La elección presidencial de Brasil se decidirá en la segunda vuelta, el 30 de octubre. La primera vuelta de las elecciones, realizada durante la jornada del domingo 2 de octubre definió dos candidatos en competición: Jair Bolsonaro y Lula da Silva. Ambos son expresidentes.
Lula da Silva obtuvo 48,43% y Jair Bolsonaro 43,20%, según los resultados publicados por el Tribunal Superior Electoral (TSE) que cubren el 99,99% de las papeletas escrutadas. Los demás candidatos se quedaron en un dígito, ninguno llegó a los dos dígitos.
Más de 6 millones de votos separan a los dos hombres, Lula cuenta con más de 57,2 millones de votos a su favor. La segunda vuelta decidirá claramente al vencedor porque, no obstante la diferencia de votos, Lula no alcanzó la mayoría absoluta.
Fueron llamados a votar, 156 millones de brasileños para elegir al presidente que gobernará Brasil por los próximos cuatro años. Participaron el 79% de brasileños con derecho al voto.
Las previsiones no encontraron veracidad en los votos, si proyectaron 50% para Lula del Partido de los Trabajadores (PT), éste obtuvo 48,43% y de la previsión para Bolsonaro, del Partido Liberal, que era de 36%, los votos en demasía fueron una sorpresa, obtuvo 43,20%.
Lula da Silva, estuvo acusado por casos de corrupción, se abrieron dos causas penales que no han recibido sentencia pues Lula da Silva utilizó una salida procesal que derivó en la prescripción de ambos juicios. Los latinoamericanos hemos vivido la peor corrupción internacional actuada por la empresa brasileña Oderbrecht, empresa de construcción de grandes obras. Esta corrupción se verificó en todos los países donde Lula da Silva les llevaba en sus viajes de Estado.
