Presidente Jáuregui presenta el informe sobre la Delegación del Parlamento Europeo a Venezuela

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Tuvo lugar el 18 de los corrientes, en la sede del Parlamento Europeo, la rueda de prensa de presentación del informe elaborado por los eurodiputados Ramón Jáuregui, Gabriel Mato y Fernando Maura tras su reciente visita a Venezuela. La Delegación tenía el mandato de examinar la situación de la democracia venezolana sobre el terreno, y con ese fin llevaron a cabo una serie de reuniones con representantes de la oposición, de la sociedad civil y expertos universitarios. Los eurodiputados no tuvieron la oportunidad de entrevistarse con las autoridades venezolanas, pese a habérseles solicitado.

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Los eurodiputados Ramón Jáuregui, Gabriel Mato y Fernando Maura.

Las conclusiones del informe fueron resumidas y presentadas a la prensa hoy, destacando los siguientes elementos:

1º. El pueblo venezolano está atravesando unas circunstancias muy difíciles. Una altísima criminalidad en las calles y una gravísima situación económica (alta inflación, falta de aprovisionamientos básicos y reducción de prestaciones sociales), afectan a la vida y a los derechos fundamentales de los ciudadanos.

2º. Todas las organizaciones sociales y políticas con las que nos hemos entrevistado, agradecen el interés del Parlamento Europeo por la situación sociopolítica de Venezuela. Todas, unánimemente, nos solicitan ayuda en términos de observación y acompañamiento al desarrollo de la situación política venezolana, con especial referencia a las elecciones del 6 de diciembre y al proceso político posterior.

3º. A lo largo de los últimos años, el clima político y social de Venezuela se ha deteriorado gravemente. El detonante del enfrentamiento que se está enquistando y radicalizando entre gobierno y oposición, se produjo en las últimas elecciones presidenciales de abril de 2013. La victoria de Nicolás Maduro, actual presidente de la República, por 223.599 votos -un 50,61% frente al 49,12% del candidato opositor Henrique Capriles– fue cuestionada y contestada con fuertes protestas y manifestaciones en las que murieron 43 personas (entre manifestantes y policía). La atribución a los convocantes de las manifestaciones de toda la responsabilidad de la violencia, llevó a las autoridades venezolanas a encarcelar, procesar, condenar e inhabilitar a varios dirigentes políticos de la Oposición.

4º. No nos corresponde enjuiciar esos hechos. Pero de ellos han derivado graves consecuencias para el sistema político y democrático venezolano:

Inhabilitación política a cargos electos

– Detención, procesamiento Y CONDENA de alcaldes electos, dirigentes y líderes políticos de importantes partidos de la oposición

– Detención y encarcelamiento de líderes estudiantiles opositoresal gobierno

– Un evidente endurecimiento de la acción del gobierno para con la oposición en general y para con los medios de comunicación críticos con el oficialismo.

Un proceso de unidad en toda la oposición política (desde la izquierda a la derecha), en torno a la MUD (Mesa de la Unidad Democrática), planteando un frente democrático antigubernamental con el objetivo de ganar las elecciones legislativas del 6 de diciembre, para recuperar las bases mínimas de una convivencia democrática plena.

5º. En este contexto, la delegación informativa-exploratoria del P.E., ha examinado, con la máxima objetividad, el estado de la calidad institucional de la democracia venezolana y constata:

a) Los procesos judiciales abiertos a líderes opositores resultan inexplicables en un régimen democrático, pero además no se están desarrollando con las garantías y derechos procesales propios de un Estado de Derecho.

b) El sistema judicial y la fiscalía muestran evidentes signos de dependencia gubernamental y, en consecuencia, no puede afirmarse la independencia del Poder Judicial en Venezuela.

c) La grave situación económica y algún conflicto internacional fronterizo están siendo utilizados como pretexto para una concentración de poder ejecutivo en la Presidencia de la República (reduciendo o limitando la capacidad política del Poder Legislativo) y para decretar el Estado de Excepción en algunas zonas del país, con las consiguientes limitaciones en ellas, de las libertades públicas y los derechos civiles.

