La calidad del aire en la Unión europea

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El Consejo ha adoptado hoy conclusiones sobre la calidad del aire que ofrecen orientación política para seguir trabajando en la lucha contra la contaminación del aire. La política actual de aire limpio de la UE, de acuerdo con los hallazgos del control de aptitud de las directivas de calidad del aire ambiente, ha contribuido significativamente a mejorar la calidad del aire, pero aún queda mucho por hacer para reducir el impacto negativo de la contaminación del aire en la salud y el medio ambiente.

Aunque el número de personas expuestas a la contaminación del aire ha disminuido notablemente desde 2008, la contaminación del aire sigue siendo la causa ambiental más importante de problemas de salud en la UE. Se estima que genera más de 400,000 muertes prematuras cada año, con personas en áreas urbanas particularmente expuestas, y que tiene efectos nocivos en los ecosistemas.

Porcentaje de áreas del ecosistema con deposición de nitrógeno por encima de cargas críticas para eutrofización (2005 izquierda, frente a la implementación completa de NECD 2030, derecha; basado en un conjunto de datos de 2012)

El Consejo considera que los estándares de calidad del aire establecidos, en particular los valores límite, han sido efectivos y siguen siendo esenciales para proteger la salud de los ciudadanos. Sin embargo, hay margen para mejoras en el marco legislativo para garantizar una buena calidad del aire en toda la UE. Acoge con satisfacción el objetivo de la Comisión, tal como se establece en su Comunicación sobre el Acuerdo Verde Europeo, de abordar la contaminación mediante medidas preventivas y correctivas, incluida la revisión de las normas de calidad del aire.

Destaca la necesidad de coherencia entre la política de aire limpio y otras áreas de política relevantes. Esto significa que los objetivos de calidad del aire deben reflejarse plenamente en la legislación sobre fuentes de emisiones de la UE y en el diseño de nuevas iniciativas en el marco del Acuerdo Verde Europeo, incluida la movilidad inteligente, la integración del sector inteligente, las energías renovables, la renovación de edificios, la calefacción residencial, la agricultura y la industria.

El Consejo también acoge con satisfacción la intención de la Comisión de tomar medidas adicionales hacia la movilidad sin emisiones y proponer normas de emisiones más estrictas para los vehículos de gasolina y diésel, teniendo en cuenta también los contaminantes que aún no están regulados, así como para reducir las emisiones del transporte marítimo y para mejorar la calidad del aire en puertos y aeropuertos cercanos.

El Consejo subraya la importancia de priorizar y aprovechar la financiación disponible para las mejoras de la calidad del aire, y sugiere utilizar los beneficios conjuntos de los objetivos climáticos y la calidad del aire como palanca para las inversiones privadas.