Entre la caída de Bizancio en 1453 y la Batalla de Lepanto, que determinó la derrota de los turcos en 1571 gracias a la Liga Santa, pasaron 118 años.
De este período se ocupa la Muestra del Museo de Bellas Artes de Bruselas – BOZAR.
La entrada de Turquía en la escena europea marcó el final de la Edad Media, una época de peleas internas, de Cruzadas y también significó el impedimento de seguir usando las rutas habituales para llegar a India y China, de donde se traían especies y cosas tan bellas cuando exóticas.
El más importante evento que produjo la entrada turca en Europa fue que España y Portugal en la búsqueda de nuevas rutas para llegar a Oriente, llevó a Cristobal Colón a descubrir América, generando en aquella época un Nuevo Orden Mundial. Dos pequeñas naciones que no habían tenido relevancia en Europa se convirtieron en poderosas, ricas. Este descubrimiento trajo además nuevos alimentos, entre ellos: la papa, el tomate, el cacao, entre tantos otros.
Queda claro al ver la Muestra que es enriquecida con tantos testimonios pictóricos, principalmente, de artistas italianos, que el Imperio Otomano era una gran potencia sin necesitar de aliados y a nuestro modo de ver lo sigue siendo.
La diferencia religiosa, no era un detalle, era el “problema” sobre todo con el Vaticano, que hizo, por todos sus medios, hacer entender que eran los enemigos del Cristianismo y aún ahora tenemos elementos que confirman esa visión.
Los turcos avanzaron rápidamente a nivel comercial y en poderío en Europa.

De los Sultanes expansionistas se destaca Solimán II El Magnífico (1481 – 25 de abril de 1512)

Desde su ascensión al trono en 1520 realiza guerras de expansión en tres direcciones: hacia la Europa cristiana, en las fronteras del Imperio de los Habsburgo; hacia el imperio persa chiíta en el este; y por el Mediterráneo. Conquistó Belgrado (1521), venció en la batalla de Mohács (1526), tomó Budapest (1529), puso en estado de sitio a Viena (1529), se anexionó la mayor parte del territorio húngaro (1547) y sometió al Imperio alemán al pago de un tributo. Sus ataques contra los «herejes» chiíes de Persia le llevaron a conquistar Tabriz, Bagdad y la mayor parte de Mesopotamia (1534), extendiendo luego sus dominios por las costas de Arabia. En cuanto a la expansión mediterránea, comenzó con la conquista de Rodas (1522), que le proporcionó el control de las rutas comerciales venecianas y genovesas; continuó sometiendo al vasallaje otomano a Argel (1529) y Trípoli (1551).

Entre las mujeres mas potentes y enigmáticas de la historia otomana se encuentra Hürrem Sultana, esposa del Sultan Solimán. Tenía muchos amigos y tantos enemigos, vivi gran parte de su vida en el harem. Lo que hace especial su vida e historia es que el Sultán Solmán se casó con ella rompiendo una tradición de más de 300 años. Una ceremonia fastuosa, celebrada por todos y en todo lado. Por este hecho fue cuestionada toda su vida. La escritora turca Elif Shafak refiere que en la historia de Turquía es demonizada como ambiciosa sin límites, acusándola de usurpar el poder del marido quien carecía de fuerte personalidad, las intrigas debilitaron el Imperio y enviaban un sublime mensaje «las mujeres no deben entrar en política».
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Los Sultanes expansionistas impusieron una forma de vestirse, las ricas telas, los bordados, el lujo oriental influyó incluso en la vestimenta clerical, bordados en oro, terciopelos, sin dejar de lado los avances en geometría, los relojes. Los artistas se rendían ante Subliman el Magnífico, abundan pinturas dedicas a su figura y poderío.

Este es un tapiz oriental. Los pintores del Renacimiento inventaban muchas veces ellos mismos las decoraciones de los tapices inspirados en motivos orientales, los decorados arabescos se encuentran frecuentemente en el arte europeo del siglo XVI, era tal la influencia que se vivía en aquella época. Hubieron pintores que eran clasificados por los críticos de arte, algunos de ellos Lotto, Holbein, Crivelli o Memling. El que aparece es un tapiz de Anguissola es un tapiz con pequeños motivos, una decoración frecuente. Los tapices podrían ser artículos de uso en la casa, tener una función simbólica, también señalar el rango del difunto, en todo caso el hecho de usarlos en situaciones excepcionales nos hacen ver que éstos eran considerados artículos de lujo.

La palabra «tulipán» proviene del vocablo turco otomano tülbend que, a su vez, proviene del término persa dulband. Ambas palabras significan ‘turbante’ y hacen referencia a la forma que adopta la flor cuando está cerrada. Originaria de Oriente tuvo mucho auge por su belleza en Occidente, los españoles y portugueses iniciaron su cultivación, siendo los Países Bajos quiene hasta la fecha dirigen la producción mundial de tulipanes. Los Países Bajos, concentran el 87 % del área mundial, la cual es de aproximadamente 12 000 hectáreas. Los bulbos de esta especie se producen significativamente en otros 14 países, encabezados por Japón, Francia y Polonia.
La relojería y la orfebrería tuvieron un gran auge en la mitad del siglo XVI en el sur de Alemania. Sus piezas eran muy cotizadas en Europa y también en el Imperio Otomano. Constituían preciosos regalos y representaban los Habsburgos. En la foto vemos un reloj automático con un Pacha sobre el caballo, al lado del caballo se ve un perro que acompaña la caminata. Este reloj es del 1580, se encuentra en el Museo de Historia de Basilea.