Es la primera reunión de embajadores para la Alta Representante/ Vicepresidenta (AR/VP) Kaja Kallas, de Estonia, de 47 años, quien ha recibido a los delegados y embajadores del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
Antecedentes del SEAE
El antecedente del SEAE es la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), establecida por el Tratado de Maastricht en 1992. Su primer representante fue el español Javier Solana, quien dirigió la política exterior común de la Unión Europea durante diez años, y se le conocía como “Mr. PESC”. El objetivo de la PESC era coordinar las políticas exteriores y de seguridad de los Estados miembros para responder a los desafíos globales, como fueron los conflictos en los Balcanes y el aumento de la amenaza terrorista tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Con el Tratado de Lisboa de 2010, se crea el SEAE, que desde entonces se encarga de gestionar las relaciones exteriores y de seguridad de la UE. El SEAE cuenta con un cuerpo diplomático propio que permite una gestión más eficiente de las relaciones exteriores de la Unión. Actualmente, son 170 diplomáticos los que representan a la UE en todo el mundo bajo la supervisión de la Alta Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, actualmente es Kaja Kallas.
Los AR/VP hasta la fecha han sido:
- Javier Solana (1999-2009)
- Catherine Ashton (Baronesa Ashton) (2009-2014)
- Federica Mogherini (2014-2019)
- Josep Borrell (2019-2023)
- Kaja Kallas (2024-actualidad)
La primera Conferencia de Embajadores de la UE 2025 de Kaja Kallas
En esta primera reunión, Kallas expuso las líneas directrices del SEAE. En primer lugar, destacó la necesidad de que la UE se posicione de manera firme frente a las potencias autocráticas emergentes, como Rusia y China. Afirmó que la UE debe afirmar su independencia y que sus embajadores son los portavoces de la fuerza y los valores europeos.
La defensa de Ucrania fue una de las principales prioridades mencionadas, subrayando que Rusia representa una amenaza existencial para Europa, y que la UE debe seguir apoyando a Ucrania tanto económica como militarmente.
Kallas también destacó las reuniones bilaterales y las nuevas alianzas con aliados clave, como los EE. UU., el Reino Unido (a pesar del Brexit) y países de Asia como India y Japón. Además, la cooperación con socios en África está siendo reforzada, con decisiones estratégicas sobre comercio, migración y seguridad.
En cuanto a África, Kallas subrayó la necesidad de un compromiso más fuerte en términos de seguridad y desarrollo. Con Mercosur y México, la UE busca mejorar las relaciones comerciales y diplomáticas.
La gran novedad fue la presencia de Reino Unido, que, según Kallas, “se retiró de la Unión Europea, pero no de Europa”. Esto es un aval importante ante un socio fuerte, con una armada militar considerada la más fuerte de Europa, y que acaba de suscribir un acuerdo por 100 años con Ucrania el 16 de enero.
Finalmente, en el cierre de su discurso, Kallas reiteró que la fortaleza de la UE radica en su cohesión interna y en su capacidad de tomar decisiones colectivas, apuntando que la defensa de los valores democráticos y el futuro de Ucrania son esenciales para la identidad de la UE.
Concluyendo, señaló «tenemos claro lo que queremos:
- La defensa de Ucrania para la defensa de los europeos;
- Mantener y fortalecer nuestras alianzas con países de ideas afines;
- Buscar la paz en Oriente Medio;
- Y fomentar asociaciones mutuamente beneficiosas;»
El Consejo Europeo informal de Defensa
Fue organizado por el presidente del Consejo, el portugués Antonio Costa. Los 27 miembros de la UE estuvieron presentes, y además, estuvo el primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, quien dejó claro su enfoque de no retorno al bloque. Starmer afirmó: “Desde que soy primer ministro he sido muy claro en que quiero ‘resetear’ la relación entre el Reino Unido y la UE. Eso no implica un regreso a la Unión Europea: aquí celebramos un referéndum (2016) sobre eso y ese asunto está resuelto. Pero sí quiero ver una relación más estrecha en defensa, seguridad, energía, comercio y economía, y en eso estamos trabajando”.

Sin embargo, el ingreso de Starmer fue por la puerta grande, pues tiene en la mano un acuerdo de 100 años con Ucrania, el país más vulnerable de Europa, que comparte fronteras con la UE y actúa como barrera ante Rusia. Reino Unido es una potencia militar, y aunque está a más de 3,000 kilómetros de Ucrania, este acuerdo podría considerarse un paso significativo, a pesar del acto de auto-lesionismo de haber salido de la UE. Este punto, sin embargo, no será objeto de discusión en este encuentro, aunque el ministro de Relaciones Exteriores de Reino Unido, Lammy, sugirió que “Reino Unido debería volver a unirse a la unión aduanera”.
Además, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, declaró que el Brexit había “pesado” sobre la economía británica, y pidió a los ministros que reconstruyeran los puentes con la UE. No obstante, por ahora, estos temas no se discuten, pero la invitación a Starmer a cenar con los 27 refleja un cambio significativo en la relación entre el Reino Unido y la UE, algo que podría haber sido posible solo por la diplomacia.
Un nuevo miembro del Consejo Europeo es el primer ministro belga, Bart De Wever. En su intervención, dejó claro que cree firmemente en la relación transatlántica y subrayó que Estados Unidos debe seguir siendo una parte fundamental de la defensa de Europa. Aunque Europa debe ser más autónoma en defensa, De Wever afirmó que la cooperación con EE. UU. sigue siendo crucial para enfrentar las amenazas globales, como la de Rusia. Además, destacó que el aporte a la OTAN no debe superar el 2% del PIB. De Wever, de formación histórico, mostró su capacidad para dialogar con la prensa en tres idiomas: flamenco, francés e inglés. Su partido pretende la autonomía de Flandes, una política fiscal más estricta y un enfoque más euroescéptico.

También fue el debut del presidente del Consejo, Antonio Costa, organizador del encuentro o «retiro»..
Emmanuel Macron, en tono similar al de Donald Trump, destacó la necesidad de una preferencia europea y un mayor impulso a la industria de defensa dentro de Europa. Subrayó la importancia de invertir más en la industria europea, asegurando que los proyectos de defensa deben realizarse con componentes fabricados en Europa y con gobernanza europea, en lugar de depender de productos de fuera. Asimismo, señaló que la UE debe tomar decisiones estratégicas sobre las capacidades de defensa, en coordinación con la OTAN, pero con un enfoque propio.
La relación transatlántica es clave para la UE. No olvidemos que Estados Unidos liberaron a los países europeos de la guerra, y los encaminó hacia lo que ahora es la Unión Europea. El punto de partida fue el Plan Marshall, un proceso que ha enriquecido a los 27 países. A Donald Trump, esta agrupación no le gusta; quiere dividirla. La impreparación de los 27 (más Reino Unido) para tener una defensa común autónoma los pone en una difícil situación para lograr, en el primer día del Consejo Europeo, una voz común. Una discusión que debe madurar para llegar a una conclusión. Esta reunión no contiene documentos, y no dejará rastros más allá de la memoria de los asistentes. Por ello, se trata de un Consejo Europeo Informal de Defensa. Se realizarán otras reuniones, tal vez con un Libro Blanco y luego la reunión en la OTAN. Pero las ideas ya están lloviendo. Lo importante es la unidad, que es la fuerza de la UE. Por ahora, Reino Unido ya tomó partido y está con los 27.