Presidenta Dina Boluarte en UNGA

0
50
Señor secretario general de las Naciones
Unidas, Antonio Gutiérrez.
Señoras y señores,
jefes de estado
y señoras y señoras presentes en esta Magna Asamblea,
el Perú es el centro y cuna de grandes civilizaciones milenarias, siendo la última el imperio de los incas
que dejó un legado de grandeza.
Somos herederos, asimismo, del Virreinato del Perú que abarcó las dos terceras partes de América del Sur.
Somos un país mestizo, mezcla fundamental entre hispanos y andinos, orgulloso de ser heredero de los más grandes imperios de Europa y América del siglo X.
El pueblo peruano es hoy resiliente, emprendedor, solidario, amante de la paz, la libertad y la democracia.
Nuestros grandes escritores Mario Vargas Yosa y José María Arguedas compartieron la idea de que el Perú es el país de todas las sangres.
Nuestra identidad expresa creativamente que somos la unidad de los diversos unidos bajo la misma roja y blanca bandera peruana.
En nuestro país viven los pueblos originarios y los pueblos del mundo en paz y unidad como una gran síntesis del Perú, país en el que vivió y trabajó durante 40 años el Papa León XIV, nacionalizado peruano, por su profundo amor a nuestra gente, tanto por su carácter solidario y pacífico, como por su fe católica y cristiana.
Todos los estudios señalan que somos el país más emprendedor del mundo, razón por la cual después de la pandemia del COVID-19, que por una pésima  administración gubernamental alcanzó más de 2 millones de fallecidos.
Nos hemos empezado a recuperar logrando hoy más de 17 meses de crecimiento consecutivo de nuestra economía.
Hemos derrotado la recesión y la inflación originada por la violencia política y por la corrupción, un golpe de estado fallido y la fuga de más de 20,000 millones de dólares entre los años 2021 y 2023.
Hemos recuperado la confianza de la inversión nacional, pero también del extranjero y abrazado a la libertad.
Somos un país solvente y estable por el golpe de estado de diciembre del 2022 que pretendía instaurar una dictadura sometiendo a todos los poderes del Estado. Tuve que asumir constitucionalmente la presidencia de la República.
Desde ese entonces se estableció una narrativa por la cual el golpista se convirtió en víctima y la presidenta que asumió constitucional y legalmente la presidencia, fue acusada por algunas voces de golpista y usurpadora.
La mentira trastocada en verdad y la verdad en mentira.
Este es uno de los temas que nuestro de nuestro tiempo, la construcción de narrativas falsas que buscan armar proyectos políticos antidemocráticos.
La reflexión que las ideologías de odio con sus proyectos de estados fallidos que crecen como estados todopoderosos, requieren para imponerse una narrativa falsa para lograr su objetivo por medio de la violencia que en el poder aplasta las libertades, aplasta los medios de comunicación a la oposición democrática, viola los derechos humanos y da inicio al control, confiscación y expropiación de las empresas privadas, creando una burocracia corrupta que destruye la economía, la sociedad y la moral pública.
El primer paso para todo ello es la construcción de un relato en el que se miente, se engaña y se manipula.
La ideología del odio de clases es muy hábil en trastocar la realidad y construir falsos relatos, pues utiliza el método totalitario de repetir ad infinitum una mentira como se hiciera en el mundo antes de la Segunda Guerra Mundial y como se viene haciendo nuevamente porque
el totalitarismo se renueva, se presenta con otros rostros, porque lo que sigue siendo una grave amenaza para los países y para el mundo, el cínico relato se ve reforzado por el intervencionismo en los asuntos internos de los países, apoyando y difundiendo falsedades para destruir la democracia y eliminar la libertad.
En el Perú hemos superado una fuerte, organizada y persistente  violencia política que pretendía la vuelta al gobierno del golpista y desde el año 2024 se ha logrado avanzar en el restablecimiento de la estabilidad y la confianza, razón por la cual la economía peruana logró crecer ese año. año 3,3% y en el presente año 2025 está superando un crecimiento del 3,5%.
Previéndose que el año 2026 mantenga la tendencia de la expansión económica.
El gobierno garantiza 3 años de crecimiento económico encabezando las cifras en Sudamérica. La inflación que tenemos es inferior al 2% anual.
Las reservas internacionales son superiores a los 88,000 millones de dólares y nuestra moneda se mantiene estable y se fortalece cada día más.
Nuestra deuda externa es menor al 32,2% del PIB, una de las más bajas de América y del mundo.
