Son cada vez más personas de origen turco que llegan a los países de América latina, no todos llegan de Turquía, llegan de diferentes países. La educación está en riesgo en Turquía, lo saben los mil doscientos profesores que de un día a otro se han encontrado despedidos de las Universidades turcas, a quienes se les ha retirado el pasaporte. Las Asociaciones culturales turcas, a nivel mundial, están construyendo puentes y corredores para acoger a estas personas que no encuentran lugar en un país donde su Jefe supremo, Erdogan, no es amigo de la educación, no hay que educarse, es un gran amigo del autoritarismo con a la cabeza él. De nada ha valido la exhortacion de la Unión europea, quien tiene la soga al cuello habiéndolo hecho depositario de los refugiados e inmigrantes para que no ingresen a territorio europeo a cambio de millones de euros.
Su antes amigo, hoy odiado opositores Gulen, quien reside en los Estados Unidos, tiene como base la educación y un proyecto político de hacer de Turquía un gran país basado en el conocimiento, él es el responsable, segun Erdogan, de todos los males. En medio se encuentra la ciudadanía que sufre y busca un lugar donde desarrollarse. En Lima, una dinámica Asociación turca, ha hecho posible que la cutlura turca esté presente en la Feria del Libro con un programa de Conferencias y una oferta de Libros para conocer más Turquía.

