El retrato de José Silverio Olaya Balandra (Chorrillos 1782 – Lima, 29 de junio de 1823) es la única pintura documentada de José Gil de Castro que representa a una figura popular y uno de los pocos retratos significativos de un personaje indígena que se conservan de este período. Por su ambición, el lienzo solo podría compararse con las grandes telas de cuerpo entero de presidentes y personajes públicos como O’Higgins y Bolivar. A diferencia de ellos, Olaya fue pintado después de muerto, como homenaje de la patria por su acción heroica y su martirio a manos de las fuerzas realistas, hecho que lo erigió rápidamente en un potente símbolo de la contribución del pueblo peruano a la causa de la independencia. El pescador chorrillo no sólo no representaba amenaza alguna para los jefes militares en constante disputa por el poder, sino que era además un claro referente local en el contexto de la violenta reacción contra las figuras extranjeras que habían dominado la independencia. Gil de Castro lo erige en una suerte de santo secular, vestido todo de blanco frente al paisaje de su Chorrillos natal.
Particulares del cuadro:
Particulares del cuadro:
José Leandro Cortés (pintor)
José Antadilla (ebanista)
ESCUDO NACIONAL DEL PERÚ
1832
Óleo sobre tela
108 x 70 cm.
Banco Central de Reserva del Perú, Lima, Perú