La gestión de la deuda pública en América Latina ha sido un tema decisivo en las últimas décadas, y su evolución ha sido observada con atención tanto a nivel nacional como internacional. La región ha experimentado importantes movimientos, pero en los últimos años, ha habido una tendencia hacia la consolidación fiscal y a la búsqueda de la sostenibilidad de la deuda.
En 2020, la deuda pública promedio en la región aumentó significativamente a un 76.85% del PBI, debido a la pandemia de la COVID-19. Este aumento se realizó para estabilizar las economías y proteger a los ciudadanos.
Sin embargo, lo que destacó a América Latina (en términos de deuda) fue su rápida retirada del estímulo fiscal en el 2021 y 2022. Esta decisión permitió que la deuda pública disminuyera en un 68.21% del PBI en 2023. Esta estrategia, junto con una gestión efectiva de la inflación y una regulación financiera sólida, ha contribuido a la estabilidad económica en la región.
No obstante, América Latina todavía enfrenta desafíos en la gestión de la deuda pública para garantizar su sostenibilidad a largo plazo, dado una expectativa de una tendencia creciente de deuda para los años 2024 y 2025. Es fundamental mantener políticas fiscales responsables y evitar acumular una deuda excesiva que pueda frenar el crecimiento económico.
La región ha demostrado su capacidad para adaptarse a circunstancias económicas difíciles y tomar medidas para mantener la sostenibilidad de la deuda. La importancia de una gestión financiera prudente y un enfoque equilibrado en las políticas económicas permitirá garantizar un futuro estable y próspero en América Latina.