UE-Cuba. Josep Borrell encuentra a los Empresarios

0
548

La primera reunión ministerial UE-Cuba, el Consejo Conjunto, tuvo lugar el 15 de mayo de 2018 en Bruselas. El segundo Consejo Conjunto, bajo el PDCA, fue
celebrada el 9 de septiembre de 2019 en La Habana. Un informal Consejo Conjunto tuvo lugar el 20 de enero de 2021 a través de VTC debido a la pandemia de Covid-19. La tercera articulación del Consejo Conjunto tuvo lugar el viernes 26 de mayo de 2023 en La Habana.

El Diálogo Político UE-Cuba y el Acuerdo de Cooperación (PDCA), el PDCA relanzó la relación UE-Cuba. Es un marco para mejorar la política del diálogo, mejora de la cooperación bilateral y para el desarrollo de acciones conjuntas. En este marco, la UE y Cuba fomentan sus relaciones bilaterales y su trabajo en asuntos globales de interés mutuo, tales como el cambio climático y el desarrollo sostenible.

El sito web de Relaciones exteriores de Cuba señala «El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y vicepresidente de la Comisión Europea, Excmo. Sr. Josep Borrell Fontelles, arribó este miércoles a nuestro país, para cumplimentar una visita oficial.

Como parte del programa, presidirá, junto al ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, el Tercer Consejo Conjunto Cuba-Unión Europea, que se desarrollará el viernes 26 de mayo en La Habana.

Además, el distinguido visitante será recibido por autoridades del país y participará en otras actividades de interés».

No mencionaron lo más importante, ciertamente, en un régimen con libertades vigiladas no dan valor al recurso humano. Precisamente, el primer encuentro de Borrell, fue con los empresarios cubanos. Josep Borrell, lo dictó ante los embajadores de los diferentes países de la Union europea en Cuba, la viceministra de Cuba no asistió.

Sus palabras tenían tres mensajes sobre tres cuestiones consideradas para Borrell muy importantes: primero, el papel de la pequeña y mediana empresa en una economía moderna; segundo, la necesidad y la relevancia del proceso de apertura y modernización de la economía cubana; y, tercero, la importancia que tiene el acuerdo UE-Cuba y la importancia de la relación de cooperación en un marco de asociación que debe dar mejores resultados.

Josep Borrell infundió esperanza en estos pioneros que definió «los empresarios, la gente que crea empresas, por definición, cuando se crean son pequeñas, medianas, luego crece como la semilla que acaba creando un árbol y quiero saludarles a ustedes a los hombres y a las mujeres de Cuba que tienen el valor y la capacidad de emprender» agregando, puede ser que haya «pequeñas, pequeñas, pero lo que no hay es empresarios o empresarias pequeños porque el empresario o la empresaria, es una persona por definición grande, que es capaz de hacer algo muy difícil, que es combinar el capital y el trabajo, asumir el reto de pagar a sus empleados cada fin de mes y los impuestos y los proveedores y a encontrar clientes y buscar nuevas tecnologías y hacer frente a las circunstancias imprevistas. El empresario es esa persona que combina la libertad de emprender con la capacidad de buscar trabajo, recursos financieros, técnicas, acceder a los mercados para crear empleo, para crear valor y para contribuir al desarrollo de su sociedad y quiero decirles que para mí ustedes son la expresión de ese tejido económico y social que es, a fin de cuentas, la esencia de Europa». El crecimiento de las empresas en Cuba ha llegado a 8 mil PYMEs  desde 2021, es decir 15 empresas cada día, que han generado medio millón de puestos de trabajo, un actor que es la «levadura que harán que la masa crezca y son ustedes la levadura que va a hacer que la masa crezca y que cambie la estructura económica de su país, porque la gente de Cuba tiene talento formidable y las oportunidades para el desarrollo empresarial son enormes. Cuba podría ser y, estoy seguro que acabará siendo, permítanme la comparación, la Mallorca del Caribe, un lugar donde la iniciativa privada ha conseguido transformar una realidad socioeconómica y aumentar su nivel de vida enormemente». Refiriéndose a la Unión Europea, señaló que el 99% de las empresas son pequeñas y medianas, en su totalidad son 23 millones, la mayor parte tiene menos de diez empleados y entre todas dan trabajo a 120 millones de europeos y además «son una manifestación de un modelo de sociedad, un modelo de sociedad basado en la Libertad, en la libertad de emprender, de tener ideas y llevarlas a la práctica, convertir ideas en proyectos y con ello contribuir al bienestar social y el crecimiento económico y que produce bienes para clientes que los compran, si los pueden pagar, no es lo único que necesita una sociedad, porque, hay cosas que la gente debería poder tener aunque no las pueda pagar, que es la gran diferencia que hay entre las mercancías que se compran y los derechos que se tienen. Los derechos, ni se compran, ni se venden, como el verdadero amor. Los derechos se tienen porque se es ciudadano y, aunque usted no lo pueda pagar, debería tener derecho a una educación y a una sanidad, como en la mayor parte de los países europeos donde combinamos la acción pública y la iniciativa privada. A veces, en Europa, ha habido quien ha dicho «la sociedad no existe, sólo existen los individuos» y se equivocaba y también es un error decir «los individuos no existen, sólo existe la sociedad», no, la sociedad está formada por individuos y son los individuos libres, capaces de desarrollar su vida, los que hace que la sociedad sea un cuerpo vivo, capaz de adaptarse a las transformaciones e innovar y construir derechos e igualdades».