Nuestro déficit fiscal este año será de 2, presidenta de esta magna asamblea, el 24 de octubre se creó las Naciones Unidas después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se logró derrotar a uno de los mayores proyectos políticos totalitarios construido bajo una ideología de odio que produjo el más grave genocidio en la historia de la humanidad.
El holocausto que jamás debemos olvidar. Esa nefasta guerra causó la muerte de 60 millones de seres humanos.
Toda ideología de odio, el odio de clases y su elevación a principio y motor de la historia. El odio racial, el nacionalista, el odio religioso, étnico, el odio a las mujeres, entre otros, son los causantes de los peores crímenes en la historia humana.
Las ideologías de odio construyen relatos como verdades absolutas que instrumentalizan a las personas y a los pueblos.
La Constitución Política de mi patria afirma que la defensa de la persona humana y su dignidad es el fin supremo de la sociedad y del Estado. El Perú rechaza en consecuencia los dos principales relatos de odio en el mundo.
El odio de clases y el odio religioso, origen de guerras y violencia humana.
En el Perú hemos sufrido más de 20 años de un terrorismo mesiánico, dogmático, violento y genocida que le costó la vida a más de 70,000 peruanos.
El terrorista odia las elecciones y el derecho ciudadano a elegir y a ser elegido.
Cuando participa lo hace para destruir la democracia desde adentro.
Sin embargo, el relato que se ha querido imponer es una mentira flagrante.
Las fuerzas armadas y policiales que defendieron la vida y la libertad de los peruanos son acusados de violar los derechos humanos, convirtiéndose así los héroes defensores de la vida, la democracia y la libertad en victimarios y los terroristas en víctimas.
Así los héroes que defendieron la democracia son perseguidos en juicios que se prolongan por décadas, mientras que los terroristas son indemnizados y considerados víctimas.
El mundo al revés.
La ONU, presidenta, ha sido un hito fundamental en el siglo XX, pero en el siglo XXI debemos estar más atentos.
Es nuestro deber impedir que el mundo se precipite hacia nuevos genocidios y nuevas violencias.
No es aceptable en un mundo civilizado que un país invada a otro,  utilizando un relato falso para justificar una guerra que ataca principalmente a la población.
No es admisible la matanza de civiles, la captura de centenares de  jóvenes, mujeres y hasta niños para utilizarlos como rehenes.
Vivimos ante la amenaza del crimen internacional organizado.
En el Perú, la delincuencia internacional dedicada a la extorsión recurre a métodos terroristas como los atentados con explosivos para someter a los ciudadanos.
Estas organizaciones criminales que utilizan armas de guerra han creado
mecanismos financieros para lavar el dinero manchado de sangre, remitiendo grandes sumas a sus países de origen.
Se pretende normalizar esta violencia que requiere para su derrota el reconocimiento por la ONU como organizaciones terroristas y una nueva legislación nacional e internacional que detenga su amenaza al sistema democrático y al desarrollo de los pueblos.
Es imperativo así mismo actuar contra el narcotráfico y la minería ilegal que destruye el medio ambiente, contaminan los ríos y condena a los pueblos y a las personas a la esclavitud.
El crimen internacional tiene sometidas a miles de mujeres extraídas de sus hogares, de sus países, con violencia y engaños y explotadas y  privadas de su libertad.
Señoras y señores,
vivimos momentos que nos recuerdan los episodios más oscuros de nuestra historia moderna y el Perú está convencido que el mundo no necesita menos ONU, sino más y mejor ONU, una que esté acorde con los tiempos en los que las ideologías de odio que tanto daño causaron y causan a la humanidad se han refugiado en la mentira, en las informaciones falsas y en la penetración de las sociedades democráticas.
El Perú, como miembro fundador, está comprometido con un sistema multilateral abierto basado en el derecho internacional y los principios de la Carta de Naciones Unidas, el pilar, el modelo, la ONU, pero es momento de hacer un alto y mirar lo que está pasando en el mundo a nuestro alrededor.
En este momento estamos aquí, pero al otro lado del mundo están matando niños, niñas, personas inocentes.
La prosperidad al mundo debe ser en ese trabajo responsable y unido y que hoy debe ingresar a un proceso de adecuación frente a las nuevas amenazas.
Cada uno de nuestros países tiene el deber de contribuir al desarrollo de soluciones a los problemas comunes que enfrentamos y en eso se esfuerza mi país.
Pero la interconexión de nuestras sociedades y economías hacen que solo a través de la cooperación internacional podamos resolver la crisis  que enfrentamos.
