El Doing Business (DB) y el Índice de Competitividad Global (ICG) son los informes que se publican anualmente donde se muestra el panorama actual de más de 190 y 137 países, respectivamente, en lo referente a competitividad.
México es el país que lidera el ranking a nivel latinoamericano de acuerdo al Doing Business. Su puntuación global de 49 mostró una caída en relación al ranking global anterior de 2 puntos. Los rubros de obtención de crédito, la resolución de insolvencia y la protección de contratos fueron los pilares que obtuvieron una mejora.
En el caso del ICG, México se encuentra en segunda posición con una puntuación global de 51. Entre sus principales avances se destacan un mejor ambiente macroeconómico, generado por una mayor estabilidad en las cuentas fiscales; una mayor disponibilidad de tecnología, relacionada directamente con la reforma de telecomunicaciones, lo cual permitió un mayor y mejor acceso al ancho de banda de internet; y la percepción positiva sobre la calidad del sistema educativo.
En referencia a Chile, el país escaló 2 puntos en el DB (55), habiendo mejorado 5 de los 10 pilares y presentó retroceso en el pago de impuestos. Entre las mejores puntuaciones esta la resolución de insolvencia, el manejo de permisos de construcción y la apertura de un negocio.
Actualmente, Chile se encuentra en la primera posición respecto al ICG en Latinoamérica y en el puesto 33 a nivel global. Los factores que le permitieron ocupar esta posición fueron el desarrollo de su mercado financiero y la situación de la educación superior.
El Perú de acuerdo al DB, presentó una puntuación global de 58 puntos, lo que significa un retroceso de 2 puntos respecto al 2017. Los indicadores que presentaron una disminución fueron el pago de impuesto, la resolución de insolvencia, la obtención del crédito y la protección de los inversionistas minoritarios.
La posición 72 que ocupa Perú en el ICG muestra un retroceso de 5 posiciones, respecto al informe del año anterior. Entre los factores de competitividad que se han mejorado en el país se encuentran la infraestructura, salud y educación básica, preparación tecnológica e innovación. Sin embargo, la razón del descenso en este ranking se debe al deterioro del entorno institucional, macroeconómico y la eficiencia del mercado de bienes, laboral y financiero.
En relación a Colombia habría retrocedido seis puestos respecto al informe anterior. En el DB 2018, Colombia ocupa la posición 59. Su mayor disminución la obtuvo en el cumplimiento de contratos, donde se posiciona en el puesto 177 de 190 países. En el pilar de comercio exterior obtuvo la posición 125 de 190, en donde se necesitaría mucho más tiempo en los procesos de importación y exportación.
Respecto al ICG 2018, Colombia retrocedió 5 posiciones, ubicándose como tercero entre los países de la Alianza del Pacífico y en el puesto 66 a nivel global. El origen de este descenso en el ranking se debe principalmente a los índices de corrupción, los altos impuestos, la excesiva burocracia gubernamental, factores que afectaron el desempeño de los pilares institucionales, de infraestructura, salud, educación y la eficiencia de los mercados de bienes.