En el segundo semestre del presente año la situación económica de los países de América Latina mantiene una moderada expectativa de crecimiento de 1,1%, tras dos años consecutivos de desaceleración económica. En este contexto analizaremos las cifras sobre la pobreza en la Alianza del Pacífico.
En 2015, Chile fue el país con el menor índice de pobreza en Latinoamérica con un 11,7%, equivalente a 2 millones de habitantes. Si consideramos otras dimensiones de bienestar, como la educación y la salud, estaríamos ante un 20,9% de la población chilena que se encuentra en la pobreza multidimensional.
En el 2017, el estudio de “Pobreza y fragilidad del modelo chileno”, elaborado por la encuesta Casen, indica que la cifra de pobreza obtenida en 2015 (11,7%), podría alcanzar a la fecha el 26,9% debido a la metodología con la que se realizó este estimado. El 11,7% obtenido anteriormente incluye ingresos no reales, como es el alquiler imputado, el cual no es nada más que el ingreso que debería percibir una persona, por ejemplo, si alquilase su vivienda.
Uno de los factores relacionados a la pobreza es la desigualdad y Chile no es ajeno a esta. En un estudio realizado por el Banco Mundial se mostró que Chile es uno de los países con mayor desigualdad, ubicándose en el puesto 14 en el mundo y en el puesto 6 en América Latina.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia, ha informado que en el 2016 el 28% de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza colombiana, la cual se encuentra en $241,673 (US$ 373), habiéndose incrementado la pobreza en 0,72% respecto del año 2015. Las razones de este resultado fueron, el bajo desarrollo industrial y la mala distribución de la tierra, lo que se resume en un coeficiente de Gini de 0,55.
Los trabajos contra la pobreza, que provienen del auge minero energético entre el 2010 y 2014, han generado cambios importantes en las políticas para combatir la pobreza. Sin embargo, este arduo trabajo puede deteriorarse en los próximos años si no se revierte la desaceleración económica, el incremento del desempleo (9,5%) y el alza de la inflación.
Entre 2012 y 2014, las cifras de pobreza para México muestran un incremento de 53.3 millones a 55.3 millones, más 2 millones de mexicanos en situación de pobreza en sólo 2 años. La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), se pronunció sobre la situación de la pobreza en México, señalando que el gasto social en este país es demasiado bajo para reducir los niveles de pobreza.
En la actualidad, existen 11 millones de personas más pobres que en 1992. Esta situación tan persistente a lo largo de los años es muestra de la desigualdad en México. Según la Cepal, el 66% de la riqueza en el país está en manos del 10% de la población.
En el Perú, a la fecha hay 6,5 millones de personas en condición de pobreza y se concentran en las ciudades de Lima, Tumbes e Ica. En total, la población vulnerable está alrededor de 10,8 millones, un 34.2% de la población nacional, según datos de la Cámara de Comercia de Lima (CCL).
La población vulnerable es aquella que percibe entre US$4 y US$10 al día y es la que corre el riesgo de caer o regresar a la pobreza, por lo que esta cifra es alarmante. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la población vulnerable cayó 4,2% en el 2016 respecto al 2015.
Recientemente, en el foro “Perú+Ética”, organizado por CFA Society Perú, se consideró que los 4 proyectos paralizados por los casos de corrupción de empresas de construcción brasileras comprometerían US$ 1,800 millones, repercutiendo sobre la situación de pobreza en el país.
Para el 2017, teniendo en consideración que la economía muestra resultados débiles será difícil reducir la pobreza en nuestros países de la Alianza Pacífico. En este sentido es necesario realizar un trabajo más intenso en este tema. Es recomendable que nuestros Gobiernos puedan realizar políticas eficaces para mejorar el bienestar de la población que más lo necesita.