Es noticia reciente que el gobierno peruano erradicará 25 mil hectáreas de cultivo ilegal de hoja de coca. Lo declaró el primer ministro Otárola “Este es el lanzamiento de lo que la señora presidenta (Dina Boluarte) ha anunciado en el Congreso, la lucha frontal contra el narcotráfico y el tráfico ilícito de drogas”, se encontraba en Pucallpa (Ucayali), donde fue a supervisar en compañía del ministro del Interior, Vicente Romero, las acciones de erradicación de dichos cultivos en esa zona del país. Agregó que ante la inseguridad ciudadana, el narcotráfico es uno de los principales problemas que afronta el país, debido a las actividades económicas ilegales y corrupción que genera. Además, señaló “queremos también promocionar e incrementar la inversión del Estado en desarrollo alternativo integral y sostenible, que no es otra cosa que la erradicación, las tareas de interdicción, pero fundamentalmente el apoyo al campesino cocalero”, sostuvo el titular de la PCM.
Un problema que atañe al mundo entero, en particular a los países de la Unión europea y los Latinoamericanos. Cada vez se vuelve más difícil gobernar el tráfico de cocaína y los decomisos son irrisorios en comparación a las toneladas que entran en el mercado europeo.
Ante la propuesta de liberalización de la cocaína, ésta ha quedado desvirtuada. En recientes declaraciones del Magistrado italiano, Nicola Gratteri, la cocaína es la única droga cuya planta crece sólo en el área Andina, deberían trasladar la hoja de coca o la cocaína para que sea vendida por los estados europeos, algo inconcebible desde el punto de vista logístico y del rol del estado.

Pero, si los únicos países productores de la hoja de coca y correspondiente cocaína son Bolivia, Perú y Colombia, precisamente es en Colombia, donde se acaba de conocer que el dinero de los narcotraficantes ha hecho parte de la financiación de la campaña de Petro, no es difícil entender el grado de contaminación con la vida cotidiana.
Y eso está sucediendo en Europa, están frente a una situación ingobernable en los Países Bajos y en Bélgica. El diario Le Soir denunció hace unos días la violencia que se traduce en cuerpos acribillados, dedos cortados, cuerpos dejados agonizantes en calles medio desiertas. Utilización de armas de fuego y también armas de guerra, jóvenes acribillados en pleno día por reglaje de cuentas.

Recientemente, la lucha entre dos bandas rivales por competencia en el precio, derivó en una balacera con armas de guerra en plena calle, refiere Eric Jacobs, director de la policía judiciaria federal de Bruselas, una violencia similar a la que se verifica en Marsella o en los Países Bajos, refiere el jefe de narcóticos en la capital, el comisario 1° Luc V.
El mundo a disposición, pues si el origen es Sudamérica, en Europa se consume y desde Dubái se emiten las ordenes de los jefes de los carteles los cuales ofrecen hasta un millón de euros para ejecutar a siete personas. En medio de esta violencia, la gente tiene miedo y no denuncia, se crea el muro del silencio por temor a represalias.
Desde 2018 el problema ha ido recrudeciéndose, destacándose los malgaches conocidos como “mocro-mafia” y los albaneses, quienes se encuentran en Bruselas desde la guerra de los Balcanes y se dedicaban a la prostitución, ahora se dedican al tráfico de drogas con la mafia albanesa que está situada en América del Sur y en Dubái. Ambas etnias se encuentran bien afincadas en ciertos distritos de Bruselas que consideran como su territorio y no de la policía a la cual atacan, incluso desde los pisos altos, les tiran televisores o muebles. Además, tanto Dubái, Turquía y Albania son lugares de refugio donde gozan casi de total impunidad.
Para el director Jacobs, “estas son organizaciones mucho más poderosas que un estado. Este es el peligro”, señala que en algunas partes del mundo han tomado el control del estado por no haberse movilizado a tiempo en la lucha contra el fenómeno. Considera que aún en Bélgica están a tiempo, pero, deben movilizarse por eso apelan a la justicia.
Se está pensando en gravar al consumidor, hacerlo responsable, porque si no consumiera no llegaría tanta droga a Europa.