La pandemia del Covid-19 afectó de manera decisiva a toda Latinoamérica en uno de sus peores momentos y especialmente a sus cuentas fiscales. La lucha contra el coronavirus obligó a las economías de la región a endeudarse. Es cierto que la actividad económica se está reactivando, pero el PBI del 2021 no alcanzará el valor real obtenido en el 2019 y poder reducir sus niveles de deuda.
En el 2020, la deuda neta de las Economías Avanzadas representó el 90.8% del PBI total. En el caso de América Latina y el Caribe, la deuda neta llegó a representar el 51.5% del PBI de la región; no obstante, se estima que este porcentaje alcance el 55.3% del PBI en el año 2022.
Existen dos razones por las que se estima que la deuda neta de Latinoamérica siga incrementándose en los próximos años. En primer lugar, las cuentas fiscales de la mayoría de los países de la región estuvieron deterioradas antes de la pandemia. Un informe de Moody’s del 2019 indicaba que el debilitamiento de los perfiles fiscales de la región reduciría la capacidad de los países para afrontar choques externos. Esto se pudo observar durante el 2020, razón por la cual todas las economías accedieron a endeudarse en el exterior.
La segunda razón es la lenta recuperación económica en el 2021. Si bien la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que el crecimiento del PBI para el presente año será de 5.9%, esta cifra solo refleja el rebote estadístico por la recesión económica del 2020. Mientras las economías van recuperándose lentamente, la deuda seguirá creciendo, en la medida que se busque obtener la sostenibilidad fiscal.
De acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el 2019, Perú y Ecuador fueron los países que obtuvieron un incremento de sus ingresos fiscales con 4.2% y 2.9%, respectivamente. Por otro lado, a finales del 2019, algunos países estaban en proceso de consolidación fiscal, como el caso de Colombia que, entre 2018 y 2019, redujo en 0.2% del PBI el gasto corriente primario.
En este contexto, el espacio fiscal para hacer frente al coronavirus fue heterogéneo. El BID indica que Perú y Colombia fueron los países con la mayor capacidad para mover recursos fiscales para hacer frente a la crisis sanitaria.