En 2016 de enero a septiembre, la región centroamericana exportó 664.656 TM de café, equivalente a $2.169,4 millones, superó las ventas del 2015 equivalente a 632.020 TM con un ingreso de $2.325,3 millones. Honduras, sigue siendo el principal exportador de la región, con 283.100 TM; le sigue Guatemala, con 167.672 TM, Nicaragua, con 112.935 TM, Costa Rica, con 70.512 TM, El Salvador, con 27.845 TM, y Panamá, con 2.592 TM.

No obstante haber aumentado la producción, en 2016, la ganancia fue menor que la del año 2015. Los productores de café se enfrentan a los ciclos comerciales internacionales y ajustes de precios que escapan de su voluntad. Ya en la producción deben enfrentan diferentes situaciones y adversidades como es la enfermedad de la raya así como el costo de la mano de obra. Interesante, la ayuda de la tecnología incorporada en la producción cafetalera, es el caso de Costa Rica, por medio de tractores pequeños o motos modificadas a las que se adaptan brazos para realizar tareas de fumigación, atomización, control de mala hierba y fertilización, reduciendo los costos de la mano de obra. Una reducción a una hora un trabajo que normalmente requiere un dia y medio, es decir $50 frente a $250. Esta tecnología, es usada masivamente en Brasil.

Costa Rica, ha presentado este marzo 2018 un brote por epitifia en las zonas de «maduración temprana», en Pérez Zeledón, Turrialba y Coto Brus, afectando el 40% de producción en cada una de estas zonas. El hongo se ha desarrollado debido a los efectos atípicos del clima generados por la lluvia produciendo alto daño económico. Como señala el Ministerio de Agricultura y Ganadería, persisten las condiciones del tiempo atmosférico que favorecen los procesos de infección, colonización y esporulación de la roya del cafeto. Esta situación obliga a que los productores actúen de inmediato protegiendo su producción. Como señala el Ministerio la roya «es una enfermedad causada por el hongo Hemileia vastatrix, que infecta las hojas del cafeto. La infección ocasiona la caída prematura de las hojas y, si hay ataques por insectos, mala fertilización y condiciones de crecimiento deficientes. Los cafetos estarán en un continuo estrés y desbalance lo que afectará negativamente la producción. Cuando el nivel de ataque aumenta, causa una maduración anormal, pérdida de calidad y caída del fruto. Además, debilita la planta lo cual podría obligar a podarla para renovar el tejido productivo.»

Para Costa Rica, es importante la producción cafetalera, por ello en abril 2018 dictó una propuesta legislativa que otorga recursos con una tasa preferencial a los productores, en particular a los de menor tamaño. Un fondo conformado por el Instituto del café de Costa Rica, Ministerio de Agricultura y Ganadería así como fondos recuperados del Fideicomiso de Ayuda a los Productores de Café Afectados por la Roya y el Plan de Renovación de Cafetales.

Una nueva inversión: el Sector Inmobiliario

Sin embargo, desde 2010, las dificultades como el precio internacional y sobre todo la rentabilidad del café presenta discordancias de rentabilidad con el sector inmobiliario. En Costa Rica, desde hace años, precisamente  desde 2010, es más evidente la sustitución de cafetales por urbanizaciones, lo que se traduce en menor cantidad de café cosechado, llegando a un millones de fanegas en menos, como lo hace conocer el Instituto del café de Costa Rica. 

Esto ha dado lugar a que terrenos considerados ideales para la el cultivo de café pasen a ser urbanizaciones y sedes comerciales, como es el caso del Este de San José como lo refiere Centralamericadata, además, un reciente estudio del Instituto del Café de Costa Rica – ICAFE señala que la producción de la zona cayó en 64,6% entre 1999-2017.

Nos encontramos frente a una situación considerada dramática ante la desaparición paulatina de un producto sumamente apreciado  a nivel nacional e internacional.

Fotos: Embajada de Costa Rica en Italia, Pinterest, Mundo Avenida, Revista Construir.