Tráfico de órganos humanos: crimen de lesa humanidad

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A la Casina Pio VI han sido invitados 45 países como Brasil, México, Nigeria, Corea del Sur, Kuwait, Argentina, Colombia, España, Italia, Alemania, Francia, Israel, Rusia, Grecia, Japón, China, Suiza,  Estados Unidos, Canadá, Turquía, Inglaterra, Suecia, Bélgica, Australia, Croacia, Polonia, Bulgaria, Costa Rica, Sudáfrica, Irlanda del Norte, Irán, Filipinas, India, Tailandia, Moldavia, Kosovo, Pakistán, Nicaragua, Guatemala, Qatar, Arabia Saudita, Libia, Singapur, Vietnam y Afganistán. Extraordinariamente ha sido invitada la China, quien fue acusada por muchos años de practicar exportaciones de organos en las carceles chinas. Huang Jiefu, jefe del programa estatal de trasplantes de órganos de China, está participando en esta importante reunión. Desde 2015 existe una ley en la República Popular China que permite solamente donaciones voluntarias, sin embargo, se ha podido constatar que las cifras entre donadores y transplantes son desequilibradas, dudándose del cumplimiento de la ley en cuestion.

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LLegan a India en busca de órganos.

Considerada una nueva forma de esclavitud por el Papa Francisco, quien ha manifestado: “Estos son verdaderos y reales crimines de lesa humanidad que deben ser reconocidos como tales por todas las autoridades religiosas, políticas y sociales, y sancionados por las leyes nacionales e internacionales”.

Monseñor Marcelo Sánchez Sorondo Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales manifestó: “Hemos logrado abrir la discusión en las Naciones Unidas y por ello es la primera vez en la historia de la ONU, que ha sido reconocida la existencia de una plaga del tráfico humano, que se manifiesta en nuevas formas de esclavitud, en la forma del trabajo forzado, especialmente de los niños, y en la forma también de tráfico de órganos. Ahora, los 193 Países que están en el Palacio de Vidrio tiene un nuevo imperativo moral. Naturalmente la primera cosa que todos hemos observado es que ¡existe mucho silencio alrededor del mismo! Se trata de una práctica que no puede ser realizada sin complicidad de los médicos y por lo tanto hemos enfrentado el tema de la conciencia de los médicos. ¿Cuáles son las soluciones prácticas? Antes de todo, decir claramente que esto es un crimen contra la humanidad, porque si esto no se dice la gente se confunde. ¡Quitar un órgano a una persona, en forma conciente cómo se puede hacer, es un crimen contra la humanidad!”

Dos días, en los cuales se analizará la problemática, 7 y 8 de febrero en la Casina Pio VI en la Ciudad del Vaticano.

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