En el ámbito económico global actual, se han producido importantes modificaciones en lo referente a la tendencia económica a nivel internacional. El Fondo Monetario Internacional (FMI), prevé que el crecimiento económico mundial del 2023 siga experimentando una desaceleración en el mediano plazo.
En este contexto, se estima que el crecimiento económico en América Latina alcanzará un 1.2%, lo que representa una disminución del 2.5% en comparación con el crecimiento del 2022. Esta tendencia negativa se observa también a nivel subregional, siendo El Caribe el que liderará el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) regional con un 3.5%, seguido de América Central con un 2.0% y América del Sur con un 0.6%.
De acuerdo con las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el año 2023 presentará un panorama complejo para la economía de la región, debido a la desaceleración internacional, el debilitamiento del comercio intercontinental, el aumento de las tasas de interés y la continuación de un proceso de inflación todavía elevado.
Es relevante destacar que las cifras actuales representan una revisión hacia la baja respecto a las publicadas en el mes de marzo, lo cual se debe en gran medida a la incertidumbre y volatilidad presentes en los mercados financieros, como consecuencia de las turbulencias financieras acontecidas a principios de marzo.
Asimismo, la región enfrenta algunas limitaciones internas, pues algunos países tienen un margen de maniobra reducido en lo que se refiere a sus políticas fiscales como monetarias, debido a los elevados niveles de endeudamiento público y su disminuida capacidad de recaudación.