
Más de 50 líderes mundiales y 5 000 agentes de los sectores político, humanitario y de desarrollo se reunieron en la primera Cumbre Mundial Humanitaria, celebrada en Estambul del 23 al 24 de mayo, para buscar la manera de revertir la tendencia al aumento de las necesidades humanitarias y mejorar la eficacia y la eficiencia del sistema de ayuda internacional.
El Secretario General de la ONU aseveró que el llamado humanitario de la Cumbre de Estambul fue escuchado y exhortó a aprovechar ese impulso para poner manos a la obra en el alivio al sufrimiento de millones de personas.
Durante la clausura de la Cumbre Humanitaria Mundial, Ban Ki-moon recordó que el mundo tiene los recursos, el conocimiento y la conciencia para cuidar de todos sus pobladores. Lo que hace falta es una acción coordinada y solidaria. Ban reiteró las cinco responsabilidades de su Agenda para la Humanidad, que incluyen la prevención de conflictos y la protección de los civiles, poniendo de relevancia el trabajo solidario orquestado.
“No hay un país ni un organismo internacional en el mundo, independientemente de su poder o recursos, que pueda hacerlo solo. Todas las manos deben trabajar juntas. Necesitamos que todos los gobiernos, agencias, comunidades y sociedad civil muestren su compasión y liderazgo”, subrayó.
También expresó decepción por la ausencia de algunos líderes mundiales en el evento, sobre todo los de los países del G7, con excepción de la canciller alemana Angela Merkel.
El titular de la ONU señaló que si bien esos países se cuentan entre los donantes más generosos, hace falta un mayor compromiso de su parte, sobre todo en la búsqueda de soluciones políticas.
Entre los logros de la reunión, destacó que más de 400 Estados miembros, organizaciones y otros grupos han anunciado 1.500 compromisos.
Durante la ceremonia de clausura de la Cumbre, Ban añadió que esta Cumbre no ha sido un punto final, sino un punto de inflexión. Irina Bokova, directora de la UNESCO, destacó que uno de los logros ha sido tener en cuenta la educación en las situaciones de emergencia.
Explicó que los resultados de esta Cumbre serán examinados durante la próxima conferencia sobre refugiados y migrantes que se celebrará en Nueva York en septiembre. También pidió que el aporte a la educación en la ayuda humanitaria pase del actual 2% al 10%.

La UE participó activamente en los preparativos de la Cumbre, que han durado dos años. En el marco de dichos preparativos, se consultó a más de 23.000 agentes de diferentes sectores, como las administraciones públicas, las empresas, las organizaciones de ayuda humanitaria, la sociedad civil, los grupos de jóvenes y las comunidades afectadas, para encontrar la forma de abordar mejor las crecientes necesidades humanitarias.
En el marco de la Cumbre Humanitaria Mundial de Estambul, la Unión Europea se ha comprometido a reforzar la prevención y la preparación, mejorar la respuesta internacional y contribuir a buscar soluciones que sirvan de apoyo a un sobrecargado sistema humanitario. Asimismo, se ha comprometido a avanzar significativamente en cada uno de los cinco principales ámbitos de responsabilidad, con respecto a los cuales las Naciones Unidas han asumido compromisos fundamentales.
Estas son algunas de las prioridades clave formuladas por la UE en la Cumbre:
invertir en resiliencia, aumentar la eficacia y eficiencia de la financiación, respetar el Derecho humanitario internacional, prevenir y poner fin a las crisis, y salvar la distancia existente entre el trabajo humanitario y la labor realizada en el ámbito del desarrollo.
La primera Cumbre Humanitaria Mundial constituye para la comunidad mundial una oportunidad de reforzar y remodelar la acción humanitaria en los próximos años. La Unión Europea, representada por la vicepresidenta de la Comisión Europea, Kristalina Georgieva, el comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, y el comisario de Cooperación Internacional y Desarrollo, Neven Mimica, anunció acciones concretas en el marco de la Cumbre.

La UE ha acogido con satisfacción la puesta en marcha en la Cumbre del «Gran Pacto» (Grand Bargain) y está dispuesta a contribuir a abordar el déficit de financiación a que se enfrenta la ayuda humanitaria, cifrado en $15.000 millones por el Grupo de Alto Nivel (GAN) del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la financiación de la ayuda humanitaria.
El Gran Pacto canalizará al menos mil millones de dólares durante los próximos cinco años hacia la primera línea de la acción humanitaria. El lanzamiento del Gran Pacto, un pacto de eficiencia propuesto por el GAN y negociado por los principales donantes y organizaciones de ayuda humanitaria, es una oportunidad para que un mayor número de donantes y proveedores de ayuda aúnen sus esfuerzos y asuman más de 50 compromisos, incluidos el refuerzo de los programas de ayuda en efectivo, una mejor programación de las contribuciones, una financiación más directa para los agentes nacionales y locales, la mejora de las evaluaciones conjuntas e imparciales de las necesidades y la reducción de la burocracia mediante la armonización de las disposiciones en materia de notificación.
La UE es uno de los primeros donantes que han alcanzado en 2016 el objetivo global de destinar el 4% de la financiación humanitaria a la educación. Con el anuncio de su apoyo de 5 millones de euros al fondo «La educación no puede esperar — un fondo para la educación en situaciones de emergencia», la Unión Europea ha adoptado nuevas medidas concretas para respaldar esta prioridad en la Cumbre Humanitaria Mundial.
La plataforma formará parte, en un primer momento, de la UNICEF, su objetivo es obtener $150 millones durante el primer año, con la mira puesta en conseguir una financiación de $1,500 millones en el quinto año para proporcionar educación a un total de 75 millones de niños y jóvenes afectados por la crisis.
Por último, la UE ha confirmado en la Cumbre que la UE va a movilizar una contribución de más de 500 millones de euros para ayudar a los países más afectados por la actual crisis de seguridad alimentaria originada por El Niño. Se trata de una iniciativa conjunta de los servicios de ayuda humanitaria y desarrollo de la UE. En diciembre de 2015, se aprobó un primer tramo de 125 millones de euros para financiar las intervenciones de emergencia. El procedimiento para la aprobación de un segundo tramo de 414 millones de euros en apoyo de la ayuda humanitaria y al desarrollo relacionada con El Niño está actualmente en curso.