Ucrania – Rusia, inicia la Audiencia ante la CIJ. Renuncia de Alain Pellet

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“Hoy es el domingo del perdón”, dijo Zelenskyy en mensaje publicado en las redes sociales “Pero no podemos perdonar [a los rusos por] los cientos y cientos de víctimas. Ni los miles y miles que han sufrido. Dios no perdonará. Hoy no. Mañana no. Nunca.»

El 8 y 9 de marzo ha sido fijada las Audiencias en la Corte Internacional de Justicia ante la solicitud presentada por Ucrania contra la Federación Rusa el 26 de febrero de 2022 relativas a la interpretación, aplicación y cumplimiento de la Convención de 1948 sobre la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, la “Convención de Genocidio”

Como explica Ucrania en la Solicitud presentada, “la Federación de Rusia ha afirmado que se han producido actos de genocidio en las provincias de Luhansk y Donetsk de Ucrania, y sobre esa base reconoció la llamada “República Popular de Donetsk” y “República Popular de Luhansk”, y luego declaró e implementó una “operación militar especial” contra Ucrania con el propósito expreso de prevenir y sancionar supuestos actos de genocidio que no tienen ninguna base de hecho. Sobre la base de esta acusación falsa, Rusia ahora está involucrada en una invasión de Ucrania que implica graves y generalizadas violaciones de los derechos humanos del pueblo ucraniano”.

Prosigue, “Ucrania niega enfáticamente que haya ocurrido tal genocidio y presenta esta Solicitud para establecer que Rusia no tiene base legal para tomar medidas en y contra Ucrania con el fin de prevenir y sancionar cualquier supuesto genocidio, Rusia justifica la invasión a Ucrania para evitar un «genocidio» en las regiones de Donetsk y Lugansk”.

Argumentos tiene Ucrania para impugnar esta tesis y lograr obtener una sentencia judicial favorable.

Una causa que puede requerir años para concluirse, mientras Ucrania pide a la Corte “Este Tribunal debe proteger urgentemente a Ucrania mientras se resuelve esta disputa. Ucrania se enfrenta actualmente a ataques militares catastróficos y totalmente no provocados, y cada día que continúan estas acciones, se violan gravemente los derechos humanos del pueblo ucraniano. En estas circunstancias sin precedentes, Ucrania solicita a la Corte que indique urgentemente medidas provisionales. Las afirmaciones de Rusia tanto de genocidio como del derecho a emprender acciones para prevenir y castigar dicho genocidio son pretensiones legales regidas por la Convención sobre Genocidio. La disputa sobre los reclamos de Rusia debe ser resuelta por este Tribunal o por otro medio legal y pacífico.  Hasta que esta Corte pueda resolver definitivamente esa disputa, la Corte debe preservar el status quo y proteger al pueblo de Ucrania ordenando a Rusia que suspenda su insensata operación militar, que se basa expresamente en la afirmación falsa y absurda de Rusia de estar tomando acción para prevenir y sancionar los actos de genocidio”.

Como señala el calendario de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, las audiencias se dedicarán a la solicitud de indicación de medidas provisionales presentado por Ucrania. Las audiencias se llevarán a cabo en un formato híbrido.

Algunos Vocales asistirán personalmente al juicio oral en la Gran Sala de Justicia mientras que otros participarán de forma remota por enlace de video. Los representantes de las Partes participarán ya sea en persona o por enlace de video.

Alain Pellet, renombrado Abogado francés, Internacionalista quien defendió al Perú en el Caso de la Controversia de delimitación marítima entre Chile y el Perú, ha renunciado a integrar el Pool de Abogados que defienden a Rusia declarando en una carta abierta:

“Sea como fuere, Ucrania no es Crimea y nada puede justificar el recurrir a la guerra para imponer un cambio de régimen político en Kiev o un desmembramiento territorial de Ucrania, probablemente ambos.

Incluso si eso significa recordar lo obvio, el derecho internacional no reconoce la legalidad de recurrir a la fuerza armada únicamente en defensa propia en respuesta a un ataque armado (artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas), o en virtud de una resolución del Consejo de Seguridad adoptada en virtud del Capítulo VII de la misma Carta. A pesar de las contorsiones verbales de Putin, la Rusia obviamente no estaba en un estado de autodefensa, incluso preventiva, lo que no habría sido suficiente para justificarlo. Y, por supuesto, ninguna decisión del Consejo de Seguridad que autorice votó alguna acción de este tipo.

¿Ha violado Ucrania los “Acuerdos de Minsk”, el primero de los cuales fue firmado el 5 de septiembre de 2014 por su representante y los de Rusia y las dos regiones separatistas y la segunda, el 12 de febrero de 2015, en “formato Normandía”, por los representantes de las mismas entidades, así como por el Canciller alemán y el Presidente francés?

Podemos apoyar, pero Rusia, por su parte, apenas ha cumplido con sus propios compromisos. Además, más allá del hecho de que estos acuerdos tienen una naturaleza jurídica incierta, su violación no puede justificar acciones en flagrante violación de normas imperativas de derecho internacional general (jus cogens): las contramedidas pueden ser lícitas con respecto a dichas infracciones, siempre que no sean ellas mismas contrarias a las obligaciones derivadas de las mismas reglas. Un tanto – tímida – las “sanciones” occidentales respetan este requisito, que responden a consideraciones elementales de humanidad, así como, quizás en exceso, el principio, igualmente importante en esta área de proporcionalidad; sin embargo, el masivo y mortífero ataque armado ruso no puede, no hay manera de reivindicar estos principios de moderación.

Queridos amigos rusos, que decepción y que tristeza ver que vuestro país, tan entrañable desde tantos puntos de vista, pone en entredicho estos principios que queríamos creer adquirido por todas las «naciones civilizadas», es decir, reconocido por la comunidad de los Estados en su conjunto. Y esto me entristece aún más porque Rusia ha tomado una gran parte del tremendo movimiento que condujo a estas realizaciones. Es ella quien convocó las dos grandes Conferencias de Paz de 1899 y 1907 que dieron impulso decisivo al proceso de redacción del derecho humanitario de la guerra, es la URSS que pagó más cara la capitulación de la barbarie nazi, en Leningrado, Stalingrado o Kursk. También ella, que dirigió las Naciones Unidas, y a veces sobre el terreno, en la lucha por reconocimiento efectivo del derecho de los pueblos a la libre determinación. Y ahora Rusia pisotea estos principios tan difíciles de imponer en el derecho positivo -el que nos gustaría ver- efectivamente en vigor.

Disfruté trabajar con ustedes para defender los intereses de su país, que amo profundamente. Aprecié que mientras los defendíamos juntos, podíamos intercambiar libremente sobre los límites para no cruzarlos. Noté los escrúpulos de algunos de ustedes, incluyendo el compromiso inquebrantable de los demás.

Pero, ya es suficiente. Ayer envié mi carta de renuncia a las autoridades competentes: los abogados pueden defender causas más o menos cuestionable; es imposible representar en foros dedicados a la aplicación de la ley un país que tan cínicamente los desprecia”.

Firmando la carta, “Alain PELLET ha sido un abogado de Rusia ante la CIJ y otros tribunales internacional hasta el 23 de febrero de 2022”.

Esperemos que este lunes 7 no suceda como sucedió en el anterior proceso cuando Rusia impugnó la jurisdicción del Tribunal Internacional de La Haya.