio. Sus financiadores en una Italia que renacía después de la II Guerra Mundial fueron los industriales de la época. La marca tiene un origen modenés, el piloto Francesco Baracca, medalla de oro en dicha guerra, lo había pintado en el fuselaje de su avión. Los padres del piloto ya fallecido, después del conflicto, confían la imagen del Caballito a Enzo Ferrari quien lo asume como símbolo de la escudería, colocándolo sobre un escudo amarillo, color de la ciudad de Modena sobrepuesto por la bandera italiana. En cambio el color rojo es tomado de la nacional italiana para los vehículos del Gran Premio. Todo lo demás: Gran Premio, Formula 1, copas ganadas, carreras y grandes pilotos son resultados importantes cuanto el resultado también de una gestión empresarial.
Pero, detrás de las competiciones se encierra un gran trabajo artesanal realmente desconocido. Es difícil en esta época donde el automatismo, la alta tecnología prevalecen sobre las capacidades manuales del hombre descubrir una sastrería del automóvil: Maranello. Es realmente una gran experiencia ver construir una Ferrari, probaremos a contarlo. LA «SASTRERÍA» Maranello es un pueblo al cual se llega a través una estrecha calle de doble vía. Este complejo recibe compradores de todo el mundo quienes esperan hasta dos años para tener su propia Ferrari. Cuando se dice «propia Ferrari» es exacto, cada futuro propietario elige el color/es del auto, de su interior, cuero, gamuza, detalles imperceptibles como sus iniciales todo lo cual es cuidado maniacamente por todos los que confeccionan esta joya. Desde el inicio del ensamblaje, cuando el chasis entra en la «sastrería»: un gran cobertizo de cinco filas, camina con todos sus componentes y después de cada «intervención» se registra la firma del autor. Poco a poco adquiere la forma viéndose tantas brazos humanos y de tantas mujeres, casi todas del pueblo Maranello. Para ellos trabajar en la Ferrari es un orgullo que se traspasa de padre a hijo. La producción de la Ferrari es de 5.800 vehículos por año. Una vez superados los controles de ensamblaje se pasa a la prueba del vehículo y se los ve circular como en la Fórmula 1. Volviendo a nuestra realidad latinoamericana, donde prevalecen dimensiones no de gran escala sino más bien de nichos de mercado, es necesario tener presente que para ser los mejores no es necesario inundar el mundo con productos sino más bien ofrecer artículos de calidad que mantengan al centro de la producción al hombre y su identidad.
En América Latina, en general, hemos comprado la idea que todo lo que viene de afuera es mejor sin haber mirado al interior de nuestra cultura y de nuestra identidad donde se encuentra una riqueza única al mundo ya que nos pertenece solamente a nosotros y no es imitable. En el Perú tenemos tantos casos: el pisco, el tejido de la vicuña, alpaca, la maca, el yacón, la refinada cocina reconocida en el mundo entero. ¿Probamos a construir algunas «Ferrrari» en el Perú?