Adios Silvio Berlusconi

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No nació rico, si inteligente, miraba el mundo no desde la platea sino desde un palco. En el colegio preparaba tres temas, vendía dos y si superaban la aprobación, cobraba. Cuando era estudiante universitario, seguía las clases puntualmente, tomaba apuntes que dejaba en venta en la copistería para quienes a la clase habían faltado. Veía las necesidades como oportunidades. No recibió propina desde los 14 años, por orgullo, su padre le preguntó en qué había gastado el dinero. Por ello, inteligente con deseo de construir, crear, solo podía contar en sí mismo. Alejado de los modelos principescos tipo Agnelli, su modelo era “muévete”.

Con una versatilidad ganada, gracias a todos los trabajos realizados, acumuló un capital que fue su aporte al primer proyecto serio de construcción de casas, con un experimentado constructor Pietro Canali, fundan Cantieri Riuniti Milanesi, compran el terreno, pero, faltaba el dinero para la construcción y decidió venderlas en proyecto de departamentos imaginarios, siempre recurriendo a los amigos. Fue un éxito.

En una Milán, capital económica de Italia, y ante la escasez de habitaciones, pues todos querían vivir en el centro de la ciudad, él inicia la construcción de ciudades:  Milano2 al sur de Milán y Milano3 al norte, recalificó la periferia milanesa, primera vez que en medio de la niebla milanesa y de veranos fresquísimos se construían casas con balcones, él, quien había vivido siempre en un pequeño departamento de familia. La burocracia italiana se encargó de paralizar muchos proyectos.

Con la capacidad adquirida, ante el monopolio de la Radio Televisión Italiana-RAI con una transmisión reducida, incursiona en el campo de la comunicación. Generaciones han crecido con los programas de Mediaset.

Su primera entrevista, como empresario exitoso, la da a “Capital”, Berlusconi tenía 44 años, él envía el mensaje “si algún joven tiene una buena idea, llámeme al teléfono, yo lo escucharé”. Era 1981, Urbano Cairo, joven que estaba terminando el servicio militar logra superar la barrera de la secretaria. Así inicia una relación laboral y de amistad, fue asumido como su asistente, ahora es presidente de Rizzoli-Corriere della Sera Media Group S.p.A, cotizada en la Bolsa de Milán con un facturado de 846,2 millones € (2021).

De Urbano Cairo solo se escuchan palabras de agradecimiento, “estar con Berlusconi” a quien nunca él le dio del tú “era una fiesta” pero con método.

Para Berlusconi, ser empresario se requiere “creatividad, capacidad de síntesis, coraje, buena salud y tantas ganar de tener éxito” y “no desmoralizarte si alguna vez se pierde: hace parte del juego. Respetar el último mandamiento: no desear la empresa de otros. Es mejor y más divertido crearse la propia.”

Ya había creado Mediaset, que inicia a cambiar Italia, desde la mañana las noticias, hasta pasada la medianoche, si la RAI, hasta ahora, hace pagar el canon, Mediaset ofrecía una ventana a la modernidad en forma gratuita pues su palabra mágica era: publicidad. En sus programas de variedad pone toda su creatividad que él mismo controla, asume y le cambia la vida a much@s italian@s, algunos  declararán ”estaría trabajando en una panadería si no fuera por Berlusconi”.

Ante la caída de Craxi, quien fuera testigo de su segundo matrimonio, en política quedaba la izquierda y el comunismo, Berlusconi en un mensaje por televisión anuncia que entra en política. No tenía los moldes de la política, si la experiencia invalorable de haber trabajado, construido, ser ya millonario frente a quienes vivían del Estado bloqueando el desarrollo de la gente. Funda el partido Popolo de la Libertad. Hace alianza con Bossi de la Liga Lombarda quien lo traiciona, Bossi se enferma y no puede pagar la cura médica que requiere, Berlusconi cubre los gastos, y Bossi, le será eternamente agradecido.

La gente lo adora, porque no ofrecía palabras, su vida era una realidad, invitaba a todos a ser empresarios, tener su propio proyecto. Reducir el aparato del Estado, disminuir los impuestos.

Cuando Italia hospedó la Asamblea del BID, Berlusconi propuso, “hacer una Cámara de Comercio Italia-América Latina” lamentablemente, quienes adoran el dinero, pero no saben cómo hacerlo, aguaron la propuesta.

A pesar de su genialidad, sus excesos le marcaron su decadencia. Podemos decir que la insoportación que generó dieron paso a tantos juicios que han prescrito o han sido resueltos a su favor, si no lograron condenarlo, lo que sí lograron, fue apartarlo de la vida política.

Su esposa pidió el divorcio, las exteriorizaciones inadecuadas hacia las mujeres eran casi insoportable, situaciones poco claras, lo palidecieron. No obstante, haya posicionado a muchas mujeres italianas, 40% de su propuesta política era femenina. Sin embargo, su sentido de omnipotencia prevalecía, muy similar a la de otros hombres de derecha como Boris Johnson, Donald Trump, Netanyahu, Bolsonaro, a quienes el poder, al parecer, les hace perder el sentido de la realidad. Digamos que casi todos hacen lo mismo, sea de derecha o de izquierda, pero, en forma recatada o en forma subterránea, es más cónsono al quehacer masculino. En otras palabras: no hacer escándalo.

Silvio Berlusconi cambió a Italia, hizo perder el miedo a los italianos, hizo ver que es posible otro sistema de vida, les abrió los ojos, les enseñó la libertad, posicionó internacionalmente su país.

Deja a sus cinco hijos una fabulosa herencia, empresas en la editoría, en la comunicación, en las finanzas, más de 6 mil millones de euros. Marina y Pier Silvio hijos del primer matrimonio aparecen como los más dotados para llevar adelante la holding, construida por el padre. Los tres hijos del segundo matrimonio Barbara, Eleonora e Luigi ocupan cargos en otras empresas. La que más se parece al padre es Marina, de quien se voceó que entraría en política, Silvio la desaconsejó.

Nadie como él, en la época contemporánea, influyó tanto en la cultura de Italia, encarnando tan claramente la genialidad italiana en sus vicios y en sus virtudes.