Perú es uno de los mayores productores de oro en el mundo, con reservas estimadas en 34.67 toneladas y vastas cantidades aún bajo tierra. Este recurso ha sido un pilar fundamental de la economía peruana, y el precio del oro, que ha aumentado drásticamente en los últimos años hasta alcanzar los 2,500 dólares por onza, ha consolidado su estatus como un bien refugio en tiempos de incertidumbre económica global.
El sector aurífero en Perú no está exento de complicaciones. La minería ilegal se ha convertido en una parte intrínseca y problemática de la economía del oro en el país, produciendo hasta 2 millones de onzas de oro ilegalmente, con un valor estimado en $4.5 mil millones de dólares. Esta actividad no solo destruye el medio ambiente, especialmente en regiones como Madre de Dios, sino que también está estrechamente vinculada a otros delitos graves, incluyendo el tráfico de personas y la violencia.
La elección de Eduardo Salhuana como presidente del Congreso ha generado controversia debido a sus vínculos con la minería ilegal. Salhuana ha sido acusado de promover leyes que benefician la minería ilegal y de tener relaciones estrechas con mineros informales, lo que ha despertado preocupaciones sobre la dirección futura de las políticas relacionadas con el oro en Perú.
Reflexiones Históricas: El Oro como «Croce e Delizie»
El vínculo entre Perú y el oro es antiguo y complejo. Desde el momento en que Francisco Pizarro exigió a Atahualpa llenar una habitación con oro a cambio de su libertad, el metal precioso ha sido a la vez una bendición y una maldición para el país, maldición en el sentido que no estamos, como peruanos a la altura de lo que es el Perú, un gran país.
Durante la era colonial, los barcos españoles cargados de oro navegaban hacia Europa, solo para ser interceptados por piratas al servicio de la corona británica. Estas riquezas, que deberían haber fortalecido a España, contribuyeron en cambio a su eventual declive económico, un fenómeno que demuestra cómo la abundancia de oro no siempre se traduce en prosperidad sostenible.
Este patrón histórico nos recuerda que, como dijo Violeta en «La Traviata», «croce e delizie» (cruz y delicia) eso es el oro. Aunque ha traído riqueza y poder, también ha sido fuente de conflicto, explotación y, en última instancia, inestabilidad. Hoy, más que nunca, es crucial que Perú maneje su tesoro dorado con sabiduría, buscando un equilibrio entre el desarrollo económico y la sostenibilidad social y ambiental.
El futuro del oro en Perú dependerá de la capacidad del país para superar los desafíos asociados con la minería ilegal y establecer un marco regulador que proteja tanto el medio ambiente como la dignidad humana. Solo así el oro podrá ser una verdadera bendición para las generaciones futuras.
Ya lo hemos expuesto en el Audio sobre la ampliación de funciones y facultades del Banco de la Nación a fin que compran y vendan oro. Les invito a la lectura.
LEY QUE MODIFICA LA LEY 16000, POR LA SE CREA EL BANCO DE LA NACIÓN A EFECTOS DE AMPLIAR SUS FUNCIONES Y FACULTADES OPERATIVAS DEL BANCO DE LA NACION