Si no reformamos las Naciones Unidas, nuestra casa común para devolverle representatividad y efectividad a su acción, corremos el grave riesgo de ver desaparecer uno de los instrumentos más preciados que tiene la comunidad internacional para la estabilidad del mundo. Por ello, el Perú apoya los trabajos de la iniciativa ONU 80, iniciados por el Secretario general, poniendo especial énfasis en la necesidad de volver a centrar la organización en sus funciones fundamentales, acercándola a las necesidades de los pueblos, a la vez que volviéndola más eficiente. La ONU 80 debe ser una oportunidad para fortalecer el multilateralismo y asegurar que la organización esté mejor preparada para cumplir sus objetivos esenciales.
Esta reforma solo podrá rendir plenamente sus frutos si es complementada por una transformación de la gobernanza de la ONU, que evite los bloqueos institucionales en la toma de decisiones a la vez que asegure su idoneidad.
Señoras y señores,
en el Perú nuestro gobierno trabaja en el cumplimiento de sus compromisos, tanto como su población como con la comunidad internacional, enfrentando la amenaza del crimen organizado, resultado de la descomposición de gobiernos tiránicos y haber provocado la migración a países como el nuestro. Desde el primer día de mi gobierno hemos luchado por restablecer la gobernabilidad en el país y derrotar la polarización y la violencia.
En el Perú rige la plena separación de poderes y el estado de derecho, el
respeto a la libertad y a los derechos humanos.
Mi gobierno es el más estable en un periodo de 5 años en el que se han
sucedido cinco presidentes.
Estamos luchando por la seguridad ciudadana, enfrentando a la delincuencia que aprovecha el alza del precio del oro y el narcotráfico  con resultados positivos que pueden ser verificados.
Trabajamos por fortalecer el capital humano.
Estamos dando la batalla contra desnutrición infantil y la anemia.
Construimos escuelas y hospitales en todo el país, como no se ha hecho en los últimos años.
La prioridad son los niños, las mujeres y la familia peruana.
Estamos modernizando la infraestructura de mi país, puertos,  aeropuertos, carreteras, puentes, diseñando una economía mejor  conectada al mundo, así como una firme política de lucha contra la corrupción.
Nuestro objetivo es garantizar elecciones libres e imparciales,  derrotando el intento de una minoría violenta que busca su fracaso.
Señoras y señores, la Organización de las Naciones Unidas ha estado siempre presente en la historia moderna de mi país, en particular en sus momentos más difíciles, simultáneamente a lo que pasa en el mundo y a pesar de nuestros esfuerzos, el Perú hoy encuentra a sus instituciones democráticas y el estado de derecho atacados por la polarización de la política, causa y consecuencia del retorno de la violencia extremista.
Padece el flagelo de la delincuencia organizada transnacional terrorista, que es causa de muertes atentados e inseguridad y del narcotráfico que  destruye el tejido social, afronta la amenaza del cambio climático que deteriora su Amazonía, provoca el derretimiento de sus glaciales y pone en riesgo su biodiversidad.
Fomenta un crecimiento inclusivo y sostenible en un contexto de oposición entre potencias, pero ninguno de estos problemas es solamente nacional, sino global.
Por ello, necesitamos que las Naciones Unidas vuelva a ser un ágora del diálogo y la cooperación.
Deseo recordar el legado del embajador Javier Pérez de Cuellar, quien logró ejercer una acción relevante de la organización a pesar de la Guerra Fría. Con ese ejemplo y en el apego de nuestra región a los propósitos de la carta y en aras de una mejor representación, creemos que es tiempo de que quien ocupe la próxima secretaría general  provenga de Latinoamérica.
Señoras y señores,
el Perú está comprometido en lograr que esta Asamblea General no sea una simple efemérides, sino la reafirmación hacia una acción colectiva que revitalice a las Naciones Unidas como herramienta que apoye la paz y la unidad global, así como el desarrollo.
Tenemos que ser firmes en la verdad frente a los relatos que la escamotean, la pervierten o mienten abiertamente con el fin de ocultar agendas que no corresponden a nuestro tiempo y mucho menos al destino de la humanidad.
Por ello, es imperativo fortalecer la verdad frente a los relatos basados en el odio, la mentira repetida que busca imponerse y que solo engendra
destrucción.
Pese a todos los obstáculos, la verdad se abre paso y nos hace libres.
Paz y unidad para el Perú y el mundo.
Cuscayun ama cuspa, ama Yulacuspa, buscando el desarrollo de nuestro
pueblo. Señoras presidentes y presidentes del mundo, juntos trabajemos
sin odiarnos, queriéndonos, procurando el desarrollo de nuestros  pueblos, sí a la vida, no a la violencia y no a la guerra. Muchas gracias.