AIDA ante la apertura de negociaciones UE y EE.UU.

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El presidente de AIDA acoge con satisfacción la apertura de las negociaciones comerciales y tecnológicas entre la UE y EE. UU.

El Consejo Transatlántico de Comercio y Tecnología emitió una declaración conjunta inaugural el miércoles. El TTC UE-EE. UU. Es un nuevo foro para la cooperación transatlántica.

En diciembre de 2020, la Comisión Europea propuso la creación de la Unión Europea-EE.UU. Comercio y Consejo de Tecnología (TTC), para facilitar el comercio, expandir la inversión, desarrollar estándares compatibles, impulsar la innovación y fortalecer el liderazgo tecnológico e industrial de los socios. El TTC también tiene como objetivo ‘liderar la transformación digital basada en valores’. Mientras tanto, el comercio entre la UE y EE. UU. continúa y es tan importante como siempre, que se manifiesta en el hecho de que, juntos, forman la mayor relación económica bilateral en el mundo, con los mayores flujos de datos globales a través del Atlántico.

El presidente del Comité Especial sobre Inteligencia Artificial en la Era Digital, Dragoș Tudorache, reaccionó el jueves a las conversaciones entre la UE y los EE. UU. Que tuvieron lugar en Pittsburgh.

“La asociación tecnológica entre la UE y los EE. UU., basada en valores democráticos compartidos, es la base más sólida del futuro transatlántico”, dijo Dragoș Tudorache (Renew, RO), quien consideró la relación transatlántica como la piedra angular del mundo moderno y del sistema internacional basado en reglas. En la era digital, la relación entre la UE y los EE. UU. seguirá teniendo una influencia significativa en la forma en que evoluciona el sistema internacional, por ello, señaló «necesitamos asegurarnos, juntos, de que evoluciona en la dirección correcta. Y debemos darnos cuenta de la magnitud y la importancia de esta responsabilidad conjunta”.

La agenda es importante, se requiere que trabajen juntos para «lograr una IA confiable», necesitan asegurarse que las cadenas de suministro en tecnologías críticas no se encuentre «amenazada por economías no democráticas y no de mercado y que las inversiones extranjeras en nuestras economías no nos debiliten», declaró.

Por ello la UE y los EE. UU. «deben hablar con una voz unida en el escenario mundial al establecer las normas para el futuro mundo digital; y asegurarse de que la tecnología no se utilice de forma indebida para subvertir nuestros valores y nuestras democracias”.

Los valores democráticos deben orientar el desarrollo tecnológico

“La democracia y los valores democráticos deben guiar el desarrollo tecnológico, y me complace señalar que son los cimientos del TTC. Sólo alineando la tecnología para que sirva a nuestras democracias podremos construir un futuro digital sin la proliferación de prácticas peligrosas como los sistemas de puntuación social que violan los derechos, la desinformación y la coacción a través de la dependencia tecnológica”, agregó.

“Creo firmemente que la cooperación en los temas cubiertos por el TTC se convertirá en el principal vector de estabilidad y convergencia a través del Atlántico y conducirá a una relación transatlántica fortalecida, a pesar de algunos irritantes de larga data y algunos nuevos entre la UE y el NOSOTROS. Por esta razón, en el futuro, me gustaría ver el TTC, ahora operativo a nivel ejecutivo, complementado con una dimensión parlamentaria, en la que el Parlamento Europeo y el Congreso participan en un trabajo estructurado sobre la convergencia regulatoria, y con una dimensión de inversión, en el que la UE y los EE. UU. comprometen conjuntamente recursos para proyectos de tecnología moonshot y para mantener nuestro liderazgo en innovación global”, concluyó.