Los superordenadores son necesarios para tratar cantidades cada vez más ingentes de datos y aportan beneficios a la sociedad en numerosos ámbitos, desde la atención sanitaria y la energía renovable a la seguridad de los vehículos y la ciberseguridad.

Es crucial para la competitividad y la independencia de la UE en el ámbito de la economía de los datos. Cada vez son más los científicos y empresas europeos que tratan sus datos fuera de la UE, ya que sus necesidades no se ven cubiertas por el tiempo de computación disponible en la UE. Esta falta de independencia constituye una amenaza para la privacidad, la protección de datos, el secreto comercial y la propiedad de los datos, en particular en el caso de las aplicaciones sensibles.

La nueva estructura jurídica y de financiación propuesta —la Empresa Común EuroHPC— se encargará de adquirir, desarrollar y desplegar en toda Europa una infraestructura informática de alto rendimiento (HPC) de categoría mundial. También apoyará un programa de investigación e innovación para desarrollar las tecnologías y máquinas (hardware), así como las aplicaciones (software) que se emplearán en esos superordenadores.

La contribución de la UE a EuroHPC ascenderá aproximadamente a 486 millones EUR en el actual marco financiero plurianual, a los que se añadirá una suma similar aportada por los Estados miembros y países asociados. En conjunto, de aquí a 2020 está previsto invertir fondos públicos por un valor aproximado de 1 000 millones EUR; los miembros privados de la iniciativa también aportarán contribuciones en especie.

Beneficios

La informática de alto rendimiento es un instrumento esencial para comprender y afrontar grandes retos científicos y sociales tales como la detección precoz y el tratamiento de enfermedades o el desarrollo de nuevas terapias basadas en la medicina personalizada y de precisión. La HPC también se utiliza para prevenir y gestionar las catástrofes naturales de gran magnitud, especialmente para prever las trayectorias de los huracanes o efectuar simulaciones de terremotos.

La infraestructura EuroHPC facilitará a las empresas europeas, y en especial a las pequeñas y medianas empresas (pymes), un mejor acceso a los superordenadores para la creación de productos innovadores. El uso de la informática de alto rendimiento tiene un impacto cada vez mayor en las industrias y las empresas por cuanto reduce significativamente los ciclos de concepción y producción, acelera el diseño de nuevos materiales, minimiza los costes, aumenta la eficiencia de los recursos y abrevia y optimiza los procesos de toma de decisiones. Por ejemplo, gracias a los superordenadores, los ciclos de producción de automóviles pueden reducirse de 60 a 24 meses.

La informática de alto rendimiento también es esencial en el ámbito de la seguridad y la defensa nacionales, por ejemplo a la hora de desarrollar tecnologías de cifrado complejas, rastrear y contener ciberataques, efectuar análisis forenses eficientes o en simulaciones nucleares.

Una infraestructura adecuada para las actividades de investigación e innovación

La iniciativa agrupará inversiones con el fin de establecer una infraestructura puntera de superordenadores y macrodatos europeos. La Empresa Común EuroHPC pretende adquirir sistemas con rendimiento a preexaescala (cien mil billones o 1017 cálculos por segundo) y apoyar el desarrollo de sistemas con rendimiento a exaescala (un trillón o 1018 cálculos por segundo) basados en tecnología de la UE, para 2022-2023.

Las actividades de la Empresa Común consistirán en lo siguiente:

  1. Adquisición y puesta en funcionamiento de dos máquinas de supercomputación de preexaescala de categoría mundial y al menos dos máquinas de supercomputación de gama media (capaces de efectuar aproximadamente 1016 cálculos por segundo), y facilitar y gestionar el acceso a estos superordenadores para una amplia gama de usuarios públicos y privados a partir de 2020.
  2. Programa de investigación e innovación sobre la HPC: apoyar el desarrollo de la tecnología de supercomputación europea, incluyendo la primera generación de microprocesadores de baja potencia europeos, y el codiseño de máquinas de exaescala y fomentar las aplicaciones, el desarrollo de capacidades y un mayor uso de la informática de alto rendimiento.

La Empresa Común EuroHPC desarrollará sus actividades en el período 2019-2026. La propiedad y gestión conjunta de la infraestructura prevista estará en manos de sus miembros, que en un primer momento serán los países firmantes de la declaración EuroHPC que son: Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo, los Países Bajos, Portugal y España, Bélgica, Eslovenia, Bulgaria, Suiza, Croacia y Grecia. Además los miembros privados del mundo académico y la industria. En cualquier momento, podrán sumarse a estas actividades de cooperación otros participantes, siempre que contribuyan financieramente.