Tendencia de la deuda pública en América Latina y el Caribe

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La deuda pública de América Latina y el Caribe ha mostrado variaciones significativas en los últimos años. En el 2022, la deuda alcanzó el 68% del PBI, convirtiéndose en una cifra elevada pero dentro de los rangos históricos para la región. Este aumento fue impulsado por la necesidad de financiar los paquetes de estímulo implementados durante la pandemia de COVID-19, que dejaron a muchas economías con mayores niveles de endeudamiento.

Para el 2023, la deuda se incrementó al 73.7% del PBI, lo que representa uno de los niveles más altos de los últimos tiempos. Este crecimiento refleja las dificultades económicas que varios países enfrentaron al intentar reactivar sus economías mientras lidiaban con tasas de interés más altas y la desaceleración del crecimiento global. El incremento también se explica por la depreciación de las monedas locales frente al dólar, que encareció el servicio de la deuda externa.

Sin embargo, para el 2024, se prevé que la deuda pública regional disminuya a 68.1% del PBI, una señal positiva de que los gobiernos han comenzado a ajustar sus políticas fiscales y a reducir el déficit presupuestario. Este ajuste se dará en un contexto de mayor control de la inflación y políticas monetarias más estables, que permitirán a los países manejar de mejor manera sus compromisos financieros.

La proyección a mediano plazo es que la deuda siga reduciéndose de manera paulatina, alcanzando un 68% en el 2025 y un 67.8% en el 2026. Esto indicaría que la región se está moviendo hacia una senda de consolidación fiscal, aunque persisten riesgos importantes, como las condiciones financieras globales y la evolución de los precios de las materias primas, que siguen siendo fundamentales para las economías de la región.

Aunque la deuda pública en América Latina y el Caribe sigue siendo elevada, las proyecciones indican una tendencia a la baja en los próximos años. No obstante, para garantizar la sostenibilidad de estas mejoras, será crucial que los países continúen implementando políticas fiscales responsables y fortalezcan sus economías ante los posibles shocks externos.

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Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid - España, Maestría en Administración (Universidad Autónoma de Guadalajara – México) y Maestría en Administración Pública (Instituto de Estudios Superiores en Administración Pública en México D.F.). Economista de la Universidad de Lima (1974). Decano de la Facultad de Economía durante 14 años, Director de la Escuela de Post Grado (3 años) y Catedrático Principal de Economía de la Universidad de Lima. Vocal de la Sala Especializada en Protección al Consumidor (agosto 2012 – agosto 2017). Actualmente, Gerente General de Asesoría y Negocios Financieros S.A. – ASFINSA, Director independiente de empresas privadas y Experto en valorizaciones económicas para la determinación del daño emergente, lucro cesante, costo de oportunidad y daño moral.