d) La libertad de Prensa y el Derecho a la Información, núcleos básicos de una democracia moderna en la Sociedad de la Información, están gravemente cuestionados en Venezuela. El gobierno concentra la práctica totalidad de los medios de comunicación audiovisuales y la mayoría de la prensa escrita, a través de los medios públicos (de todos los venezolanos, no del gobierno), o de los medios privados en propiedades de sociedades afines. Los medios contrarios al gobierno tienen dificultades para ejercer su Derecho de Edición y de Información y, relevantes sectores profesionales del periodismo nos trasladan una censura encubierta y una política informativa que niega el pluralismo y, a veces, hasta la crítica al gobierno.

e) Los observadores electorales venezolanos, independientes y ajenos al gobierno y a los partidos, no refieren fraudes importantes en el cómputo electoral, al tratarse de un sistema informatizado, técnicamente bien diseñado y de difícil manipulación. Sin embargo, señalan graves deficiencias democráticas en el desarrollo del proceso electoral previo y denuncian una enorme desigualdad de oportunidades entre los candidatos del gobierno y el resto de las fuerzas políticas, agravada por la falta de independencia del órgano arbitral electoral (el Consejo Nacional Electoral), cuya falta de neutralidad le impide velar por los derechos iguales de las candidaturas e impedir los abusos del gobierno en el uso de los medios de comunicación y en la utilización de su condición gubernamental frente a la oposición.

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Los eurodiputados Ramón Jáuregui, Gabriel Mato y Fernando Maura.

La observación preelectoral confirma estos hechos y una larga lista de circunstancias adversas, opuestas a lo que en el mundo democrático se entiende como “limpieza electoral”. Algunos ejemplos de ello son la intimidación a los electores a través del establecimiento de centros de voto en lugares que no permiten votar con libertad, irregularidades en el censo, acceso desigual a la comunicación informativa, etc. Todo ello en un contexto -no se olvide- en el que hay líderes políticos encarcelados, candidatos excluidos y una redistribución de circuitos electorales (gerrymandering) en beneficio del gobierno.

La situación postelectoral nos preocupa. Hacemos un llamamiento a la gestión conciliada del proceso post-electoral, invitando a la oposición a ser generosa y contribuir a sacar al país de la actual situación de polarización política, crisis económica y conflictividad social en la que se encuentra. La delegación parlamentaria cree que el diálogo, la moderación y la búsqueda de consenso son el mejor camino para hacer frente a los retos políticos, económicos y sociales a los que se enfrenta la sociedad venezolana.

En estas condiciones, los abajo firmantes, recomendamos a la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo. y al conjunto de la Cámara, el envío de una delegación política a Venezuela la semana del 2 al 6 de diciembre, para acompañar y observar al máximo el desarrollo de esa importante jornada electoral en Venezuela. Para ello, quizás pueda utilizarse el mandato de la Resolución Parlamentaria de 12 de marzo de 2015 y la correspondiente autorización de la Conferencia de Presidentes. Una delegación parlamentaria amplia, plural y convocada ad-hoc a las elecciones, ayudará a la democracia venezolana, favoreciendo la limpieza electoral y dando más credibilidad internacional a los resultados. Si esto no fuera posible, otra opción sería el envío de misiones por los diferentes Grupos Políticos del Parlamento Europeo.

Por último, una representación política del Parlamento Europeo como ésta mantendrá el interés y la presencia de la UE en un país de extraordinaria importancia en América Latina y de evidentes consecuencias geopolíticas para la zona, incluyendo MERCOSUR, con quien la UE está negociando un Acuerdo de Asociación para los próximos años. Europa debiera estar más presente en América Latina. Allí están ocurriendo cosas de amplia trascendencia geopolítica y económica: el proceso de paz en Colombia, los cambios en las relaciones con Cuba, la deseable recuperación de las negociaciones para un acuerdo comercial entre la UE y Mercosur, la pujanza de la Alianza del Pacífico, etc. Y, sobre todo, en el caso Venezuela, hay un pueblo orgulloso de sus lazos históricos, familiares y culturales con Europa, que nos está esperando y que demanda nuestra presencia y ayuda.