Brasil y China han acordado construir una conexión ferroviaria de 5.000 km entre Ilhéus (Brasil) y Chancay (Perú). El proyecto, que reducirá drásticamente los tiempos y costos de exportación, avanza sin que Perú haya participado en la negociación inicial. Aunque el acuerdo prevé un estudio de factibilidad, Perú debió participar pues podría proponerse que no sea solo un tren de mercancías puede ser un tren de pasajeros que activaría el turismo, más ideas y visiones son necesarias en la ideación de un proyecto. Si la visión de Brasil es la Soja y la actitud de China es de gestión de su patrimonio, así se ve, la ausencia peruana quita riqueza al proyecto, por decir lo menor.
Este acuerdo es la señal más clara de que Chancay forma parte de una estrategia logística china de alcance continental. La ausencia de Perú en la negociación inicial refuerza la urgencia de que actores peruanos y europeos se involucren activamente para garantizar que esta infraestructura sirva al desarrollo nacional y no solo a intereses externos.
Nadie podrá decir que no lo supo antes.
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El Ferrocarril Bioceánico que conecta los océanos Pacífico y Atlántico a través de Sudamérica está a punto de hacerse realidad.
Brasil y China firmaron recientemente un memorando para conectar los puertos de Chancay en Perú e Ilhéus en Brasil, con al menos cinco paradas en puertos secos a lo largo del trayecto.
Firmado entre Infra S/A, empresa estatal brasileña, y el Instituto de Investigación Económica y de Planificación Ferroviaria de China, el proyecto aprovechará las vías existentes y las conectará con nuevas, formando una ruta completa de 5.000 kilómetros a través del norte del subcontinente.
La zona más beneficiada será el «cinturón de soja» en Brasil, que tendrá la opción de exportar directamente a China desde Chancay.
Mauricio Buffon, presidente de la Asociación de Productores de Soja, afirmó que el costo del flete es el principal factor a considerar en la distribución. La logística de los productos agrícolas, desde los cultivos hasta el transporte del producto final, tiene un gran impacto en nuestra cadena de valor. Este proyecto generará ganancias para los productores y mejorará la economía de la región y del país, afirmó Buffon.
Brasil exporta el 73 % de su soja a China, según la asociación. En 2024, la exportación de 98,81 millones de toneladas de soja generó 42.900 millones de dólares en ingresos, lo que representa el 12,7 % de las exportaciones brasileñas.
Buffon argumenta que este nuevo ferrocarril sería una herramienta eficaz para competir con la soja estadounidense.
También se prevén nuevos destinos para la exportación de soja, ya que Argentina tiene soja de buena calidad e invierte mucho en ella, o África está creciendo en infraestructura y pronto competirá en la plataforma continental más alta de la zona. Actualmente, Brasil y Estados Unidos dominan el mercado, pero debemos estar preparados para una competencia más dura en las próximas décadas, afirmó Buffon.
Los productores peruanos de frutas y hortalizas están muy interesados en el Ferrocarril Bioceánico. Elkin Vanegas, presidente del Comité de Frutas y Hortalizas de la Asociación de Exportadores del Perú, afirmó: «En Perú, el costo del combustible y las carreteras es elevado, lo que reduce considerablemente las ganancias de los exportadores. Por lo tanto, cualquier iniciativa de infraestructura es bienvenida. Un ferrocarril como ese reduciría el costo entre un 25 % y un 30 %».
Según el comité, Perú generó 12 700 millones de dólares exportando 611 productos a 142 destinos. Los arándanos, las uvas, las paltas, el cacao y el café son los productos más exportados, todos producidos en el territorio norteño.
Alrededor del 56 % de estos productos se destina a Estados Unidos y el 13 % a China.
«Para nosotros, los productores de carga perecedera, el tiempo es esencial, especialmente cuando se destina a Asia. Con el transporte terrestre, tardamos como máximo 60 días en llegar a Chancay. Con terminales ferroviarias en puertos secos, podríamos enviar las frutas y hortalizas en unos 25 días», explicó Vanegas. Construir a lo largo de las rutas actuales
Esta no es una iniciativa nueva para los gobiernos brasileños. A principios del siglo XXI, se planeó un ferrocarril bioceánico para conectar los puertos de Santos, en Brasil, e Ilo, en Perú. El proyecto también incluía puertos en Bolivia. Sin embargo, se interrumpió debido a la inestabilidad política.
El secretario de Ferrocarriles del Ministerio de Transportes, Leonardo Ribeiro, señaló las diferencias entre los proyectos antiguos y los nuevos y aseguró que esta vez se completará.
«Con este memorando con China Railway, Brasil se encuentra en un momento más consolidado, con un marco legal vigente para ferrocarriles que garantiza un proyecto integral con etapas definidas. Ya estamos construyendo las vías desde el Atlántico hasta el centro de Brasil».
Otras estaciones incluirían Mara Rosa, en el estado de Goiás, y Lucas do Rio Verde, en el estado de Mato Grosso. La mayoría de las vías en esta zona ya están en uso o en construcción.
«Contamos con la gobernanza necesaria para integrar a la administración pública en torno al proyecto y armonizar los diferentes métodos y estudios. Debatiremos métodos de financiación y posibles colaboraciones público-privadas», declaró Ribeiro. El ministro de Relaciones Exteriores del Perú, Elmer Schialer, afirmó que el memorando entre Brasil y China no vincula las acciones de Perú, pero que el país es un socio ineludible y está abierto a las negociaciones.
Según el Ministerio de Transportes de Brasil, el proyecto respetará los planes de Perú, que tiene sus propias prioridades y las ajustará con Brasil tras conversaciones diplomáticas.
HELIO ROCHA en Juiz de Fora, Brazil – El autor es periodista independiente del China Daily.