Creer en México, creer en nosotros.

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Es siempre agradable ver al Papa Francisco, una persona que transmite afabilidad, serenidad y tanto entusiasmo. Para muchos, los buenos propósitos de hacerle una foto, se convierte en vanas esperanzas, cuando él se acerca todo se mueve y la gente pierde el control de sus movimientos, ¿como se puede tomar una foto si quieres saludarlo con los brazos, gritar su nombre y hasta saltar?.

En estos días, se están preparando los detalles finales para su visita en México, una tierra muy necesitada de esperanza, con las contradicciones sociales, económicas que sólo lo países latinoamericanos saben brindar. El Papa Francisco estará en México del 12 al 18 de febrero.

En el ámbito del “Jubileo de la Misericordia”, el pasado sábado 30 de enero, horas 10, se inauguró la Audiencia Jubilar del sábado, además de la habitual Audiencia de los miércoles.

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Foto: Panorámica Latinoamericana

En esta Audiencia Extraordinaria, Papa Francisco, pidió a los cristianos que seamos “Misioneros de la Misericordia». Una palabra, la Misericordia, poco utilizada, la cual, últimamente es pronunciada a diario.

Como él explica, la palabra Misericordia está compuesta por dos palabras distintas: miseria y corazón. Corazón indica la capacidad de amar y la misericordia, es el amor que abraza la Miseria de la persona, “no hay pecado que pueda alejarnos de la misericordia de Dios”.

Las siete obra de Misericordia corporal son:
1) Dar de comer al hambriento; 2) Dar d beber al sediento; 3) Vestir al desnudo; 4) Dar posada al peregrino; 5) Visitar y cuidar a los enfermos; 6) Redimir al cautivo y 7) Enterrar a los muertos.

Las siete obras de Misericordia espiritual son:
1) Dar buen consejo al que lo necesita; 2) Enseñar al que no sabe; 3) Corregir al que yerra; 4) Consolar al triste; 5) Perdonar las injurias; 6) Sufrir con paciencia los defectos de los demás; y 7) Rogar a Dios por vivos y difuntos.

Ls Misioneros de la Misericordia, que somos todos los católicos, todos los cristianos, tenemos la oportunidad de poner en practica en este Año Jubilar las obras de Misericordia, corporales así como las espirituales.

Entonces, la visita del Papa Francisco a México en este año extraordinario, se vuelve muy significativo, además de la capital visitará tres ciudades,  lejanas entre ellas, elegidas por sus características.

Morelia, pueblo migrante; Michoacan expulsor de migrantes, Ciudad de México y por último Juárez, pueblo lacerado por la violencia, violencia homicida, por la lucha de los carteles donde ya no se paga en efectivo a los que rentan las tierras sino en especies, con la misma droga. De este modo, los cultivadores, los rentistas, se vuelven vendedores, distribuidores de droga en las calles, construyendo un mercado de consumidores de drogas  en México, donde no se la consumía.

En un momento, donde los pueblos en el mundo se están moviendo, el Papa Francisco entrará en México, como es su deseo, como un migrante más, como todos lo migrantes que llegan a México de paso de Centroamérica hacia los Estados Unidos, la tierra prometida.