Del 4 de julio al 16 de agosto de 2018, la Comisión Europea organizó una consulta pública en el marco de la evaluación que está realizando sobre las disposiciones vigentes en materia de cambio de hora en Europa. La consulta se hizo mediante una encuesta en línea que recababa las opiniones de los europeos, particularmente acerca de su experiencia global con el cambio de hora o su preferencia entre las principales opciones:
– mantener sin cambios el sistema actual, o
– abolirlo en el conjunto de la UE.

Las consultas públicas son una de las herramientas que, junto con otros elementos, tales como los estudios científicos, utiliza la Comisión para evaluar las políticas.

En Europa, en casi todos los Estados, existe la vieja tradición de mecanismos de cambio de hora que, en su mayor parte, se remontan a las dos guerras mundiales o a la crisis del petróleo en los setenta. Desde los años ochenta, la Unión Europea fue adoptando progresivamente una legislación para que todos los Estados miembros acordaran coordinar el cambio de hora y poner fin a las divergencias horarias nacionales.

Desde 1996, todos los europeos adelantan su reloj una hora el último domingo de marzo y lo atrasan una hora el último domingo de octubre. El objetivo de las normas de la UE no era armonizar el régimen horario en la UE, sino resolver los problemas derivados de una aplicación descoordinada de los cambios de hora a lo largo del año, sobre todo para los sectores del transporte y la logística.

La Consulta mencionada recibió 4,6 millones de respuestas de los 28 Estados miembros, como resultado se conoció que el 84 % de los encuestados es partidario de acabar con el cambio de hora dos veces al año.

La comisaria responsable de Transportes, Violeta Bulc, sostiene que «millones de europeos han utilizado nuestra consulta pública para alzar su voz. El mensaje es muy claro: el 84% de ellos no quiere seguir cambiando la hora. Ahora actuaremos en consecuencia y prepararemos una propuesta legislativa al Parlamento Europeo y al Consejo, que decidirán juntos».

Para los europeos que han dado su voto en la Consulta consideran que cambiar la hora dos veces al año es una experiencia «muy negativa» o «negativa», generando  efectos negativos en la salud, el aumento de los accidentes de tráfico o la ausencia de ahorro energético como motivos para acabar con esta práctica.

La consulta se realizó por una resolución en febrero de 2018 por parte del Parlamento Europeo, así como a peticiones formuladas por los Estados miembros, las partes interesadas y los ciudadanos.

Imagenes: meteoweb y Molise news