Por las características productivas italianas, este país atrae una inmigración poco calificada o aquella que se resigna a hacer una trabajo de baja calificación y las mujeres inmigrantes se adecuan a trabajos de servicio, del cuidado. Italia, junto con Japón, es uno de los países más viejos en el mundo. La inmigración se caracteriza por ser heterogénea, 200 países están representados en este país, de cinco millones de inmigrantes casi un millón tienen fe musulmana. La migración calificada encuentra dificultades a hacer reconocer sus títulos, una mujer de dos hace trabajos no se debe a la discriminación sino a la aceptación resignada además porque el o las inmigrantes tiene que responde a las expectativas familiares de trabajar para ganar dinero sin importar que tipo de trabajo realiza. Sería necesario conocer bien la lengua y sobre todo apostar por uno mismo que es lo que no se hace.
Italia no era una meta atractiva para la inmigración, a raíz de la “primavera arabe” se ha desencadenado un flujo constante de refugiados, la posición geográfica italiana favorece la situación italiana de ser la frontera europea, este situación ha puesto a la prueba el proceso de integración Europea que nació para crear un espacio único de libre circulación. El BREXIT tiene fundamento en la percepción y el enfoque de reducidos controles, se han creado diferentes programas y modalidades olvidándonos de la política en el sentido noble de la palabra nos hemos olvidado de la dimensión ética y de los criterios compartidos, estamos dejando de lago al refugiado que es lo mas importante.
Más que una política efectiva de gobierno de los flujos hemos invertido en contener los flujos. Se requiere seguramente un cambio que tenga como fundamento la cultura italiana, la cultura europea. Muchos llegan a nuestras tierras con la esperanza de vivir en una sociedad libre donde se respira la democracia que es precisamente la cuna de la sociedad contemporánea.