Durante el primer mandato de Donald Trump, los flujos de capital de portafolio hacia los mercados emergentes mostraron variaciones significativas. En el 2017, se registraron entradas de US$67,308 millones en renta variable y US$308,000 millones en renta fija. Sin embargo, en el 2018, estos flujos disminuyeron a US$21,179 millones en renta variable y US$179,000 millones en renta fija, debido a sus políticas de repatriación de ganancias y beneficios tributarios.
Con la reelección de Trump, los mercados emergentes enfrentan nuevos desafíos. La reciente amenaza de imponer aranceles a Colombia y la posible imposición de aranceles a partir del 01 de marzo a Canadá y México han incrementado la incertidumbre. Sectores como la agroindustria y la automotriz, que dependen en gran medida del comercio con los países vecinos, se sienten especialmente vulnerables. Además, las represalias de China y su impacto en la economía global también son preocupaciones adicionales.
La política de aranceles de Trump ha generado volatilidad en los mercados financieros. El fortalecimiento del dólar y el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. han afectado a los mercados emergentes. Desde las elecciones en EE.UU., los fondos de deuda de mercados emergentes han registrado salidas de US$5,000 millones, alcanzando US$20,000 millones en lo que va del año. Esta situación ha generado preocupación entre los inversores, quienes buscan refugio en activos más seguros.
A pesar de estos desafíos, algunos analistas consideran que los mercados emergentes presentan oportunidades debido a su bajo costo comparado con los mercados desarrollados. Países como India y Vietnam podrían beneficiarse de los esfuerzos para diversificar las cadenas de suministro, mientras que Brasil, México y el sudeste asiático mantienen perspectivas positivas a largo plazo.
La reelección de Trump ha generado un entorno económico incierto para los mercados emergentes. Las políticas comerciales y arancelarias, junto con la volatilidad financiera, han afectado los flujos de capital y la estabilidad económica. Sin embargo, la diversificación de las cadenas de suministro y las reformas internas podrían ofrecer oportunidades para mitigar los impactos negativos y fomentar el crecimiento en los próximos meses y años.