La región Latinoamericana tiene tres enemigos declarados, uno ya conocido por mas de 25 años, el Dengue, hace dos años se hizo presente Chikungunya y hace unos meses Zika.
Los tres virus, que dan origen a estas enfermedades, las transmite el mosquito Aedes aegypti.
No existe una vacuna, solo la prevención, evitar la formación de agua empozada sobre todo agua de lluvia.
Las embarazadas tienen el mismo riesgo que el resto de la población de infectarse con el virus del Zika, pueden no enterarse que tienen el virus, porque no desarrollarán los síntomas. Sólo una de cada cuatro personas desarrolla los síntomas de la infección por el zika, y entre quienes sí son afectados, la enfermedad es usualmente leve.
Los síntomas más comunes son fiebre leve y exantema (erupción en la piel o sarpullido). Suele acompañarse de conjuntivitis, dolor muscular o en las articulaciones, o un malestar general que comienza entre 2 y 7 días después de la picadura de un mosquito infectado.
Se está investigando cuál es el efecto que este virus podría tener sobre los fetos. El 28 de noviembre de 2015, el Ministerio de Salud de Brasil estableció la relación entre el incremento de microcefalia en el nordeste del país y la infección por zika. De acuerdo al análisis preliminar de la investigación realizada por las autoridades de Brasil, probablemente el mayor riesgo de aparición de microcefalias y malformaciones está asociado con la infección en el primer trimestre del embarazo. Las autoridades de salud, con el apoyo de OPS y de otras agencias, están realizando varias investigaciones que esperan esclarecer la causa, los factores de riesgo, y las consecuencias de la microcefalia.
Todas las personas, incluyendo las embarazadas y mujeres en edad reproductiva, deben evitar la exposición a picaduras de mosquito, por ejemplo usando ropas que cubran la piel (mangas largas), usando mosquiteros medicados, y utilizando los repelentes indicados por las autoridades de salud y de la manera que señala la etiqueta. En cada casa y en sus alrededores es muy importante buscar posibles focos de criaderos de mosquitos y eliminarlos.
La OPS/OMS recomienda que tomen las medidas preventivas necesarias para evitar la picadura de mosquitos, los cuales pueden transmitir otras enfermedades, además de zika, como por ejemplo el dengue y el chikungunya.
La microcefalia es una afección muy poco frecuente, cuyas causas pueden ser genéticas o ambientales (tóxicas, radiaciones o infecciosas). Se define como una condición al nacer en la que la circunferencia craneana o perímetro cefálico es menor que lo esperado para la edad al nacer y el sexo.
La microcefalia congénita puede presentarse como una condición aislada o asociada a otras condiciones de gravedad variable, que pueden ir desde convulsiones, dificultades para alimentarse, efectos sobre el desarrollo del niño, hasta el riesgo de vida del recién nacido.
La medición más confiable para valorar si un bebé tiene microcefalia se puede hacer en el nacimiento y con mayor precisión a las 24 horas de nacido. En caso de realizarse el diagnóstico de microcefalia, un equipo multidisciplinario de salud debe iniciar un proceso de seguimiento y control del niño.
La OPS está apoyando al Ministerio de Salud de Brasil en el monitoreo y respuesta al brote de microcefalia. Hay varias investigaciones en curso comisionadas por el Ministerio de Salud, que esperan esclarecer la causa, los factores de riesgo, y las consecuencias de la microcefalia. Se están estudiando todas las hipótesis, incluyendo las vinculadas a tóxicos, medicamentos, factores genéticos y otros agentes infecciones. Hasta el momento la más plausible es la asociación con el zika, entre otros factores, por la asociación en el tiempo y el espacio de los brotes de zika y microcefalia.
La OPS también está realizando una comunicación oportuna a todos los países de la región, así como promoviendo los mensajes de prevención y control de enfermedades transmitidas por vectores, con énfasis en las medidas de protección personal que han de tomar las embarazadas.