La Madre Patria. ¡Feliz 28 de Julio!

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Esta hermosa foto llamada la Madre Patria, fue tomada en el Estudio de Eugène Courret (1865-1925), a fines del siglo XIX, la modelo está vestida con el atuendo que reúne la simbología patria y el Sol de los Incas, una muy bella composición (original en sepia, el color es un trabajo posterior).

La frase «Madre Patria» se identificaba ideológicamente con España, así que surgió la idea de trasladarla a la emancipación, de modo que el naciente país, tomó la forma de una mujer, para destacar que se despercudía del colonialismo y nacía libre; la Patria no solamente era mujer sino madre, la madre de los peruanos.

Por otro lado, así como hubo precursores varones de la emancipación, también las hubo mujeres, algunas muy reconocidas como Micaela Bastidas Puyucahua, la esposa de Tupac Amaru, y eje central de la revolución de 1784, y junto con ella las mujeres que se plegaron a la rebelión: la Cacique Tomasa Tito Condemayta, Marcela Castro (madrastra de Túpac Amaru), y Cecilia Túpac Amaru, entre otras.

En la etapa emancipadora, mujeres de toda condición social se plegaron a la causa, aportando ideas, y brindando innumerables servicios, como transmitir información entre patriotas, que la Tapada llevaba, amparada en el anonimato que le permitía el manto, un personaje femenino estelar; así como de recolectar fondos para la causa libertadora; mujeres del pueblo, como Juana Candelaria García, Francisca Sánchez de Pagador, Agustina Antoñete, Manuela Carbajal, Catalina Agüero, Narcisa Iturrégui, y Natividad Pinillos; y de la alta alcurnia limeña como Josefa Carrillo, Marquesa de Castellón; Petronila Carrillo de Albornoz, Marquesa de Torre Tagle -quien murió en las mazmorras del Real Felipe, junto con su marido y su hijo menor, donde habían sido confinados por Bolívar-; Hermenegilda de Guisla y Larrea; y Angélica Zevallos, que recolectaban alhajas y objetos de plata para la causa emancipadora; Rosa Campusano -que se decía fue la pareja sentimental de José de San Martín durante su permanencia en Lima, asunto no confirmado-, y quien logró que todo el Batallón Numancia se pasara al bando patriota; Tomasa Amat García Mancebo -nieta del Virrey Manuel de Amat y Micaela Villegas, la célebre Perricholi-, quien encabezó la lista de las galardonadas con la Orden del Sol, entre las que se encontraba la no menos célebre Manuelita Sáenz, el amor de Bolívar, esto sí confirmado; y la valiente María Parado de Bellido, fusilada en Huamanga, quien personifica el arrojo y la disposición a dar hasta la vida por la causa libertadora. Todas liberadas de las distancias sociales, exponiendo su vida y fortuna, unidas en una única dimensión: ser el soporte de la lucha emancipadora.

Ellas son las olvidadas de la historia que muchos no recuerdan o conocen, y quienes con su entrega, nos permitieron disfrutar de la libertad que hoy gozamos para decidir nuestro futuro como país. Nuestra gratitud para ellas también.