América Latina muestra una recuperación moderada en el 2025, con un crecimiento regional proyectado del 2.2% de acuerdo a Moody’s Analytics, ligeramente por encima de lo previsto en diciembre con un 2.1%. Este repunte es liderado por Argentina con un 5.2% y Perú con 3.1%, seguidos de Colombia con 2.6%, Brasil y Chile con 2.4% cada uno. México, en contraste, se encuentra casi estancado con solo 0.1%. El crecimiento se sustenta en precios altos de los commodities y mejora crediticia en economías clave.
Argentina encabeza el crecimiento de la región con un rebote tras dos años de recesión (2023-2024), impulsado por una fuerte disminución inflacionaria y expansión del crédito; mientras que Perú y Chile se benefician de los precios históricamente altos del cobre y otros metales, que sostienen sus exportaciones y la inversión minera. Brasil, por su parte, mantiene cierta estabilidad económica gracias a un mercado laboral sólido que apuntala el consumo, pese a sus desafíos fiscales internos.
A pesar de estas cifras, se debe considerar que aún persisten riesgos externos e internos. La política arancelaria de EE.UU. genera incertidumbre, especialmente para México y Brasil. Además, la inflación regional sigue por encima de metas oficiales y la restricción fiscal limita la capacidad de respuesta gubernamental.
Mientras el Cono Sur muestra dinamismo económico en Argentina y Uruguay con un 2.1%. México y Centroamérica enfrentan desafíos por el débil comercio e inversión. Los países como Perú, Colombia y Chile, aprovechan ciclos de materias primas, pero necesitan diversificar economías para sostenibilidad.
En el mediano plazo, Moody’s proyecta una desaceleración en el 2026 con un 2.1% antes de repuntar en el 2027. La región debe priorizar reformas estructurales, facilitar la inversión en infraestructura y fortalecer la integración comercial para mitigar shocks externos.