El dólar americano es la principal moneda internacional. Con ella se realizan la mayor parte de transacciones financieras y de comercio. Cada economía mantiene su atención permanente en la evolución del precio de esta moneda.

El tipo de cambio es el precio relativo, en términos de la moneda local, que se le atribuye a una unidad de dólar americano. Su alta volatilidad es respuesta a los desequilibrios de oferta y demanda de esta moneda. Es así que, una mayor cantidad de dólares americanos en una economía presionaría el tipo de cambio a la baja, mientras que una reducción de esta moneda generaría que el tipo de cambio suba.

Las políticas monetarias de cada país, las que poseen una moneda local, tienen relación directa con la evolución del tipo de cambio. Algunas economías realizan políticas para poder minimizar la volatilidad del dólar, como el Perú y Colombia; mientras que otras dejan que el tipo de cambio varíe libremente, como Chile y México.

Es importante resaltar que la intervención cambiaria que realizan los países no tiene como objetivo el modificar de tendencia el tipo de cambio, sino minimizar el impacto de una subida o de una baja de este precio, permitiendo que los agentes económicos puedan tomar las mejores decisiones sobre esta moneda.

En Chile el recorte de los impuestos a las empresas norteamericanas, ha generado que el tipo de cambio se aprecie. El mayor tipo de cambio presentado es impulsado por la recuperación de la economía internacional y las recientes elecciones presidenciales. Además, la evolución del precio del cobre guarda una relación inversa con la evolución del tipo de cambio chileno. Una menor demanda de este metal frenaría el ingreso de dólares americanos a Chile, generando una presión al alza del tipo de cambio. Es por ello que el tipo de cambio seguiría su tendencia alcista, siempre y cuando no se vea una recuperación del precio del cobre.

En Colombia, la caída del precio internacional del petróleo ha generado presiones al alza en el tipo de cambio. De igual manera, las políticas de Estados Unidos han generado incertidumbre en el sistema colombiano, reflejándose en el precio relativo del dólar americano.

En México, la política de libre flotación de esta divisa se adoptó en 1994, dejando que el tipo de cambio evolucione sin ninguna intervención. Actualmente, la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) está presionando al alza el tipo de cambio. Para el 2018, se espera que el tipo de cambio mexicano siga esta tendencia, principalmente por las elecciones presidenciales. El riesgo político, por elecciones genera incertidumbre sobre los inversionistas locales y extranjeros, respecto al desempeño futuro del país; lo que se refleja en una salida de la moneda verde, generando así presiones al alza del tipo de cambio.

En el Perú, la evolución del tipo de cambio se ha apreciado. A inicios de diciembre, se ha observado la disminución del precio del dólar americano frente al sol peruano, originada por un mayor ingreso de dólares por inversionistas extranjeros.

Los países de la Alianza del Pacifico, enfrentan distintos eventos que afectan la evolución del tipo de cambio; sin embargo, las consecuencias de las reformas realizadas en Estados Unidos parece ser un común denominador y cada país administra su posición cambiaria de acuerdo a su contexto económico.