El delegado de la República de Corea calificó de lamentable el deterioro de la situación en América Latina, especialmente ahora que el mundo finalmente comienza a vislumbrar un alto el fuego en Gaza. Si bien reconoció las diferencias en la interpretación y aplicación de los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas, se unió a otros oradores para enfatizar la importancia crucial del multilateralismo, el diálogo y el papel activo y constructivo de las organizaciones regionales.
Responsabilidad común y compartida para combatir la delincuencia organizada transnacional
El representante de Pakistán coincidió en la centralidad e inviolabilidad de la Carta de las Naciones Unidas “en un mundo ya polarizado y un contexto global fracturado”. El diálogo de buena fe sigue siendo la única herramienta viable y sostenible para resolver las diferencias, afirmó, uniéndose a otros oradores al reconocer las graves amenazas que plantea la delincuencia organizada transnacional, pero instando a respuestas internacionales basadas en el principio de “responsabilidad común y compartida”, de conformidad con el derecho internacional.
El representante de Sierra Leona, por su parte, afirmó que la propia historia de su país demuestra que “una vez perdida, [la paz] solo puede restablecerse mediante el apego a la ley, el diálogo y la cooperación”. Por lo tanto, advirtió contra el uso unilateral de la fuerza sin la autorización del Consejo o un ataque armado que requiera legítima defensa, declarando que tales acciones carecerían de fundamento jurídico.
Varios oradores, incluidos los representantes de Dinamarca, Francia y el Reino Unido, felicitaron a la política opositora venezolana María Corina Machado por haber sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz. Describiéndola como “una persona inspiradora, inquebrantable en su lucha por la democracia y el Estado de derecho”, Machado declaró que la pretensión de Maduro de llegar al poder es fraudulenta. Las elecciones de 2024 no fueron libres ni justas, subrayó, añadiendo que el régimen de Maduro no representa la voluntad del pueblo venezolano y continúa erosionando los derechos fundamentales mediante la represión. Coincidiendo con otros oradores en que el narcotráfico y el crimen organizado representan amenazas globales, se comprometió a combatirlos junto con sus socios latinoamericanos.
El portavoz de Panamá enfatizó la profunda y duradera fraternidad de su país con el pueblo venezolano, pero afirmó que, durante décadas, ese país ha estado sometido a un régimen autoritario “que persigue a su pueblo, silencia las voces disidentes y desmantela la democracia”. Elogió la valentía de quienes se alzan contra el régimen, como la Sra. Corina, y afirmó que, al igual que otras naciones, Panamá no reconoce al régimen de Maduro, sino que considera a Edmundo González como el legítimo líder de Venezuela.
“Imposible” confirmar las afirmaciones de Washington, D.C.
En un tono diferente, el representante de la Federación Rusa, presidente del Consejo para octubre, hablando en su calidad de representante nacional, cuestionó si el despliegue de destructores militares, un submarino nuclear y 4.000 soldados por parte de Estados Unidos pudiera ser una preparación para una invasión. No hay forma de confirmar la afirmación de Washington, D.C., de que las embarcaciones atacadas pertenecían a cárteles de la droga, afirmó, señalando que simplemente fueron atacadas a tiros en alta mar sin juicio ni investigación, «según el principio de ‘disparar primero'», y ahora se le pide al mundo que crea que había criminales a bordo.
De igual manera, el representante de China enfatizó que las operaciones de control unilaterales y excesivas contra embarcaciones de otros países «vulneran el derecho a la vida y otros derechos humanos fundamentales del personal pertinente» y «representan una amenaza para la libertad y la seguridad de la navegación». Instando a Estados Unidos a cesar de inmediato sus actividades para evitar una mayor escalada, añadió que Pekín se opone a la injerencia de fuerzas externas en Venezuela bajo cualquier pretexto.
Estados Unidos a la Ofensiva
En respuesta a los numerosos comentarios sobre las recientes acciones de su país, el delegado estadounidense afirmó que la Administración del Presidente Donald J. Trump está «a la ofensiva contra el narcotráfico y los cárteles» que ingresan drogas a Estados Unidos, y que ha decidido desplegar toda su fuerza contra estos actores ilícitos. Estados Unidos no se dejará inundar por la cocaína, el fentanilo y otras drogas que ingresan a sus fronteras desde Venezuela y otros lugares, causando la muerte de estadounidenses, declaró.
Al señalar que el Presidente Trump ha designado a los cárteles Tren de Aragua y Cártel de los Soles como grupos terroristas armados no estatales, afirmó que sus acciones constituyen un ataque armado contra Estados Unidos. «Hemos llegado a un punto crítico en el que debemos usar la fuerza en defensa propia y en defensa de los demás», afirmó. Si bien los ataques hasta el momento han sido de alcance limitado, Estados Unidos está preparado para llevar a cabo ataques adicionales si es necesario, afirmó.
Venezuela denuncia “Acciones y retórica beligerantes”
También se dirigió al Consejo el representante de Venezuela, quien denunció “una de las amenazas más graves” a la paz y la seguridad en la historia reciente, no solo para su nación, sino para toda la región. Durante años, Estados Unidos ha liderado una campaña de propaganda y desinformación, y ahora está llevando a cabo un creciente despliegue de fuerzas militares frente a las costas venezolanas. Esa “acción y retórica beligerantes” podría indicar un ataque armado contra su país en un futuro muy cercano, afirmó, y añadió: “Estamos aquí para evitar la comisión de un crimen internacional”.
Acusando a Washington, D.C., de criminalizar al pueblo venezolano, enfatizó: “Esto no es defensa propia, son ejecuciones extrajudiciales”. El conflicto descrito por el representante estadounidense no existe, sino que se está fabricando como parte de la “adicción desesperada” de Estados Unidos al petróleo, como se vio anteriormente en Irak, Siria, Libia y Afganistán. Exigiendo a Washington, D.C., que cumpla con sus obligaciones internacionales, exigió la repatriación urgente de 78 venezolanos secuestrados allí y enfatizó que, si bien Venezuela no busca la guerra con nadie, tampoco se doblegará ante el chantaje. Si Estados Unidos atacara, su país está listo para defender lo que es nuestro.
Tanto los representantes de Estados Unidos como de Venezuela tomaron la palabra por segunda vez en respuesta a sus respectivas declaraciones.
Fuente: ONU