La Unión Europea mantendrá y está dispuesta a intensificar su apoyo al actual proceso de paz en Colombia. La alta representante y vicepresidenta Federica Mogherini así lo ha confirmado al reunirse con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en su primer encuentro bilateral en Bruselas desde el inicio de su mandato. La alta representante Mogherini y el presidente Santos se habían reunido ya el pasado agosto en Bogotá, con ocasión de la toma de posesión del presidente colombiano.

Según declaró la Alta Representante, «la UE garantizará su compromiso político con un proceso que persigue poner fin a cincuenta años de un conflicto civil que ha provocado innumerables muertes, causado un sufrimiento indecible y desplazado a millones de personas. El apoyo que puede prestar la UE tiene un alto valor político, porque puede demostrar que un proceso de paz puede tener éxito incluso en un contexto difícil y podría ser una señal de esperanza para otras crisis en todo el mundo».
La UE ha apoyado decididamente el proceso de La Habana de negociación con las FARC, el principal grupo guerrillero restante del país, alentando a ambas partes a transigir en la medida necesaria para no perder una oportunidad única de poner fin al conflicto. La Unión ha hecho hincapié en su disposición a contribuir financieramente a la aplicación de un acuerdo con las FARC. Esta asistencia dependerá de la solicitud por Colombia de esa ayuda y habrá de definirse ulteriormente. La Unión intentará promover un planteamiento coordinado, en colaboración con los Estados miembros, de la asistencia a Colombia tras el conflicto.

La UE viene apoyando desde hace tiempo a Colombia con proyectos de cooperación dirigidos a consolidar la paz a escala local, atendiendo a las víctimas del conflicto y promoviendo los derechos humanos.
Colombia es uno de los socios de la UE más importantes y fiables de Latinoamérica. Las relaciones se han desarrollado a un ritmo constante durante los últimos años. Entre los hitos más recientes se cuentan la celebración de un acuerdo comercial, que se aplica provisionalmente desde el 1 de agosto de 2013, y de un acuerdo marco de participación, celebrado el pasado mes de agosto, para facilitar la participación de Colombia en las operaciones de la UE de gestión de crisis, lo que garantiza su contribución a la paz y la estabilidad mundiales.






