Es para mi un placer darles la bienvenida a Bruselas, la capital de Europa. Bem- vindos! Bienvenus! Welcome! Bienvenidos!
Antes de continuar, déjenme decirles lo contento que estoy de que nos reunamos hoy aquí, para fortalecer los lazos de nuestra asociación duradera, basada en objetivos comunes y el respeto mutuo. Me alegra ver que las diferencias que nos separaban en el pasado, se han ido disipando durante décadas y nuestras naciones se han ido acercando. Esta semana, nos reunimos no sólo para realzar nuestras buenas relaciones, sino también para mirar hacia el futuro; como les contaré enseguida.
Hace dieciséis años, los 33 países de América Latina y el Caribe y una Unión Europea de los quince Estados miembros, se reunieron en Río de Janeiro, por primera vez, el lanzamiento de lo que se ha convertido en una verdadera asociación estratégica.
En las últimas dos décadas el mundo y nuestras regiones han cambiado. La UE ha duplicado el número de sus miembros, tiene una moneda única y adoptó un nuevo Tratado. En América Latina y Caribe la mayoría de los conflictos internos se han resuelto pacíficamente, la región ha crecido económicamente y se integran más a través de la creación de la CELAC.
Aplaudo estos importantes desarrollos. Nuestra asociación ha contribuido a algunos de estos cambios importantes. La Unión Europea es el principal colaborador, el mayor inversor directo y el segundo socio comercial de América Latina y el Caribe. Tenemos una asociación de todo tiempo, no sólo cuando las cosas van bien, sino también cuando hay nubes.

Pero no podemos dormirnos en los logros del pasado. Nuestra sociedad necesita ser modernizado, junto con los cambios en el mundo. Nuestra relación se ve reforzada por los lazos más fuertes – los de nuestros pueblos. La participación de los ciudadanos y la sociedad civil es clave para el éxito de nuestra asociación. La Fundación UE-ALC tiene un papel especial. Esperamos en el acuerdo para convertirlo en un organismo internacional y el apoyo a sus actividades aumentarán. La UE continuará con su apoyo financiero a la Fundación, con € 3.000.000 en los próximos dos años.
Nuestro reto ahora es convertirse en una asociación para la próxima generación. Una sociedad que sea simétrica, equilibrada y equitativa. Esta debe ser nuestra ambición de la Cumbre y de nuestro trabajo futuro.
Nuestras regiones tienen mucho que ganar si trabajan estrechamente juntos – y mucho que perder si no lo hacemos. Junto a la Unión Europea y América Latina y el Caribe representan más de 1 mil millones de personas; formar una tercera parte de los miembros de la ONU, y generar casi un tercio del PIB mundial. Junto nuestras regiones tienen el mayor número de democracias, ambos valor amos el regionalismo, el multilateralismo y los principios de la Carta de la ONU, y buscamos un crecimiento sostenible e integrador.
Por supuesto, tenemos nuestras diferencias. Pero hay mucho más que nos une de lo que nos divide. Y tenemos el deber de dar forma a nuestro futuro común y trabajar para las sociedades prósperas, cohesionadas y sostenibles.
Estamos construyendo sobre una base sólida. Nuestra asociación estratégica tiene un plan de acción conjunto, que vamos a modernizar y ampliar en esta cumbre, y los acuerdos bilaterales y subregionales, promoviendo el diálogo político, la cooperación y el comercio. Ahora tenemos que pasar al siguiente nivel: incrementar el diálogo político, la profundización de las relaciones económicas y el desarrollo de un nuevo tipo de cooperación.
Estaremos al lado de los esfuerzos del presidente Santos para lograr una paz duradera en Colombia. Me complace anunciar que la UE establecerá un Fondo Fiduciario para apoyar las acciones posteriores a los conflictos en el país. Apoyamos el proceso de modernización en Cuba, y nos comprometemos a concluir las negociaciones de nuestro Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación. Damos la bienvenida a la plena normalización de las relaciones de Cuba con los Estados Unidos y el fin del embargo.
Podemos hacer mucho para ayudarnos unos a otros para hacer frente a importantes desafíos que enfrentan tanto, como conciliar el crecimiento con equidad, la modernización de las estructuras productivas, la generación de empleos de calidad y la protección de nuestro medio ambiente.
También queremos estar junto a ustedes en la promoción de la seguridad ciudadana. Me alegro de que un plan de acción para aplicar la estrategia de seguridad ciudadana de la UE acaba de ser aprobada. Esta es complementaria a la de América Central y estrategias propias de los países del Caribe. En el mundo actual, la cooperación entre las regiones de ideas afines es una necesidad. Así que tenemos que encontrar la manera de asociarnos con mayor eficacia en temas globales.
El cambio climático es una amenaza común. Tenemos que lograr un acuerdo ambicioso para la COP 21 en París. Ambos buscamos una agenda de desarrollo post-2015 transformadora que combina la erradicación de la pobreza y el desarrollo sostenible. Y tenemos que seguir trabajando por una estrategia integrada y equilibrada para contrarrestar el problema mundial de las drogas.
Estas son todas las cuestiones que vamos a discutir y donde tenemos que converger si queremos dar forma a nuestro futuro común. También tenemos que ser más vigilantes en la promoción y la protección de nuestros valores comunes. Ellos están siendo desafiados en muchas partes del mundo. No podemos rehuir de promoción y defensa de principios fundamentales como el respeto a la democracia, los derechos humanos, el Estado de derecho, la soberanía, y una sociedad civil fuerte e independiente. Parte de la modernización y actualización de nuestra asociación debe asumir responsabilidades conjuntas en la promoción de un orden multilateral basado en normas más justas.
La Unión Europea no es sólo un territorio, es un esfuerzo común en constante evolución; CELAC es algo más que un grupo de países, que encarna una visión ambiciosa de la unidad latinoamericana y caribeña.
Como dijo el gran escritor latinoamericano Gabriel García Márquez, que tristemente nos dejó el año pasado, nos recordó: «No es Cierto Que la gente Deje de Perseguir SUS sueños Porque envejece, Mas Bien envejece CUANDO deja de Perseguir SUS sueños.» – «No es cierto que la gente deje de perseguir sus sueños porque se hacen mayores, sólo nos hacemos viejos cuando dejamos de perseguir nuestros sueños».
A pesar de ser socios antiguos, nuestra asociación no está envejeciendo, porque nuestros sueños y metas de la integración regional, la convergencia en la diversidad, y un orden multilateral más justo, están vivos y bien. Y tal y como los perseguimos, tenemos que seguir trabajando en la realidad prometedora y concreta de las relaciones UE-CELAC. Ambos tienen el potencial para seguir cambiando para mejor la vida de nuestros pueblos.