Quiero pedir una licencia para dejar un mensaje en memoria de mi compañero de promoción de la Marina de Guerra del Perú, amigo muy querido y hasta un hermano. Se trata del VAlm (r) Luis Giampietri Rojas, quien falleció el día miércoles 4 y que fue un excepcional fundador y Comandante de la Fuerza de Operaciones Especiales, combatiente, Jefe de Estado Mayor General de la Marina y ya en retiro, llegó a ser vicepresidente del Perú, congresista y rehén en la embajada del Japón. Hay muchas cosas por las cuales recordarlo, mas la principal, para mí, fue su coraje y espíritu de lucha por la institucionalidad de la Marina; eso nos unió de forma indeleble y por eso lo recordamos, en especial, con orgullo entre nosotros. Lucho fue un elemento de prestigio para la Marina, un ejemplo y un héroe nacional, pero para mí en especial, otro hermano que no tuve. Lamento no haber podido estar a su lado en sus momentos finales, mas, a la distancia, queda mi afectuoso abrazo, mi saludo militar y no un adiós, sino un ¡Hasta luego hermano!
Dicho eso, y como él diría: ¡compadre, la vida continúa! paso a las noticias…
He estado atento al continente americano, pero obvié en algo a la América Central (si bien que es un área ya bastante influenciada por México que arrastra en su pelea con los norteamericanos el amargo sabor de haber perdido Texas a sus manos y eso, sin duda alguna, afecta cualquier movimiento ideológico que tenga por objetivo ir contra ellos), y parece que es el momento de prestarle algo de atención. Sucede que el hijo del dictador Ortega, de Nicaragua, no contento con las actitudes de su padre, salió al ruedo para aprovechar la situación de visibilidad nada menos que para ofrecerle a Rusia el país como una plataforma en su lucha contra el capitalismo. Sorprendente actitud de quien no es el presidente y que se siente envalentonado por la posición del padre como para salir al aire a hace una declaración sumamente peligrosa si es que recordamos la base china que se pretende construir en Cuba.
La presión es evidente por todos lados; lo que pasa es que la izquierda fue con mucha sed al pozo y las cosas se le comienzan a enredar, razón por la cual la radicalización, como motivo para prender la hoguera, es uno de sus métodos preferidos. Sea como fuere, es VIOLENCIA y, un país del tamaño de Nicaragua no debería tratar de salir al frente siguiendo el modelo de la Cuba de Fidel, que hoy está como está por el famoso y “maravilloso” SOCIALISMO, causante de la fortuna de los Castro (y anexos), de la pobreza y subyugación de los países donde impera.
Ya AMLO (Andrés Manuel López Obrador), presidente de México, había comentado una acción de acercamiento a Rusia y pareciera, que, sometido al Grupo de Puebla, Nicaragua trata de hacerle eco y tomar la bandera de la “revolución de los oprimidos”, solo que se olvidó que los oprimidos no son los de la cúpula del gobierno (o ideólogos…), sino aquellos inocentes nicaragüenses que sufren el yugo de una violenta dictadura por los Ortegas.
No le sirve ni a AMLO, ni a los Ortega, ni a Maduro (que, a pesar de estar maduro, no cae), ni a Miguel Díaz-Canel (presidente de Cuba y explotador de sus médicos turistas), ni al propio Lula (líder [¿?] de Sudamérica), tomar posturas agresivas, más ahora que el pueblo parece comenzar a despertar apreciando las barbaridades que se están haciendo en sus narices. Los pueblos americanos están abriendo los ojos porque las políticas socialistas les están tocando los bolsillos y la barriga… ya no creen a pie juntillas los cuentos que les narraban, las fantasías de países en que no había ni pobres ni ricos, es decir, todos eran pobres menos los gobernantes, como lo están apreciando con las fortunas que dilapidan los hijos de los dictadores y TODOS sus agentes directos.
Ha caído muy mal, la noticia de la intervención de Lula, en el mes de agosto para ayudar a que el Banco de Desenvolvimiento de América latina, en el cual Brasil participa con 37%, liberara un préstamo a Argentina, más claro para financiar en su campaña al candidato de la izquierda. Ya había comunicado esa noticia, mas la respuesta de Milei, al enterarse de la operación, fue un claro aviso que no hará negocios con China, Rusia o Lula, a quien calificó de un “comunista nervioso”. Se puede apreciar a qué niveles de actuación puede recurrir la izquierda para tratar de conseguir sus fines, Y lo más sorprendente es que el candidato de izquierda es nada menos que el actual ministro de economía de Argentina, responsable por la debacle económica actual del país.
Como se deduce, las acciones o declaraciones de Lula siempre conducen a problemas y en este caso en especial, lo muestran como un mandatario arrogante, sin el menor respeto por la soberanía de un país vecino y tratando de cambiar tendencias con apoyo a quienes le interesan o le prometen subordinación. No es el camino más adecuado para convencer de la bondad de su ideología y, más grave, lo es el presionar para que un Banco proporcione un préstamo a un país que está prácticamente en bancarrota, sin poder pagar préstamos anteriores y sin poder proporcionar garantía alguna.