A finales del 2017, los países de la Alianza del Pacífico liderarán las cifras de crecimiento económico. Sin embargo, a pesar de que las economías de México, Colombia, Chile y Perú hayan obtenido un desempeño económico positivo en los últimos años, la pobreza aún sigue siendo un tema importante.
Al concluir el año 2014, 55.3 millones de mexicanos vivían en situación de pobreza, lo que representaba el 46% de la población nacional, según cálculos realizados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Uno de los principales factores que empeora la situación de pobreza en México es el ingreso promedio por hogar que, en el 2014, se redujo en un 3.5% respecto del último estudio realizado en el 2012, afectando principalmente a las poblaciones que perciben bajos ingresos.
El menor crecimiento económico también es un elemento que genera mayor pobreza en México. El crecimiento económico de los últimos años no supera el 3%. A pesar de obtener cifras positivas, esta tendencia de bajo crecimiento no ayudará a combatir la pobreza en el país, pues empeoraría la situación de las familias y del entorno económico local.
En Colombia, la estimación de la pobreza se realiza bajo dos mediciones: la pobreza multidimensional, la cual identifica las múltiples carencias de las familias en los ámbitos de salud, educación y nivel de vida; y la pobreza monetaria, definida como la falta de recursos monetarios para adquirir una canasta de consumo.
Al cierre del 2016, se determinó que el 17.8% de la población colombiana se situaba en la pobreza multidimensional, cifra por debajo de la alcanzada en el 2015 (20.2%). Esta reducción se explica, principalmente, por el mayor acceso a servicios de salud.
En cuanto a la pobreza monetaria, al 2016, el 28% de los colombianos estaban en esta situación, lo que refleja un aumento en 0.2% de la cifra determinada en 2015. En este sentido, la pobreza monetaria extrema alcanzó la cifra de 8.5% de la población total, 1.1% menor que la del año 2015. Sin embargo, a pesar de que la pobreza monetaria extrema se haya reducido, la pobreza monetaria, en general, aumentó principalmente por el resultado de la inflación del 2016 (2.8%).
Uno de los principales problemas que permite la persistencia de la pobreza en Colombia es la informalidad laboral. Un ejemplo es lo que ocurre en la ciudad de Cartagena. Si bien esta ciudad cuenta con una fuerte industria en materia portuaria y hotelera, el “auge económico” de la zona no se refleja en el bienestar de sus pobladores.
En cuanto a Chile, los últimos datos que se posee sobre pobreza nos muestran que el 11.7% de su población se encuentra en situación de pobreza por ingresos, según el Ministerio de Desarrollo Social; mientras que un 20.9% se encuentra en situación de pobreza multidimensional y un 4.5% en situación de pobreza por ingresos y multidimensional.
En el informe “¿Cómo va la vida en Chile?” realizado por la OCDE en el 2016 muestra que, a pesar de que Chile tenga uno de los menores índices de pobreza en América Latina, aún hay mucho en qué trabajar: El 9.4% de los chilenos aún viven en casas sin servicios básicos y sólo el 71% están satisfechos con la calidad del agua, al igual que la calidad del aire, muy por debajo de la media de los países de la OCDE.
Por otro lado, el Ministerio de Desarrollo Social muestra que la población de adultos mayores ha reducido su nivel de pobreza por ingreso a un 6.6%, el cual alcanzaba la cifra de 22.8% en el 2006. Mientras que la pobreza multidimensional de este grupo ha descendido, de haber alcanzado 27.6% en 2009, a 7.9% en 2015.
Finalmente en Perú, en el Informe “Evolución de la Pobreza Monetaria 2007-2016” del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), indica que la pobreza nacional se redujo de 42.4% en el 2007 a 20.7% en el 2016. Dicha cifra hace referencia únicamente a la pobreza monetaria la cual, a diferencia de la pobreza multidimensional, sólo utiliza el gasto como indicador de bienestar.
La mayor caída de la pobreza sucedió entre los años 2007 y 2011 período en el cual se redujo un 14.6%, mientras que entre los años 2012 y 2016 la reducción fue de 5.1%. Lo cual nos indica que la pobreza logró reducirse más en períodos de mayor crecimiento.
La reducción de la pobreza en aproximadamente 50% en 10 años se le atribuye a los cambios que se realizó en la economía peruana en los años 90, como el expandirse a nuevos mercados internacionales para aprovechar las altas cotizaciones de los metales y la atracción de la inversión extranjera.
Como hemos podido observar, los índices de pobreza en los países de la Alianza del Pacífico han ido reduciéndose a lo largo de los últimos años. Sin embargo, la provisión de servicios de primera necesidad y los niveles de salarios, entre otros, parecen ser los principales elementos que permiten mejorar la calidad de vida de las personas.