La reforma judicial y la lucha contra la corrupción son interdependientes

Carta Abierta al Presidente de la República Dr. Iván Duque Márquez

 

Bogotá D.C., 30 de agosto de 2018

Señor Presidente

Dr. Iván Duque Márquez

Presidente de la República de Colombia

Asunto: Carta Abierta

Respetado Señor Presidente, cordial saludo

El Comité de Voluntarios al Exterior Italia – Unión Europea (UE) Duque Presidente y Martha Lucia Vicepresidente fue creado en Italia y otros países de la UE para impulsar su candidatura a la Presidencia de la República. La invitamos a poner en práctica su estrategia y orientaciones propuestas dirigidas a promover una agenda política ambiciosa de reformas institucionales y una ‘visión de país’ compartida, que facilite notablemente la vida diaria del ciudadano en aras de lograr prosperidad, seguridad y justicia social en Colombia.

Señor Presidente, su campaña electoral fue claramente enfocada en la reforma judicial y la lucha contra la corrupción, no se olvide de este compromiso. La traducción de esas intenciones en resultados han sido una expresión inequívoca y democrática de la voluntad popular. La reforma judicial y la lucha contra la corrupción son interdependientes e indivisibles, funcionan como una sola unidad y deben ser consideradas como tales. Es importante recordar que éstos no constituyen una mera lista de medidas independientes que pueden tacharse de una en una, sino que están interconectadas y se refuerzan mutuamente. Los avances relacionados respecto a uno de ellos inciden en los demás y no pueden cambiarse de forma independiente.

Dado que esos objetivos son interdependientes y se fortalecen entre sí, es de fundamental importancia que el marco de consolidación de la reforma se defina claramente y garantice la coherencia entre los objetivos, ya sea al nivel de planificación o al de aplicación.

La lucha contra la corrupción y la reforma de un sistema judicial y administrativo requiere cambios fundamentales de alcance sistémico. Esos dos componentes son interdependientes y se relacionan a su vez con muchos otros. Así pues, las dos reformas no pueden considerarse por separado, sería un flagrante rechazo de la voluntad popular. Deben plantearse conjuntamente, como una parte de una amplia reforma del sistema judicial y de la lucha contra la corrupción, que requiere un compromiso político a largo plazo.

Si bien es cierto que Usted Presidente ha intensificado sus esfuerzos a los más altos niveles para luchar contra la corrupción y ha seguido avanzando en la persecución de la corrupción a alto nivel, todavía queda mucho por hacer. El procesamiento de personalidades conocidas e influyentes ha tenido gran repercusión. Sin embargo, el rigor de las sanciones no se refleja en las decisiones judiciales. Los datos sobre sentencias muestran que en general las penas no son disuasivas y que son numerosas las suspensiones de penas en asuntos de corrupción a alto nivel. Todo esto socava los últimos avances en la investigación y entrega a la opinión pública un mensaje negativo sobre el compromiso político contra la corrupción. En conjunto, el avance en el tratamiento judicial de la corrupción a alto nivel sigue siendo insuficiente y a veces aún inexistente.

Los problemas profundamente arraigados como la corrupción requieren la reforma de los órganos de control y del sistema judicial, capaces de transmitir firmes mensajes disuasivos. Además, los cambios estructurales necesarios repercuten en el conjunto de la sociedad y requieren una profunda transformación y reforma, que va mucho más allá del mero cumplimiento de su manifiesto electoral; el cambio es irreversible. Todo ello exige un compromiso de Usted Presidente a largo plazo y sólo puede dar resultados satisfactorios si se respeta estrictamente en la práctica, la voluntad popular, y reina la estabilidad política.

Ahora bien, es necesario mejorar la gobernanza y el funcionamiento del poder judicial para garantizar su viabilidad y mostrar una mayor voluntad política de lograr resultados en la lucha contra la corrupción.

Señor Presidente, su Gobierno debe ser el resultado de la voluntad popular expresada libremente en las urnas. Es que ponerse a la altura de la situación implica no solo la legitimidad de origen que brinda las urnas y la voluntad popular, sino también de acción, y esto último, es justo satisfacer los requisitos básicos para un nivel más alto de integración social.

En este orden de ideas, se deben garantizar también procesos judiciales más transparentes y eficientes, en particular incrementando la capacidad y responsabilidad de los Órganos Superiores de la jurisdicción. Presentar informes y llevar a cabo el seguimiento de las consecuencias sobre los códigos procesales civil y penal, sobre todo por lo que se refiere a la instauración de una jurisprudencia coherente.

Resulta difícil luchar contra la corrupción sin la reforma del sistema judicial y de los órganos de control, debe lograrse un delicado equilibrio de iniciativas administrativas y legislativas; un plan de reestructuración del aparato judicial. La responsabilización y las normas éticas de los órganos superiores y sus miembros siguen siendo motivo de preocupación, al igual que los posibles conflictos de intereses entre éstos.

Señor Presidente Duque, confiamos plenamente en que con usted y con su Gobierno trataremos de lograrla. Confiamos en el Presidente y nos ponemos en sus manos, porque sabemos que, bajo su guía y sus esfuerzos, el papel del Gobierno se continuará fortaleciendo, aumentándose su credibilidad y pertinencia y la voz de los ciudadanos se continuará fortaleciendo.

Atentamente,

Comité de Voluntarios al Exterior Italia – Unión Europea Duque Presidente y Martha Lucia Vicepresidente

Los comentarios están cerrados.