La Reina Matilde en el Pacto por el Futuro de las Naciones Unidas

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El panel que llevó por título «Cómo traducir los compromisos en materia de igualdad de género y derechos de las mujeres del Pacto del Futuro en acciones transformadoras» tiene como objetivo proporcionar una plataforma de diálogo para traducir los compromisos de igualdad de género y derechos de las mujeres del Pacto del Futuro en iniciativas concretas de reforma de la ONU.

El evento ofreció una plataforma para discutir estos compromisos, identificar desafíos potenciales para su implementación y desarrollar estrategias viables para el progreso. Participaron representantes de México, España, Eslovenia, la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres y en especial la Reina Mathilde de Bélgica, quien desde hace años está dedicada a seguir esta problemática que tarda mucho en cambiar.

Este evento paralelo fue organizado por  Sima Bahous – Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, con España, México, Eslovenia, GWL Voices, así como por C4UN.

La Reina Mathilde de Bélgica expuso:

«A pesar de los notables avances logrados en las últimas décadas, la igualdad de género sigue siendo un desafío crítico en 2024. Las mujeres y las niñas siguen enfrentándose a barreras sistémicas en muchos aspectos de la vida, incluidas las oportunidades económicas, la representación en los niveles de toma de decisiones, la educación y el acceso a la atención médica. El progreso hacia este ODS ha sido alarmantemente lento, con solo dos de los dieciocho indicadores cerca de la meta.

La violencia de género persiste y las brechas salariales siguen sin abordarse. Las desigualdades tienen un impacto en la salud mental de las mujeres y las niñas. Y millones de ellas aún carecen de educación y atención médica adecuadas. Se estima que más de trescientos cuarenta millones de mujeres y niñas vivirán en la pobreza extrema en 2030. La crisis, la inestabilidad y el cambio climático exacerban aún más estas desigualdades.

Estamos presenciando una reacción preocupante contra la igualdad de género, con marcos de derechos humanos de larga data cada vez más amenazados. Además, la ONU se ha comprometido con la igualdad de género. No estamos en camino de cumplir los objetivos establecidos en 2010. Se debe hacer más. La igualdad de género debe ser prioritaria en todos los niveles de política. El Plan de Aceleración de la Igualdad de Género del Secretario General Antonio Guterres tiene como objetivo colocar los derechos de las mujeres en el centro de los esfuerzos de las Naciones Unidas en materia de paz, desarrollo y derechos humanos.

Sin embargo, el éxito de esta iniciativa dependerá de la colaboración con los Estados miembros, la sociedad civil y las partes interesadas de todos los sectores. Los años 2024 y 2025 representan un momento crucial para avanzar en la agenda de la igualdad de género. Eventos como la Cumbre del Futuro o el trigésimo aniversario de la Declaración de Beijing ofrecen oportunidades únicas para reafirmar la importancia de la igualdad entre hombres y mujeres. Estos momentos pueden actuar como catalizadores para acelerar la acción para abordar las desigualdades sistémicas y garantizar la participación activa de las mujeres en roles de liderazgo. Debemos aprovechar al máximo esta ventana de oportunidad para reafirmar y movilizarnos en torno a estos objetivos.

El Pacto del Futuro representa un momento clave para revitalizar las Naciones Unidas y reafirmar el lugar central de la igualdad de género. Es necesaria una acción colectiva. Estamos a menos de seis años de lograrlo y no podemos permitirnos más demoras. En mi calidad de defensora de los ODS, quiero dar a la igualdad entre hombres y mujeres la atención que merece. Los sectores público y privado, la sociedad civil y el mundo académico deberían crear alianzas para garantizar que las mujeres y las niñas puedan ejercer plenamente sus derechos fundamentales. Durante mis recientes visitas de campo a Bangladesh, Vietnam y Costa de Marfil, fui testigo de la importancia del trabajo de las mujeres en la construcción de sociedades sostenibles e inclusivas. Vi, por ejemplo, en las plantaciones de cacao, cómo las mujeres gestionaban las finanzas o la comercialización de su chocolate. En mis viajes, conocí a muchas mujeres que quieren crear los medios para una vida digna para sus hijos y su familia. Apoyémoslas. Gracias.»