Repensando la Justicia con Enfoque de Género:
Mujeres, Drogas y Alternativas Penales
El encarcelamiento no aborda las causas estructurales que llevan a las mujeres a participar en actividades relacionadas con drogas. La pobreza, la exclusión social, la falta de acceso a servicios, recursos y oportunidades significativas son factores subyacentes que impulsan a muchas mujeres a ingresar en el eslabón más bajo del tráfico de drogas como medio de subsistencia.
Beatriz López Lorca y Mario Germán Sánchez González son expertos de COPOLAD III en alternatividad penal
Con una tasa de 30 mujeres privadas de libertad por cada 100.000 habitantes, la tasa de población penitenciaria femenina en América Latina es la más alta del mundo. En el Día Internacional de la Mujer, es esencial reflexionar sobre los desafíos únicos que enfrentan las mujeres en el sistema de justicia penal, especialmente cuando se trata de delitos menores relacionados con drogas. La privación de libertad por este tipo de delitos tiene repercusiones profundas y a menudo devastadoras en la vida de miles de aquellas privadas de libertad, tanto a nivel personal, como en sus familias y comunidades.
En los últimos tiempos, la política criminal en materia de tráfico de drogas ha estado caracterizada por una maximalización del Derecho penal, ¿qué significa esto? Un mayor uso del derecho penal como herramienta para combatir el delito y garantizar el orden social, que en este caso se materializa en la falta de proporcionalidad en el tratamiento de delitos menores de drogas, el uso excesivo de la prisión preventiva, y una clara apuesta de la prisión como principal estrategia retributiva; espacio en el que la alternatividad penal se encuentra reducida significativamente.
Este enfoque también ha permeado en la población general, condicionando su entendimiento del fenómeno de las drogas y de los delitos asociados, conllevando a reclamos de más control y seguridad que, en definitiva, se traducen en un refuerzo de las políticas de interdicción en materia de drogas y, desde luego, mayor punitivismo y populismo penal.
En lo que respecta a las mujeres, que representan el 8% de las población penitenciaria en América Latina, su encarcelamiento va en aumento; reportando un incremento del 56% de mujeres en la población penitenciaria entre 2000 y 2022, frente a un crecimiento del 24.5% respecto de la población penitenciaria general en el mismo periodo.
Fuente: COPOLAD-EU
https://twitter.com/ProgramaCOPOLAD/status/1765355681543033319?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1765355681543033319%7Ctwgr%5E1e2609fc532818e0c54a95659e171da729b1b26a%7Ctwcon%5Es1_c10&ref_url=https%3A%2F%2Fcopolad.eu%2Fes%2Frepensando-la-justicia-con-enfoque-de-genero-mujeres-drogas-y-alternativas-penales%2F