Refiriéndose a la revolución digital en América Latina, señaló que solo uno de cada tres latinoamericanos o caribeños tienen acceso a internet, por lo tanto, ellos se dan cuenta de la importancia del futuro, considerando el digital «una gigantesca fuerza creadora de desigualdad» por ella la necesidad de buscar «el equilibrio entre, libertades fundamentales, entre iniciativa privada, entre equidad fiscal, acción del Estado y acción de los agentes económicos individuales». Josep Borrell, ofreció un proyecto de €14 millones para ayudar a los empresarios para que mejoren sus capacidades, destacando «queremos colaborar con las instituciones en Cuba para que haya un mejor Marco regulatorio que permite incentivar la innovación, que permita hacer más fácil crear y registrar una empresa, los trámites administrativos y fiscales, el acceso a la financiación, las alianzas con otras empresas en la Unión Europea», esto en el ámbito del Acuerdo de Asociación UE-Cuba, que siendo una asociación joven, es la Unión Europea el primer inversor en Cuba, no obstante, las limitaciones debido al bloqueo, también el primer socio comercial deduciendo «somos mucho más importantes que otros actores como Rusia o como China somos un tercio: 32% frente al 8% de China o el 8% de Rusia y por eso somos importantes ….. somos el principal actor que ayuda al desarrollo de Cuba con casi €100 millones durante estos años».

Recordó el último viaje de Obama a Cuba, con pesar reflexionó sobre cuál habría sido la historia de Cuba, hora, si después de Obama no hubiera sido elegido Trump. Ante la situación internacional a la cual el mundo enfrenta recordó y se interrogó «cómo conseguimos que el futuro sea mejor y para que sea mejor, es necesario, que el mundo se enfrente a quien ha agredido a un país, Ucrania, sin ninguna razón, desestabilizando las economías de todo el mundo».
Relacionando cuanto sucede a nivel internacional a la crisis en electricidad y combustibles que enfrenta Cuba, por ello, señaló «hay que reforzar los vínculos económicos con la Unión Europea, pero, nosotros queremos ser algo más que cifras económicas» ante lo cual, Borrell, les propuso el modelo económico y político de Europa, basado en la sostenibilidad ambiental en la equidad social y en el desarrollo de las capacidades de la persona, esperando pueda ser «un modelo que pueda interesar al pueblo cubano»

El deseo de la Unión Europea, es acompañar a Cuba «en su proceso de apertura de reformas económicas y sociales desde una relación de respeto mutuo para cooperar en la mejora de la vida de todos los cubanos», por ello espera celebrar antes de fin 2023 «un diálogo sobre Derechos Humanos».

Con la intención de dar animo a los empresarios, «a todos los que se atreven a emprender, el que ASUME riesgos, el que busca crear, construir, producir, merece todo nuestro apoyo son ustedes la sal de la economía lo que le da vida lo que acabará sin duda alguna mejorando la capacidad de producción y el bienestar de los cubanos»

Deseándoles mucha suerte, concluyó su primera intervención, en su primer día en Cuba.
Mientras, en simultáneo, en el Parlamento Cubano se debatía el Proyecto de Ley de Comunicación Social, cuya fundamentación no deja presagiar nada bueno, cuando señala: «El Proyecto de Ley reconoce la contribución de la comunicación social para fortalecer la unidad del pueblo, afianzar la ideología de nuestra sociedad socialista y defender la independencia, soberanía y seguridad de la patria, un aporte de mayor trascendencia en el escenario de guerra política, ideológica, económica, comunicacional y cultural que enfrenta la Revolución cubana».