Acaba de realizarse la elección presidencial en Paraguay, el candidato oficialista Mario Abdo Benítez, del partido Acción Nacional Republicana-Partido Colorado (ANR), fue elegido presidente con 46,49% de los votos, derrotando a Efraín Alegre quien recibió el  42,72% de los votos. Un estrecho margen los separó.

La OEA envió su Misión de Observación Electoral a Paraguay y en su reciente informe destacó la tranquilidad con la que transcurrieron los comicios. Esta MOE,  estuvo integrada por 40 observadores internacionales y fue encabezada por la ex Presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla.

La MOE observa el desenvolvimiento de las elecciones, en este caso puso especial atención en temas como la integración de los órganos electorales temporales, la organización electoral, las encuestas y especialmente las realizadas a boca de urna, estructura y normativa de la justicia electoral, participación de las mujeres en política, inclusión y financiamiento.

Asimismo, constataron que al cierre de la jornada, la ciudadanía pudo conocer los resultados preliminares para presidente y gobernadores entregados por el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), los cuales fueron transmitidos en directo por los medios de comunicación. Se constató que el sistema era rápido, fluido y transparente. Contrastó los datos publicados por el Sistema de transmisión de datos preliminares (TREP) con una muestra de mesas observadas, y comprobó un nivel de coincidencia del 100%.

La práctica paraguaya de difundir tendencias a partir de encuestas a boca de urna mientras se lleva a cabo la votación, práctica prohibida por ley, sigue siendo vigente en Paraguay. Antes esta situación, la MOE la ha hecho evidente y la considera una mala práctica.

Un tema neurálgico se refiere a la participación de la mujer en la política, donde la ex-presidenta Chinchilla, quien ha dirigido esta MOE/OEA ha reiterado su preocupación expresada en informes pasados por el bajo nivel de representación femenina en las Cámaras legislativas, situación generada en parte debido a una legislación de cuotas deficiente. Ante esto, la Misión recomienda aumentar el porcentaje mínimo actualmente vigente de la cuota de género y establecer un mandato de posición que otorgue mayores garantías en la igualdad de resultados. La aprobación del proyecto de paridad en el Senado, actualmente en debate en la Cámara de Diputados, abre una importante posibilidad de mejora en las condiciones equitativas de la oferta electoral y del acceso a la representación de las mujeres.