Yamandú Orsi, presidente de Uruguay, afirmó que ahora es habitual en su país que un presidente viaje a países vecinos acompañado de sus predecesores de otros partidos políticos. «Vengo de un país cuyo presidente puede caminar entre la gente sin guardaespaldas y disfrutar de un partido de fútbol en las gradas de un estadio como cualquier otro aficionado», enfatizó. Si bien su país no es un paraíso y enfrenta nuevos desafíos relacionados con la pobreza infantil, la seguridad pública y la desigualdad social, la fortaleza histórica de sus instituciones y sistema político le ha permitido a Uruguay seguir destacando en la región por su alto nivel de desarrollo humano y sus políticas de distribución del ingreso.
Añadió que Uruguay es reconocido mundialmente por su compromiso con la paz y por ser una tierra acogedora para migrantes de todas las latitudes. «Según el Índice de Paz Global 2025, en 2023 hubo 59 conflictos interestatales, la cifra más alta desde el fin de la Segunda Guerra Mundial», señaló. “En 2024, el gasto militar mundial aumentó casi un 10 % en términos reales en comparación con 2023, lo que representa el mayor incremento anual desde el fin de la Guerra Fría”, declaró, añadiendo que este gasto de 2,7 billones de dólares condujo a nuevas formas de crueldad y muerte que las guerras ahora conllevan.
“En nuestra época, el progreso tecnológico ha desatado métodos de guerra más perversos, incluyendo el uso de prácticas militares destinadas a sembrar el miedo, el terror y la muerte entre la población civil”, advirtió. Condenando todas las formas de terrorismo, subrayó que el principal objetivo de las guerras actuales parece ser la práctica sistemática del exterminio. “Ningún Estado que se declare democrático y se rija por el derecho internacional puede, ni siquiera en virtud del legítimo derecho a defenderse del terrorismo, ejercer la barbarie contra ninguna población civil, y menos aún contra personas especialmente vulnerables e indefensas”, afirmó. Apoyando el principio de una solución de dos Estados en Oriente Medio, afirmó que su gobierno toma en serio los informes de la comunidad internacional sobre los territorios palestinos e instó a la suspensión inmediata de las operaciones militares. También afirmó que la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea hace 77 años, constituye un manifiesto revolucionario para los tiempos que vivimos, desde su primer artículo. Todo el sistema político de su país se enorgullece de contribuir decisivamente a tareas globales, como el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, el apoyo al desarme, la seguridad alimentaria, la salud mundial y la lucha contra el cambio climático. «En los últimos 35 años, sin interrupción, Uruguay ha desplegado batallones en diversas operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas», señaló. Su Estado se ha convertido en el país líder en América Latina y el segundo per cápita a nivel mundial en contribución a estas misiones, y las tropas uruguayas se han especializado en la función más emblemática de las operaciones de paz: la protección de civiles en conflictos armados. Añadió que, en 1907, su país adoptó una postura firme en la Conferencia de La Haya sobre arbitraje, considerándolo un mecanismo esencial y obligatorio para la resolución de conflictos entre Estados. “Solo unos años después, en 1921, Uruguay fue el primer Estado del mundo en aceptar la jurisdicción de la Corte Permanente de Justicia Internacional, predecesora de la Corte Internacional de Justicia”. Uruguay se encuentra en una excelente posición para ofrecerse al mundo como anfitrión de negociaciones y promotor de redes de diálogo y mediación, concluyó.
Fuente:
Comunicado de prensa de la ONU GA/12709