La vista a China de Emmanuel Macron fue una visita de Estado Francia – China, a la cual Macron invitó a Ursula Von der Leyen para demostrar la unidad europea. Si Macron llegó el miércoles, Von der Leyen participó solo el jueves en la reunión con Xi. Hace unos meses el viaje a China lo hizo Olaf Scholz, Macron le propuso ir juntos, esto no fue posible.
En esta oportunidad, el tema álgido era la guerra Rusia-Ucrania, los intentos que Macron hizo para evitar esta guerra son conocidos, la gran mesa donde Putin lo recibió. Entonces, con realismo, antes de partir de Paris para Pekín, Macron sabía que no iba a tener buenos resultados, el reciente encuentro tan cercano entre XI y Putin cerraron cualquier esperanza.
Si embargo, Macron non cejó en su intención y lo dijo varias veces, solicitó a Xi en diferentes oportunidades a lo que éste expresó que todas las partes «tienen preocupaciones de seguridad razonables» sin comprometerse a intervenir de alguna manera con alguno de los actores, más bien declaró “China está dispuesta a apelar conjuntamente con Francia a la comunidad internacional para que se mantenga racional y tranquila”, agregando «las conversaciones de paz deben reanudarse lo antes posible, teniendo en cuenta las preocupaciones de seguridad razonables de todas las partes con referencia a la Carta de la ONU… buscando una resolución política y construyendo un marco de seguridad europeo equilibrado, eficaz y sostenible».
La preocupación de Macron se había ampliado ante la amenaza de Rusia de hospedar misiles nucleares de Bielorrusia.
Además de las reuniones protocolares, Xi y Macron tuvieron una hora y media de conversación privada, aseguran «franca y serena», donde, según algún diplomático presente refirió a los periódicos europeos, que Macron «instó a Xi a no hacer entregas a Rusia que ayudarían en su guerra contra Ucrania. Xi dijo que esta guerra no es suya”.
Durante la Conferencia de Prensa, en pleno estilo comunista, es decir «sin preguntas de la prensa», al parecer los estilos chino y francés se distinguieron por ser diferentes. Xi leyó su comunicado y Macron se inspiraba en su escrito hablando el doble de tiempo de XI, según el protocolo chino esto no fue bien visto, es más, aseguran que Xi manifestó alguna incomodidad. Mientras, Macron continuaba refiriéndose a la guerra Rusia – Ucrania y la responsabilidad conjunta de mantener la paz, solicitándole, incluso que condene la agresión rusa. “Hablar de paz y estabilidad es hablar de la guerra de Rusia contra Ucrania. Hiciste algunos comentarios importantes…….Esta es una guerra que nos involucra a todos porque un miembro del Consejo de Seguridad ha decidido violar la carta de la ONU. No podemos aceptar eso”.
Pero, XI tiene también su objetivo, además de romper la unidad de la Unión europea, es que la misma, es decir la UE deje a los Estados Unidos, por ello declaró «China y Francia continuarán… oponiéndose a la mentalidad de la Guerra Fría y la confrontación de bloques, uniéndose para abordar todo tipo de desafíos globales».
Los negocios tuvieron su parte, los elegidos por Xi y el Partido comunista como los empresarios del momento participaron en la ceremonia de firma de varios acuerdos, incluida la venta de 160 aviones Airbus A320 Neo y 10 A350, un acuerdo de 36.000 millones de euros que Airbus anunció el año pasado.
La presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen, en representación de la Unión europea no fue recibida con los honores de Estado pues China no la reconoce como tal, sino como una organización internacional. Von der Leyen recalcó en su intervención que un posible suministro de armas a Rusia «dañaría considerablemente» las relaciones entre la UE y China.
«Quiero ser muy clara en esto, armar al agresor es sin duda una violación del derecho internacional. Es el agresor y nunca debería recibir armas. Esto dañaría significativamente la relación entre la UE y China».