En los últimos meses, las perspectivas macroeconómicas de la región de Latinoamérica han sido reajustadas, originadas por la pandemia del coronavirus y por el conflicto entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, el conflicto Ucrania-Rusia mantiene en incertidumbre a los encargados de la política monetaria y fiscal de Latinoamérica, afectando las proyecciones económicas durante el 2022.
De acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI), al mes de abril, se estima un crecimiento económico para la región de 2.5%, una inflación de 10.0% y un déficit fiscal de -4.7% del PBI. Estos resultados, comparados con los estimados en meses anteriores, señalan que la inflación es el principal indicador en deteriorarse; no obstante, la evolución del PBI como del déficit fiscal caminan hacia un posible deterioro de los mismos en el mediano plazo.
El PBI proyectado en abril es 0.1% superior al estimado a principios del presente año. Esto se debe, principalmente, al mayor crecimiento económico de los países del Caribe, como es el caso de Barbados con 11.2% y Guyana con 47.2%. En los demás países, se espera una reducción en las proyecciones del PBI, ante una economía regional con un bajo dinamismo.
En el caso del balance general, se observa una evolución positiva en la reducción de su déficit fiscal. La más reciente proyección del FMI denota una reducción del déficit fiscal de 0.2%; sin embargo, es una cifra que se mantiene en observación, debido a que podría empeorar si se requiere mayor deuda para afrontar el impacto del conflicto Ucrania-Rusia.
El indicador que más preocupa en la actualidad es la inflación. El FMI ha aumentado la inflación esperada, al final del 2022, en 4.1%, una situación que perjudicará los esfuerzos para reducir la pobreza regional. La canasta básica regional, en su gran proporción, es importada, lo cual hace que los precios locales dependan de la cotización de los alimentos en el mercado internacional.
Actualmente, la principal preocupación de América Latina es culminar en el 2022 en estanflación (estancamiento del crecimiento de la economía con inflación) que se hace cada vez más probable. En estos momentos, los gobiernos deberán decidir entre priorizar el crecimiento económico o solucionar las presiones inflacionarias.